Rafa Nadal en un entrenamiento previos a los Juegos Olímpicos

Rafa Nadal en un entrenamiento previos a los Juegos OlímpicosAFP

El reto de Nadal de convertirse en una leyenda olímpica a la altura de las grandes estrellas del evento

Los Juegos Olímpicos son el evento deportivo más importante para cualquier deportista. Son el sueño de todo niño que empieza a practicar un deporte con el deseo de ganarse la vida compitiendo por el mundo. Durante 15 días cada cuatro años, una ciudad acoge todo el deporte del planeta y miles de deportistas de todo tipo de disciplinas llegan con la ilusión de conseguir una medalla para su país.

Atletismo, natación, waterpolo, judo, gimnasia deportiva, patinaje artístico, vela, tenis o baloncesto son solo algunas de las disciplinas que tienen lugar actualmente en los Juegos Olímpicos. En total son 32 deportes diferentes los que tendrán lugar en París a partir de este sábado. Eso sí, históricamente el atletismo o la natación han tenido más importancia que por ejemplo el tenis o el fútbol, aunque eso no ha impedido a Rafa Nadal estar cerca de convertirse en una leyenda olímpica.

Si alguien piensa en los Juegos Olímpicos de la época de Nadal es inevitable que no se le vengan a la cabeza figuras como Usain Bolt o Michael Phelps. Dos deportistas que dominaron la pista de atletismo y la piscina respectivamente y que marcaron varias ediciones del evento deportivo más importante del mundo. Es evidente que el tenista español no está cerca de lo conseguido por el jamaicano y el estadounidense, pero en París podría entrar en un segundo escalón de las leyendas olímpicas.

Rafa Nadal ha participado solo en dos ediciones de los Juegos Olímpicos. Su estreno en este evento fue en Pekín 2008 y debutó a lo grande, conquistando un oro olímpico en individuales que ni Roger Federer ni Novak Djokovic han conseguido nunca. Su victoria ante Fernando González le abrió las puertas del olimpo en lo que fue uno de sus mejores triunfos como profesional y que para muchos, por lo difícil que es conseguirla, convierte al español en el mejor tenista de la historia.

Rafa Nadal con la medalla de oro de los Juegos Olímpicos de Pekín 2008

Rafa Nadal con la medalla de oro de los Juegos Olímpicos de Pekín 2008EFE

La cosa no quedó ahí y Nadal, que se perdió los Juegos Olímpicos de Londres 2012 por lesión a pesar de intentarlo todo para estar, llegó a Río de Janeiro 2016 también entre algodones. El balear llegó con molestias en la muñeca, pero eso no le impidió competir y se colgó un nuevo oro, esta vez en dobles junto a Marc López. Además, en individuales también estuvo cerca de conseguir una nueva medalla, pero perdió en semifinales ante Del Potro y luego en la lucha por el bronce cayó contra Nishikori.

Eso no quita que Nadal sea uno de los pocos deportistas que puedan presumir de haber ido dos veces a los Juegos Olímpicos y haberse marchado de ellos con una medalla de oro. En lo que a tenis se refiere, no hay ningún otro jugador tan exitoso en los Juegos Olímpicos y ahora en París –su ciudad favorita– tiene la posibilidad de consagrarse como una leyenda de las Olimpiadas.

Alcaraz tirará del carro

Desgraciadamente, los años pasan para todos y Nadal ya no tiene la explosividad de ediciones anteriores. Aun así, que Carlos Alcaraz vaya a jugar junto a él en dobles hace que tenga una oportunidad única de lograr su tercer oro olímpico. A diferencia de lo que ocurrió en Río con Marc López, donde Rafa llevaba la voz cantante, ahora le tocará ser el complemento perfecto de Carlitos, quien es en estos momentos el tenista más en forma del mundo.

Se tendrá que acostumbrar el ganador de 22 Grand Slams a esta nueva condición, aunque con la humildad que le caracteriza se da por hecho que así será. Para Nadal hay mucho más en juego que una simple medalla, ya que puede convertirse en el deportista español de la historia con más medallas de oro y además ser considerado como una leyenda de los Juegos Olímpicos.

Alcaraz le acompañará en esta aventura y no se puede descartar que haga algo grande en individuales, donde todavía no es seguro que compita, aunque de hacerlo será sin duda uno de los candidatos. Es cierto que podría cruzar con Djokovic en segunda ronda, pero igual de cierto es que el serbio tampoco debe estar encantado con esta posibilidad.

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