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Qatarí que te viTomás Guasch

¿Así le van a ganar al Barça?

Entre las mil cosas que se nos podrían ocurrir en clave blanca, dos lucen como el sol cuando luce: ha perdido a Bellingham y la luz se prende cuando aparece un tío de casi 40 años

Actualizada 00:11

¿Y al Dortmund el martes? Esta es la pregunta, el come-come del madridismo tras este partido en Balaídos. Vivir para ver. Un rápido trabajo de campo me indica que los más optimistas se refugian en que cuando llegue la primavera será otra cosa. O sea no contestan. Y los menos animosos… tampoco. Estos se limitan a contestar: ¿de verdad?

De momento, desde agosto por concretar, no le da para mucho. Es el siniestro resumen. Ganó como casi siempre, casi siempre gana el Madrid sí. Pudo no hacerlo. No fue mejor que el Celta que acabó con siete jugadores que hace nada estaban en el filial. ¿Suerte blanca? Y su arte para reinar en estas situaciones. Y Courtois, otra vez súper decisivo. Y Mbappé. Y Vinicius. Tres sobre todos.

¿Qué sería de ellos, los de arriba, si les acompañara un equipo redondo? Les falta el faro, claro. Pues eso. Los de arriba y la de Luka… Una vez tiró el Madrid a puerta la segunda parte, el gol. Miau. Bueno, uno de ellos. No llega a ganar y tenemos fandango gordo.

Entre las mil cosas que se nos podrían ocurrir en clave blanca, dos lucen como el sol cuando luce: ha perdido a Bellingham y la luz se prende cuando aparece un tío de casi 40 años. Que es mucho tío, claro. Modric. El jugador de más edad en la historia del club desde ahora. Maravillosísimo en lo individual, preocupante en grado sumo en lo colectivo. ¿Cómo carallo puede jugar Belligham a un lado? Esa es otra.

Plantearse si este Madrid le puede ganar a los alemanes, por más bajas que tengan, y al Barça es el legítimo lo-que-hay. Legítimo nerviosismo desatado digo. La realidad es tozuda: se nos está yendo octubre y lo suyo no remonta. Ancelotti prueba, inventa: hay muy poco a lo que agarrarse. Lo grande es que aquí sigue sin perder. La Liga.

Mientras el Celta añoraba a Aspas, y a Moriba pues la instancia que pudo perdonarle no se manifestó, hay instancias ocupadísimas -la mejor Liga del mundo- se trataba de saber si el parón había aclarado ideas y piernas en el Madrid. Conclusión: la empanada sigue siendo la misma.

Sigue sin jugar porque no sabe a qué juega. Es curioso. Esta vez tres centrales, Belligham a la derecha… Ni llegó ni estuvo seguro atrás. Incluso en el alargue: la que falló Douvikas en una contra o así definió el partido madridista.

Otra noche que no dominó, falto de equilibrio en todas las líneas. Le salvó dos maravillas de Mbappé, en el primer tanto, y la de Modric&Vinicius en el segundo. Con eso ganó. La duda es si esta amenazante semana que viene podremos seguir diciendo lo mismo.

Sostiene Ancelotti, que ahora mismo está perdidillo, que después del parón siempre es difícil jugar. Agárrese el madridismo a eso: esta semana tan cargadita, arrasan.

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