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Real Madrid y Barcelona se enfrentan en la final de la Supercopa de EspañaEFE

Real Madrid vs Barcelona: una planificación económica de quince años frente al derroche sin ton ni son

  • La casa blanca triunfa con su filosofía de fichar jóvenes talentos, mientras en La Masía todo se centró en Messi y en gastar lo que no tenían

  • El Bernabéu multiusos marca el golpe final: ingresos ajenos al fútbol para competir con los clubes-estado

El Real Madrid no es de hablar, es de actuar. Hechos, no palabras. De Santiago Bernabéu a Florentino Pérez, este club es así. Tacita a tacita, con un trabajo laborioso en la sombra, privado, como de una hormiguita, paso a paso, año año, el Real Madrid ha planificado una filosofía futbolística y económica a lo largo de tres lustros que ha dejado al Barcelona y a otros clubes europeos a una distancia abismal, en el presente y sobre todo en el futuro.

Todo comenzó en junio de 2009, cuando Florentino Pérez regresó a la presidencia del Real Madrid. Atrás dejó una etapa de seis años en los que ganó títulos, pero cometió el fallo de darles todo a las figuras, mimados en exceso, en detrimento de los entrenadores. Dimitió en 2006 porque reconoció esos errores, aunque no eran razón suficiente para dejarlo. Volvió tres años más tarde con objetivo de devolver a la casa blanca al liderazgo europeo con una política económica y futbolística muy sería, analizada con los mejores consejeros. Tres lustros más tarde podemos juzgar que la planificación fue muy acertada.

El actual dirigente blanco retornó al club con el proyecto de ser de nuevo un referente del fútbol europeo. Era un reto muy importante. Tras conquistar la Champions en 2002, el Real Madrid cayó en semifinales en 2003 y después entró en una mala racha de seis años en los que no superaba los octavos de final, incluyendo el trienio de Ramón Calderón. Florentino Pérez llegaba otra vez al cargo para que la entidad recuperase el esplendor en la Copa de Europa que ha definido el sentir íntimo de la empresa desde 1955.

Un buen plan de futuro

El presidente madrileño se dejó aconsejar muy bien para llevar de nuevo a la marca Real Madrid a lo más alto. Tenía que pergeñar una política deportiva a medio plazo que colocara otra vez al equipo a la cabeza del continente y dibujar paralelamente un plan económico perfecto para poder competir con el fraude de los clubes-estado, el Manchester City y el París Saint-Germain, mantenidos por los países de Emiratos Árabes Unidos y Qatar con el vergonzoso permiso de la UEFA dirigida por Aleksander Ceferin.

El organigrama futbolístico de los siguientes veinte años fue un estudio detallado y elaborado con los mejores consejeros, a los que Florentino Pérez y José Ángel Sánchez escucharon con atención. Y el análisis total lo llevaron a la práctica con eficacia.

Enfrente, por el contrario, el Barcelona vivía de Messi y de esa generación formada por Xavi Hernández, Busquets e Iniesta, que les otorgaba títulos, sin olvidar los arbitrajes a favor de la institución azulgrana que el BarçaGate con Negreira ha confirmado. Pero esa es otra historia paralela.

Fichar a todos los jóvenes talentos

Florentino Pérez y José Ángel Sánchez trazaron el futuro, con la ayuda de esos consejeros privados. El santo y seña era claro: no podían pagar cientos de millones por futbolistas de medio pelo, como hacía la Premier. Incluso los ingleses quisieron meter al Real Madrid en esa dinámica derrochadora y Pérez se negó. El objetivo era contratar a todos los jóvenes magos del balón. Dicho y hecho. Özil, Khedira, Casemiro, Varane, Bale, Valverde, Militao, Vinicius, Rodrygo, Camavinga, Tchouaméni, Endrick, Fran García, Brahim, Bellingham y Güler son el resultado de una filosofía de éxito.

