¡Oh, Sheinbaum! Doce de octubre, volvió a ganar España
El 12 de octubre gana España y pierden los 'taraos', además de la selección danesa. Martín Zubimendi fue el Colón de turno, el que acabó descubriendo la manera de meter un gol, que con uno bastaba
Pues eso pasó, sí. ¿Quién va a ganar en el Día de la Hispanidad? Pues España y más si es fútbol, últimamente acostumbra a pasar. Ajo y agua.
Mal día, desde buena mañana y hasta casi la medianoche, para antis y similares cuya bandera levanta la presidente de México, que sigue por su linde, lo del perdón. Se pasó el día con lo mismo. La tonta ya se sabe, la agarra, la linde, y no la deja. También el tonto.
Continuará, claro. El 12 de octubre gana España y pierden los 'taraos', además de la selección danesa. Martín Zubimendi fue el Colón de turno, el que acabó descubriendo la manera de meter un gol, que con uno bastaba.
Bueno, el gol tuvo su cosa, sí. Falta de Merino antes del remate decisivo del volante donostiarra. El árbitro eslovaco no vio infracción ni el VAR fuera de juego de Grimaldo. Si hay que pedir perdón será por eso... y tampoco.
Si 'tropecientos' árbitros y una máquina dicen de adelante, quién seremos nosotros para contradecirles. Pero como los daneses son buena gente e históricamente les ganamos (Querétaro, aquel 5-1) o les mangamos (Sevilla, otro 1-0), si se empeñan lo hacemos. Ustedes perdonen. Y hasta la próxima que será parecida.
Fue justo el triunfo español en una cita especial. Muchos de los mejores están de baja y para tiempo. La columna vertebral: Unai Simón, Carvajal, Le Normand, Rodri y Nico Williams. Más Olmo y otros tantos.
En las cabezas de los que todavía resisten está el temor a no ser los próximos. Y pasa lo que pasa, que raro es el partido que un equipo, no pretendo ya los dos, juega a todo vapor, intensidad, 90 minutos de verdad. Las piernas están como están y las cabezas, el miedo, lo mismo. ¿Resultado? Nos medimos.
Eso explica que el primer tiempo español fuera justito y el segundo de Dinamarca, penoso. Los nuestros dejaron el tran tran en el vestuario, apretaron, dominaron, 25 remates a 3 resumen final. Merecido y hasta corto pues su mejora achicó al rival hasta su desaparición.
Y luego está Lamine. Si Zubimendi fue Colón, Lamine es Hernán Cortés, el que se pone al mando y conduce a la tropa hasta el triunfo en todas las batallas. Y Morata. Ovacionado de salida, jaleado como todos mientras jugó y ovacionado cuando fue sustituido. Porque dijo lo que dijo.
Murcia limpió un fracaso social nuestro, así lo siento. Morata fue maltratado en muchos campos y estalló. Y acabó sufriendo lo que un deportista no puede ni debe sufrir. Que se les puede protestar, sin duda. Pero no faltarles al respeto una y otra vez. Me recuerda lo de Vinicius.