Pau Echaniz celebra la medalla de bronce en la categoría de K1 en aguas bravas

Pau Echaniz celebra la medalla de bronce en la categoría de K1 en aguas bravasAFP

España disfruta de un 'superjueves' olímpico con cuatro medallas

Hay días que por muchas razones tardan bastante tiempo en olvidarse. Pueden ser jornadas buenas o malas. Puede haber más o menos suerte. Y en ese sentido, el jueves 1 de agosto de 2024 va a ser una de esas fechas que nunca se le van a olvidar a los aficionados españoles.

Fue un día redondo. A las 09:48 de la mañana, Álvaro Martín le dio la primera alegría a la delegación española presente en la capital francesa. El marchador extremeño cumplió con las expectativas y cruzó la línea de meta de la Plaza del Trocadero en tercera posición, lo que supuso la segunda medalla de bronce en los Juegos para España, tras la conseguida por el judoca Fran Garrigós el sábado 27 de julio. Martín quedó por detrás del ecuatoriano Daniel Pintado (primero) y del brasileño Caio Bonfim (segundo). El de Martín fue sin duda un nuevo éxito para el deporte español.

En los 20km marcha femenino también había opciones reales de medalla. María Pérez partía como una de las principales favoritas para sumar un nuevo metal para el deporte español y la marchadora granadina no decepcionó. Cruzó la línea de meta en segunda posición y le dio una alegría tremenda a todos los aficionados españoles que siguieron la prueba en directo y a través de la televisión.

El madrugón había merecido la pena. En menos de cuatro horas se habían conseguido dos nuevos metales. Y eso supo francamente bien, ya que se venía de un miércoles bastante negro para el deporte español, donde se habían perdido muchas opciones de medalla. El pesimismo se había instalado en la delegación española. Cabe recordar que se aterrizó en París con la ilusión de igualar o superar las medallas conseguidas en los Juegos Olímpicos de Barcelona 1992.

Después del doble éxito conseguido en los 20km marcha, el deportista español que se encargó de brindarle una nueva alegría a nuestro deporte fue el boxeador Emmanuel Reyes Pla, el púgil español afincado en La Coruña y de origen cubano que se aseguró la medalla olímpica tras deshacerse del belga Victor Schelstraete en los cuartos de final. En boxeo se reparten dos medallas de bronce, pero el español quiere el oro.

Y de la alegría del boxeo se pasó al piragüismo en aguas bravas. La de Pau Echaniz fue una sorpresa inesperada, ya que el piragüista guipuzcoano era el menos favorito de la final de K1 disputada en Vaires-sur-Marne. El español fue el primero en iniciar su bajada y marcó un tiempo de 88.87 contando con una penalización de dos segundos tras haber tocado la puerta 19 del circuito. Para confirmar la medalla de bronce, Echaniz tuvo que esperar casi toda la prueba. Cuando se confirmó el metal, se llevó una alegría inmensa. Era un bronce que sabía a oro.

En un mismo día se consiguieron tres nuevas medallas, pero se escaparon varias opciones. Aun así, esto ha hecho que España suba hasta la 32ª posición en el medallero. Todavía quedan muchas jornadas por delante, pero lo vivido este jueves puede suponer un punto de inflexión en los Juegos Olímpicos. Quedan tan solo 18 medallas para igualar las de Barcelona'92.

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