Jude Bellingham le dio el gol de la victoria al Real MadridAFP

Como ejemplos: Varane costó once millones, Vinicius y Rodrygo valieron 45, Camavinga salió por 35, Valverde solo supuso cinco millones y ahora Endrick, sabedores en todo el mundo de la victoria planificadora del equipo español, ha significado 60 millones. Todas ellas, cifras asumibles para tomar el riesgo. El acierto en la elección ha significado que todos sean rentables deportiva y económicamente.

Cristiano costaba 43 millones brutos, Messi costaba 135

En el otro lado del puente aéreo, el Barcelona se centraba en pagar cada vez más dinero a Messi para que no se fuera. Esa fue la tendencia desde 2010 hasta hace dos años. El argentino llegó a costar 135 millones al año. El agujero era absoluto. En comparación, Florentino Pérez pagaba al astro portugués 18 millones brutos cuando debutó, en 2009, y lo máximo que cobró el luso fueron 44 millones brutos hasta 2018. Las comparaciones son odiosas.

Cristiano Ronaldo le costó 43 millones brutos al Real MadridGTRES

La diferencia de política de actuación era absoluta. Ningún club podía mantener con su dinero un sueldo de 135 millones por un único futbolista. Solo los fraudulentos PSG y City podían pagar esas cifras, con dinero que es de países ricos en petróleo y gas, porque no producen grandes cantidades.

La tendencia favorable al Madrid comienza en 2016

El conjunto blanco ganaba en planificación y sobre todo en confianza exterior a su trabajo. Los éxitos de Özil, Valverde, Casemiro, Varane y después de Vinicius, Militao, Rodrygo, Brahim, Camavinga, Tchouaméni, Bellingham y Güler hicieron que todos los jugadores y apoderados del continente americano quieran venir y negociar con el Real Madrid. Y los europeos también. Mastantuono, Kimmich, Musiala, Wirtz, Yoro, Davies, Haaland, todos quieren pertenecer al Real Madrid, porque hace las cosas bien y es sinónimo de triunfo.

La entidad ha patentado desde hace tres lustros el éxito de fichar a los mejores jóvenes y darles sitio, pábulo, en una escuadra que siempre tiene la urgencia filosófica de vencer. Florentino Pérez agudizó esa emergencia de tener que ganar, pero con la «necesidad de alinear a los futbolistas jóvenes, porque el fútbol ha cambiado y así será en el futuro: se impone el profesional físico, el gladiador incansable, se impone la velocidad, la potencia y la resistencia, sobre el jugador técnico».

En efecto, lo hemos constatado: hoy reinan Valverde, Camavinga, Tchouaméni y Mendy, profesionales de calidad que tienen como premisa un poderío biológico, físico, indudable.

Con esta filosofía triunfal, el Madrid se adjudicaba la Copa de Europa en 2014. El Barcelona ganó en 2015, pero fue su última vez. La casa blanca ha impuesto la ley de su planificación perfecta a partir de 2016, con un trienio consecutivo de victorias en la Champions que abrió una era estratosférica, la mejor de la historia, superando al legendario Real Madrid de las primeras cinco Copas de Europa consecutivas. Porque este 'Real' del siglo XXI ganó también la Liga de Campeones en 2022 y 2024. Seis títulos en diez años. Inigualable.

Por encima de todos los equipos europeos

El éxito del Real Madrid no es solo frente al Barcelona. Ha ganado la batalla al Bayern y al City, al Chelsea y al PSG. Los jóvenes prefieren venir a la entidad del Bernabéu antes que al Barcelona o al PSG o al City. Por una razón clara: el Real Madrid cree en ellos, juegan y se transforman en figuras que conquistan la Champions con 18 y 20 años, con el plus extraordinario de adquirir la mayor experiencia internacional sin haber cumplido los 21. Ejemplo: Mbappé llega al Real Madrid con 25 años y cero Copas de Europa. Camavinga suma dos con 20 abriles.

