El incierto final de 2024 de Rafa Nadal: ¿volverá a jugar algún torneo?
De aquí a que acabe la temporada, el balear solo está apuntado a la exhibición Six Kings Slam. Todo lo demás es una incógnita
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El 2024 no está siendo un año sencillo para Rafa Nadal. El balear tan solo ha jugado 19 partidos y se ha visto en la obligación de renunciar a algunos torneos que le apetecía disputar por el hecho de no sentirse lo suficientemente competitivo. Eso ha sido su máxima a lo largo de toda su carrera: sentirse preparado para poder pelear por los trofeos importantes.
De esos 19 encuentros, Nadal ganó 12 y perdió siete. Pero el problema es que durante los nueve meses que llevamos de 2024, el balear ha tenido que borrarse de más torneos de lo que a él le gustaría. En todo este tiempo, Rafa se vio en la obligación de renunciar al Open de Australia, al Masters 1000 de Montecarlo, a Wimbledon, al US Open y, por último, a la Laver Cup.
Cabe recordar que Rafa había dicho que este 2024 iba a ser, con casi total probabilidad, el último año de su carrera deportiva. El balear se marcó como objetivo jugar todos aquellos torneos que habían sido importantes para él, pero por una cosa u otra no ha podido jugarlos.
Rafa cumplió 38 años el pasado mes de junio. Ya ha ganado todo y podría retirarse en cualquier momento. Tiene todo el derecho del mundo. El balear siempre defendió que le haría especial ilusión despedirse en una pista de tenis, pero eso depende única y exclusivamente del físico y la cabeza.
Una vez concluidos los Juegos Olímpicos, Nadal afirmó que se iba a tomar un tiempo para decidir cuál iba a ser su hoja de ruta de cara a la recta final del año. Después de la cita olímpica, Rafa renunció al US Open y este jueves también se bajó de la Laver Cup. Los argumentos fueron que no se sentía preparado para competir al nivel que exigen citas de esas características. Los Grand Slams son palabras mayores y Nadal tan solo ha jugado un partido a cinco sets en más de un año y medio (el que perdió frente a Zverev en la primera ronda de Roland Garros).
Lo que sí se sabe es que Nadal está apuntado al Six Kings Slam, una exhibición que se disputa del 16 al 19 de octubre en Riad. Si no cambia de parecer, el balear coincidirá en tierras saudíes con Novak Djokovic, Carlos Alcaraz, Jannik Sinner, Daniil Medvedev y Holger Rune. Pero después de eso, no se conocen los planes de Nadal.
De aquí a que acabe la temporada, no hay ningún torneo que se juegue sobre tierra batida, la superficie fetiche de Nadal. Y eso reduce las opciones de que se anime a competir. Su físico cada vez está más erosionado y la pista dura no le viene del todo bien al campeón de 22 Grand Slams.
Lo único que le podría animar a la hora de volver a colgarse el raquetero al hombro es el disputar las finales de la Copa Davis. Este torneo ha sido muy especial para Rafa a lo largo de toda su carrera y no sería del todo descabellado que podría reaparecer en Málaga. Nada le hace más ilusión que jugar por España. Pero esto dependerá de si el equipo capitaneado por su amigo David Ferrer logra el billete para la fase final en la ciudad andaluza.
El propio Ferrer le dejó la puerta abierta. Nadal sabe que si se siente en condiciones, el exjugador Jávea no le va a poner trabas. El balear tiene su lugar reservado en el equipo español de Copa Davis y la presencia del balear animaría a los aficionados a la hora de comprar una entrada para verle (una vez más) en acción.
Más allá de la Davis, Nadal no tiene mucho más donde elegir. La Copa de Maestros no la va a jugar al no estar entre los ocho mejores del año y tampoco parece que vaya a competir en los Masters 1000 de Shanghái y París-Bercy. Por lo tanto, se podría afirmar que, si no juega la Davis, su temporada estaría terminada. Todo lo demás sería especular. Y eso con Rafa no es lo más conveniente.