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Marc Márquez posa con el trofeo de ganador en Phillip Island

Marc Márquez posa con el trofeo de ganador en Phillip IslandEFE

El resurgir de Marc Márquez con Ducati que invita al optimismo para la temporada que viene

El piloto español acaba de sumar su tercera victoria de la temporada al vencer el Gran Premio de Australia y vuelve a sonreír encima de una moto

Marc Márquez está de vuelta. El mejor piloto español de motociclismo de la historia vuelve a sonreír con Ducati después de varias temporadas en el ostracismo, llenas de caídas, lesiones, operaciones y malos resultados con su antigua Honda. El español acaba de sumar su tercera victoria de la temporada al vencer el Gran Premio de Australia de MotoGP en el circuito de Phillip Island, superando a Jorge Martín y a Pecco Bagnaia.

El de Cervera ha conseguido recortar puntos y acercarse más a los dos primeros pilos del mundial. A pesar de eso, Márquez está a 79 puntos de Martín (líder del Mundial) y a 59 de Bagnaia a falta de tres carreras (Tailandia, Malasia y Valencia) para terminar el campeonato de 2024. El piloto catalán ha ido de menos a más esta temporada. Cabe recordar que Marc Márquez dejó Honda la pasada temporada tras 11 años en la escudería japonesa, con la que consiguió seis mundiales en MotoGP.

Marc Márquez ha optado por mantener un perfil bajo y de ir mejorando en silencio. El catalán abandonó Honda y fichó por Gresini para volver a ser competitivo. Y la realidad es que el plan le está saliendo bien al '93'. Las tornas han cambiado y Ducati es ahora la escudería dominadora en las tres categorías de la élite.

A principios de año, el catalán tuvo que adaptarse a una nueva moto después de tantos años y eso lleva tiempo. Pero a medida que ha ido cogiendo rodaje en las carreras, Marc Márquez no ha hecho más que cosechar grandes resultados y ha demostrado lo buen piloto que es, a pesar de no ser un chaval.

El piloto español de MotoGP Marc Márquez celebra su victoria en Aragón

El piloto español de MotoGP Marc Márquez celebra su victoria en AragónEFE

El mejor momento del piloto español ha llegado en la segunda mitad de temporada, y a pesar de que aún tiene opciones matemáticas de llevarse su séptimo campeonato del mundo, se antoja casi imposible recortar tantos puntos a Jorge Martín y a Francesco Bagnaia en tres carreras.

Los mundiales los suele ganar el piloto más regular y el que más consistencia muestra a lo largo de la temporada, pero en MotoGP no se puede cantar victoria antes de tiempo. Una caída o una mala carrera te puede costar caro y de eso saben mucho Bagnaia y Martín, que han visto cómo Marc Márquez se les ha acercado peligrosamente.

Cabe recordar que el italiano y el español son el actual campeón y subcampeón del campeonato mundial de MotoGP. Marc Márquez ha conseguido subir un total de nueve veces al podio esta temporada, con tres victorias incluidas (Aragón, San Marino y Australia). Teniendo en cuenta que en los dos últimos años con Honda tan sólo consiguió subirse al podio en dos ocasiones, se puede decir que Marc Márquez nos ha vuelto a recordar al seis veces campeón del mundo en la categoría reina.

¿Y si Marc hubiese empezado mejor en este inicio de temporada? Pues igual estaríamos ante el más que probable séptimo mundial del catalán, el primero con Ducati. Pero eso nunca lo sabremos. Lo que sí que sabemos es que a Márquez le depara un futuro que invita al optimismo de cara al año que viene, cuando ya ruede con su nueva moto por segundo año consecutivo.

Marc Márquez y Jorge Martín durante el Gran Premio

Marc Márquez y Jorge Martín durante el Gran Premio de AustraliaEFE

El '93' ha dejado atrás su calvario de lesiones en estos últimos años. El de Cervera se ha sometido a varias operaciones del hombro, del brazo o de la mano. Intervenciones que, sumadas al bajo rendimiento de la Honda, no le han permitieron competir al 100 %. Pero todo eso parece que ya ha pasado, y ahora Márquez vuelve a sonreír en encima de una Moto. Ese gen competitivo, esa mentalidad ganadora y el querer ir siempre al límite le han ayudado a sobreponerse y no rendirse nunca.

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