Once títulos frente a tres en un lustro

Mientras el Real Madrid se ha labrado el futuro como equipo ideal para todo profesional, el Barcelona vive a la deriva desde que se fue Messi. Laporta ganó la Liga 2022-23 con fichajes no pagados, con palancas de empresas que después no pusieron el dinero. Javier Tebas permitió que el club a azulgrana inscribiera jugadores aunque no estuvieron pagados. La empresa Libero, por ejemplo, nunca puso los 60 millones que permitieron hacer fichajes. Ahora, este verano, deben estar cubiertos esos débitos, con mucho retraso, pero los impagos hay que satisfacerlos tarde o temprano.

Hablemos claro: Joan Laporta aumentó la deuda del Barcelona desde que llegó por segunda vez al cargo, cuando no debía hacerlo. Se gastó casi 200 millones en fichajes. Se marcharon varios de sus vicepresidentes al ver este dispendio. No estaban de acuerdo. Y la deuda creció hasta los 1.340 millones de euros, cifra a la que hay que sumar el coste del estadio, el Camp Nou, que va a superar los mil millones, aunque se presupuestaron 550. Y los intereses de esa hipoteca son muy altos. Hablemos en plata: la propia prensa de Barcelona dicta que la deuda Real del Barça es de 4.300 millones.

Con estas premisas, el balance del último lustro, desde 2019 hasta hoy, es demoledor. Once títulos del Real Madrid frente a tres del Barcelona. Pero lo importante es que en estos cinco años Florentino Pérez ha celebrado dos Copas de Europa y tres Ligas. El Barcelona solo suma un triunfo destacado, esa Liga de hace un año.

El capítulo económico remata al Barcelona frente al Real Madrid

El éxito económico del equipo madrileño frente al barcelonés pone la guinda de una comparación que es odiosa, sí. El Real Madrid vence al máximo rival en planificación futbolística, con un proyecto definido desde hace tres lustros. El Barcelona ha derrochado el dinero en adquisiciones fallidas, tirando los 222 millones cobrados por Neymar hace siete temporadas. Y ahora, arruinado, en quiebra técnica, como explica Laporta, no tiene un euro para fichar y se centra en los chavales de La Masía. Pero las diferencias se agrandan cada vez más.

La situación económica del Real Madrid, acabando un Bernabéu que supone 1.267 millones en créditos, es mucho mejor que la azulgrana. Esos 1.267 millones los cubre la casa blanca con un pago hipotecario anual de 50 millones durante tres décadas. Su presupuesto de la próxima temporada superará los 1000 millones. Es totalmente asumible.

El Bernabéu como ingreso millonario extra

La construcción del nuevo Bernabéu marca un hito del Real Madrid ante el Barcelona y otros grandes de Europa. Es otra decisión perfecta de planificación que Florentino Pérez y José Ángel Sánchez dibujaron con expertos en marketing.

El nuevo estadio madridista es el mejor arma del mejor equipo del mundo para competir con el engaño de los clubes-estado, financiados por dictaduras ricas en petróleo y gas.

El Bernabéu producirá a medio plazo 350 millones anuales de ingresos, ajenos al balón. Se calcula que llegará a generar 450 millones en el futuro. Gracias a la idea genial de erigir un coliseo multiusos, con techo cerrado, que se convierte en sede de conciertos y eventos multitudinarios. Un estadio que ha incluido la obra monumental de un césped retráctil que se guarda en una cueva tecnológicamente insuperable, donde es regado y cuidado, dejando libre todo el campo para organizar unos e incluso dos eventos en ese espacio.

Los conciertos de Taylor Swift han sido la bandera de salida de una sede que diariamente tendrá restaurantes y tiendas abiertas todo el día y todo el año, a la par que los aficionados podrán visitar el Museo del Real Madrid y hacer el Tour del Bernabéu. La tienda del club es el broche de esta planificación.

Está magna idea es otro gol por la escuadra del equipo más laureado del planeta frente a la quiebra del Barcelona. Y es un triunfo ante el City y el PSG. La diferencia Real Madrid-Barcelona no deja de crecer. Y vienen Mbappé y Endrick.