La final de aspirantes y herederos: tres premios en uno en el Alcaraz-Ruud
El US Open regala un partido en el que se pone no solo un Grand Slam en juego: es el duelo más esperado para tener alternativa en el tenis
Cuenta Carlos Alcaraz que desde que era un niño soñaba con ser número uno del mundo del tenis antes que con ganar un Grand Slam. Pero este niño es tan grande que a sus 19 años le llega la oportunidad de sumar ambas cosas. Un español que no es Rafa Nadal, de El Palmar, de Murcia, está en toda una final del US Open, cuarto y último 'grande' de la temporada. Puede ganar un Grand Slam... y ser el número de uno a la vez. Es Carlos Alcaraz, heredero del tenis mundial.
Juega Alcaraz este domingo no ya el partido de su vida, que evidentemente lo es, sino el encuentro por el que todo un país está esperando. España tenísticamente ha sido de Nadal, como para no serlo, pero en 2022 nos hemos dado cuenta que a Rafa le venía por detrás otro tenista mayúsculo, lleno de ilusión y fuerza que en su primer año completo como tal ha conseguido batir récords y hacernos ver que aquí no solo había futuro, que Alcaraz ya era presente.
Le toca al murciano un duro hueso de roer. Tras los tres últimos partidos a cinco sets ahora se enfrenta a Casper Ruud, un noruego muy 'español'. Y es que el escandinavo no puede entender su carrera sin nuestro país: aquí ganó su primer torneo –Sevilla, 2016– y aquí se formó deportivamente, en la Academia de Nadal en Manacor. Ruud ya fue finalista de un Grand Slam, este año en Roland Garros, y con esa experiencia (que le duró poco, ya que perdió por la vía rápida) juega con cierta ventaja respecto a un Alcaraz nuevo en estas lides. A Casper le llega ahora, con cuatro años mas que Carlitos, la oportunidad más clara de su vida: toca el Grand Slam... y el número 1.
Porque la final del US Open es mucho más que una final. Hay muchas cosas en juego. Lo primero y más evidente, aquello por lo que todo tenista juega, es por hacerse con todo un Grand Slam. Pero es que este duelo en Nueva York acumula todo aquello que puede tener un gran encuentro de tenis: al gran trofeo se le une el número 1 del tenis mundial y el calificativo, ya real, de ser el heredero de este deporte. En el tenis han mandado en los últimos 20 años tres tenistas: Rafa Nadal, Roger Federer y Novak Djokovic. Si bien en algunos años y circunstancias se ha 'colado' algún otro jugador, en este caso es distinto. Tanto Alcaraz como Ruud están consolidados, van hacía arriba y salvo hecatombe en sus carreras se mantendrán en la élite del tenis varios años. No es algo aislado ni la final del US Open ni que alcancen el primer puesto del ranking ATP.
La final es el momento de Alcaraz. De salir victorioso de la Arthur Ashe este domingo (aunque ya en España estaremos de madrugada al lunes, porque arranca a las 22:00 y el partido da todos los síntomas de que será largo) será el número 1 más joven de toda la historia. Fue ahí, en Nueva York, donde hace un año Carlitos se dio a conocer con un vibrante triunfo ante el griego Stefanos Tsitsipas, candidato entonces. Llegó a cuartos y ya parecía un éxito. Ahora está en la final, recibido con honores y quien sabe si iniciando –lo sabremos dentro de varios años– una relación de amor con el público estadounidense, que empieza a ver a Alcaraz como su jugador predilecto porque fueron ellos los primeros que le vieron destaparse.
En el análisis del duelo directo, son muchas más horas de tenis las que tiene sobre las piernas Alcaraz respecto a Ruud. Los partidos del español han durado 15 horas y 13 minutos en este US Open, tiempo muy superior al que ha empleado el noruego para llegar a la final, 8 horas y 56 minutos. Pero Alcaraz llega con una energía impulsado por sus épicos duelos, pletórico por cómo ha llegado al domingo más importante de su vida. Con España detrás Carlitos está ante la historia del tenis. Un nuevo nombre para un grande se verá en Nueva York.