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Jude Bellingham corrige a Andriy Lunin en el Lille vs Real Madrid

Jude Bellingham corrige a Andriy Lunin en el Lille vs Real MadridAFP

Autocrítica en la cocina blanca: esto es un toque de atención, no se puede fallar más en Europa

No hay alarma. Hay tensión. El Real Madrid está en alerta. Los dos goles del Alavés y la derrota en Lille son dos toques de atención. El Real Madrid es un equipo hecho de calidad para marcar goles y cuando no lo consigue es que algo importante falla. No es normal que el campeón de Europa no logre mover su marcador. Ancelotti advierte a sus hombres que esto es un aviso. No pueden fallar más en la Champions. Y no pueden relajarse ni un minuto en la Liga.

La autocrítica interna es clara. El primero que lo hace es el entrenador. Carlo Ancelotti señala que el Real Madrid debe hacer fútbol vertical para aprovechar la velocidad y las virtudes de Vinicius y Mbappé, pero sus centrocampistas no realizan pases con rapidez para explotar al brasileño y al francés, ni encuentran ideas para dibujar transiciones hacia las dos figuras del ataque, que se sienten anulados si no reciben balones que les permitan entrar en carrera. El fútbol estático les mata. Y sus compañeros de la línea media no crean jugadas para sacar brillo al talento del ataque. Es lo que más preocupa al técnico italiano.

Un penalti fue suficiente para derrotar al conjunto blanco. Y eso no sucede normalmente en el Real Madrid, que siempre genera oportunidades y suele marcar un gol como mínimo en cada partido.

La falta de centros en profundidad sobre el área rival es otro asunto que preocupa al máximo responsable de la plantilla. No surge el último pase decisivo que rompa los cerrojos del enemigo. Eso ocupa también al allenatore, que no observa frescura mental en sus mediocampistas. Habrá reuniones en la cocina blanca de Valdebebas para analizar todas estas carencias.

Falta de precisión

El diagnóstico de Carlo es muy claro. Todo se define en la falta de precisión en el pase final. Debe trabajar más con Valverde, Tchouaméni, Camavinga y Modric para que produzcan el fútbol ofensivo que saque lo mejor de Vinicius y de Mbappé. La sombra de Kroos es alargada.

Modric es el jugador principal para crear con talento esos pases de la muerte a las dos estrellas del ataque blanco. El croata posee unos recursos infinitos y es el mejor pasador, pero necesita que Valverde y Camavinga se sumen a esta necesidad. Carlo prefiere que sus centrocampistas arriesguen antes de ver cómo ejecutan envíos horizontales. El italiano es enemigo del 'centrocuentismo'.

Fútbol lento, previsible

El otro problema fundamental en estos primeros meses de la temporada es la lentitud de ejecución de los mediocampistas de Ancelotti en varios encuentros. El juego es previsible y el rival puede encerrarse con facilidad. El pase largo y el fútbol rápido son dos constantes de la estrategia del italiano que no se han cumplido hasta hoy.

No hay alarma, hay alerta

El análisis interno es que se ha perdido un partido de Copa de Europa y no ha pasado nada grave. Puede suceder. Esta primera fase de la Champions consta de ocho encuentros y ganando cuatro y empatando dos se obtiene la clasificación. Ha sido un tropiezo. Lo que sí es cierto es que ya solo se puede perder como máximo una vez más. Los márgenes de error se reducen.

Está más preocupado por cómo se produjo que por la derrota en sí. Trabaja para que Valverde, Tchouaméni y Camavinga se sumen a Modric en la creación de pases de talento. Los tres son futbolistas de energía y de potencia, pero hasta ahora no tenían esa misión del último pase pues Kroos y el croata hacía en esa labor. Bellingham sí es especialista en el último pase, pero en muchas ocasiones juega muy arriba para rematar y esos centros de tiralíneas deben surgir de atrás.

El desgaste del derbi afectó

El movimiento de balón con mayor velocidad es una de las claves para la mejora. El entrenador echó falta oficio para saber empatar en Lille. En los partidos que salen mal hay que tener los recursos para marcar. El Real Madrid los tiene habitualmente, dado su alto nivel técnico. En esta segunda jornada de la Champions no lo demostró. La autocrítica reflexiva del cuerpo técnico y de los jugadores es que el desgaste del derbi fue enorme y se acusó. Faltó frescura en Lille.

El Real Madrid se pone en modo alerta para dar un paso adelante. Muchos de sus internacionales no hicieron pretemporada y la están cubriendo en plena competición y eso se nota. El plan físico de Antonio Pintus indica que toda la plantilla estará en buena forma a finales de este mes, en la hora del clásico. El Villarreal visita el Bernabéu este sábado y Ancelotti trabajará para que su equipo fabrique toda clase de opciones en ataque para superar las situaciones difíciles.

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