La intrahistoria de la rivalidad Nadal - Djokovic que quizás ya haya vivido su último capítulo

Novak Djokovic y Rafa Nadal disputaron este lunes el capítulo número 60 de su rivalidad. Serbio y español han tenido durante 15 años batallas épicas que van más allá del deporte. Dos estilos opuestos que han provocado que miles de personas que no tenían ningún interés por el tenis se pegaran a la televisión en cada encuentro para disfrutar de algo que parecía no tener fin.

Los Juegos Olímpicos han podido cerrar una de las mejores historias del deporte. Todavía no se puede afirmar, de hecho, tras la derrota, Nadal ya avisó de que no quiere que eso se diga. La decisión de colgar la raqueta será suya y mientras esté en el circuito siempre existirá la posibilidad de volver a jugar contra Nole. «Parece que cada día me queréis retirar, dadme un poco más de tiempo», aseguró al acabar su partido ante Djokovic.

Lo cierto es que ni el propio Nadal sabe todavía qué le deparará el futuro y solo quiere ir día a día para ver si consigue sentirse más competitivo. Aun así, merece la pena meterse de lleno en la rivalidad que ha tenido con Djokovic. Es cierto que para el español su mayor rival siempre será Federer, pero el gran contrincante en la carrera del serbio ha sido Rafa y las batallas que han tenido en pista no tienen nada que envidiarle a las de 'Fedal'.

También es verdad que nunca mostraron esa sintonía en la cancha de tenis. Nole llegó al circuito y en un principio todo hacía indicar que sería el tercero en discordia. El primer cara a cara de Nadal y Djokovic fue en los cuartos de final Roland Garros 2006 y en absoluto se esperaba que fuese a ser la serie de tenis más larga de la historia. Hace casi 20 años de aquel duelo en París que se llevó Rafa por retirada del serbio cuando el español le iba ganando cómodamente y curiosamente el cierre de la rivalidad más longeva del deporte podría terminar siendo también en la ciudad del amor.

Se respetan, pero no son amigos

La capital gala ha sido la que más veces ha presenciado un Nadal - Djokovic. En total 11 veces se han visto las caras en el complejo de Roland Garros con ocho victorias para el balear y dos para el serbio en la Copa de los Mosqueteros. A eso hay que añadirle el triunfo conseguida por Nole este lunes y que evidenció que Nadal no está ahora mismo para competir a los mejores del mundo, pero que da esperanzas para los próximos meses.

Nadal quiere seguir, eso es un hecho. Disfruta con la competición y mientras Djokovic esté en el circuito él desea plantar batalla. Es cierto que el cuerpo no le da respiro y es más la mente la que le hace tirar para adelante. El balear es adicto a competir y se niega a pensar que su actuación en estos Juegos ha sido el final contra el serbio, quien no es su amigo, pero al que le reconoce todo lo que ha logrado en el tenis.

Nadal es consciente de que coger a Djokovic en la carrera por ser el mejor de la historia ya es muy difícil y en realidad es algo que no le preocupa. Decidir quien es el mejor de todos los tiempos es tan subjetivo que cada uno tendrá su opinión. Lo que el español no quiere es quedarse con la sensación amarga de este último choque. Esta historia merece un final mejor con un partido mucho más reñido, independientemente de quien termine ganando.

Los habrá que piensen que Rafa debe pensar en retirarse para evitar derrotas tan dolorosas como esta última, pero como él mismo dice «me he ganado decidir cómo acabar». Cualquiera en la piel de Nadal habría optado por no saltar a pista para evitar la derrota y dejar la incógnita, pero el 22 veces ganador de Grand Slam no es así. Siempre lo intenta y sabe que a su historia con Djokovic jamás le sobra un capítulo. El tiempo dirá si habrá otro y podrá ser más reñido. Por el momento, la cosa se queda 31- 29 en favor de Nole.