Todavía es posible conseguir entradas para el Alcaraz-Djokovic y para muchas grandes finales
¿Contagiado del fervor olímpico y quiero vivirlo in situ? Aún hay maneras de hacerse con localidades para las gradas más deseadas de París. Hablamos con los expertos de VB Group, con exclusiva de venta de entradas para España
Un espacioso local junto al parisino Centro Pompidou guarda la varita mágica que muchos quisieran tener en sus manos en este momento. Allí se encuentra el cuartel general durante la celebración de los JJ.OO. de la empresa española VB Group.
Su expertirse y conocimiento del terreno en grandes eventos deportivos, como el mundial de rugby o la Vuelta Ciclista, le permitió ganar el concurso para ser la agencia oficial de nuestro país de ticketing con «hospitality» para los Juegos de París.
El complejo sistema de entrada de las Olimpiadas permite adquirirlas directamente en la organización de París 2024, a través de la reventa oficial o por medio de las agencias que en cada país tiene la exclusiva de los paquetes de entradas más «hospitality», que es como se conoce a aquellas localidades que incluyen también otros servicios como acceso a zonas VIP, etcétera.
Desde hace diez días, en la puerta del número 24 de la Rue de Beaubourg, hay una mesa con banderas de España y una gran vitrina desde la que se aprecia un espacio con obras de arte de temática deportiva, en la que destacan las fotografías de Félix Sánchez, junto a un espacio gastronómico de la firma Bellota-Bellota, un pequeño bistró con productos ibéricos.
«Ya hemos regalado más de medio millar de banderas», explica a El Debate Daniel Souto, uno de los miembros de este equipo de «conseguidores olímpicos» que ya ha cosechado unas cuantas medallas.
El espacio se ha convertido en una especie de legación informal de nuestro país. Con permiso del magnífico ibérico que en él se sirve, lo verdaderamente sabroso de este local provisional está en lo que podríamos considerar su rebotica.
Cuatro personas atienden teléfonos y mails. Junto a Souto están en París, Valeria Vargas, Rubén Lisarri y Águeda Bermejo, capitaneados por Gustavo González, jefe del departamento de entretenimiento y deportes de VB Group.
Cinco personas más trabajan en la operativa en las oficinas centrales de Madrid y México DF. En total, trabajan en cometidos similares de ticketing con hospitalidad 22 empresas en todo el mundo, que ganaron sus respectivos concursos. La española VB Group ofrece otros servicios, desde la organización de viajes a experiencias exclusivas para sus clientes que han venido a París.
Su maquinaria olímpica se puso en marcha en 2022, año en el que ganaron el concurso. En este tiempo han atendido peticiones de 1.500 personas, mayoritariamente de España pero también de México.
«Tenemos clientes que nos pidieron entradas hace dos años y otros que nos escriben hoy mismo preguntando por el partido de Alcaraz-Djokovic de mañana. Y sí, les hemos conseguido entradas», explica a El Debate Valeria Vargas.
El complejo sistema de entradas de las competiciones se caracteriza por su dinamismo, lo que hace que haya movimiento de localidades hasta el último momento y que salgan a la venta entradas prácticamente todos los días.
Hay personas que quieren ir a una final o a una competición deportiva con independencia de quién la dispute. Y, en cambio, hay otras que lo hacen en función del país o el deportista.
Un caso evidente, por seguir con lo que sucede en Ronald Garros, sería que si la dupla Alcaraz-Nadal hubiera conseguido llegar a una final hubiera habido muchísima demanda de entradas por parte de uno público español menos interesado ahora en la final de dobles.
Esta dinámica obliga a las empresas de cada país a estudiar bien las posibilidades de sus equipos olímpicos a la hora de comparar entradas para las finales con antelación. «Muchas entradas nos las piden las propias federaciones», explican.
Además de estos compromisos y peticiones de última hora, son muchos los que en el último momento deciden intentar conseguir localidades. «Tenemos toda clase de clientes. Desde quienes han visto por la televisión un partido o una actuación de Biles y nos escriben contagiados y quieren venir, clientes que están ya en París y quieren ver más competiciones o seguir a sus deportistas preferidos en las finales».
Naturalmente, a estas alturas de competición, los precios son muy elevados para las finales de baloncesto, que prácticamente no tiene ninguna entrada. Dada la alta demanda y teniendo en cuenta que solo comercializan las mejores localidades con acceso a hospitality, una entrada para la final olímpica que enfrentará mañana a Nole y Carlitos, rondaría los 3.500 euros, los 2.500 para las finales de gimnasia para quienes se quiera dar el gustazo de ver a Biles, 5.000 la final de baloncesto y sobre unos 1.000 euros para las finales de atletismo.
Pero también hay posibilidades para bolsillos con menos poderío. «Hay entradas con hospitality a 100 euros para muchos deportes como el hockey, marcha, tenis de mesa o fútbol».
Otro asunto muy demandado son las sedes. Algunas, por su espectacularidad, han desperado enorme interés. Son los casos de equitación en Versalles, vóley playa junto a la Torre Eiffel o esgrima en el Grand Palais. «Hay quien llama más por conocer la instalación olímpica en concreto que el deporte».
Por ejemplo, el Gran Palais, donde mañana concluirá la esgrima, acogerá el taekwondo. A estas alturas de competición, son numerosas las peticiones de familiares o amigos de deportistas que solicitan entradas conforme sus atletas avanzan en las clasificaciones.
Las entradas en poder de las respectivas federaciones se limitan a dos por atleta, situación que propicia que familiares de atletas de todo el mundo recurran bien a la reventa oficial o a las empresas distribuidoras de productos hospitality.
«Para la sesión en la que el corredor Álvaro Martín se hizo con el bronce en 20 kilómetros marcha, conseguimos cuatro entradas para sus familiares. En cierto modo nos sentimos participes de ese momento tan especial porque conseguimos que los suyos estuvieran a su lado», explica Souto, quien siguió la prueba desde las pantallas del espacio mientras seguía haciendo gestiones.
Souto acaba de dar la alegría a un bilbaíno fanático del Athletic y del atletismo de conseguirle una entrada para la final masculina de los 100 metros que se disputa pasado mañana.