La desgarradora confesión del número nueve del mundo tras vencer una depresión: «No le veía sentido a mi vida»
El tenista ruso vivió un 2024 para olvidar y desveló no reconocerse a sí mismo cada vez que perdía los papeles en pista
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el tenis es un deporte muy mental y cuando las cosas no salen como uno quiere lo más normal es colapsar, entrar en barrena y eso suele repercutir en lo que pasa dentro de la pista, ya que acaban cayendo eliminados a las primeras de cambio en los torneos que deciden jugar.
Eso fue lo que le pasó a Andrey Rublev. El ruso vivió un 2024 para olvidar, con más sombras que luces y en algunos partidos protagonizó momentos en los que se puso fuera de sí y en los que perdió los papeles dentro de la pista cuando fallaba puntos que no debería de haber errado.
En ese momento, nadie pensó en lo mal que lo pasó Rublev. Y es por eso que aprovechando su debut en el Open de Australia, el ruso concedió una entrevista el diario inglés The Guardian en la que desveló que en 2024 sufrió una depresión que le impidió rendir al máximo en la segunda parte de la temporada.
Rublev tocó fondo en Wimbledon tras perder en primera ronda contra el argentino Francisco Comesaña. «Fue el peor momento que he vivido. No fue por el tenis, fue por mí mismo. Después de ese momento no le veía sentido a la vida. ¿Para qué? Suena un poco dramático, pero los pensamientos que tenía en la cabeza me estaban matando, me generaban mucha ansiedad y no podía soportarlo más».
«Me sentía mal, avergonzado, porque no soy ese tipo de persona. No es agradable verlo. Ahora, que me conozco más a mí mismo, me siento más tranquilo. Estoy en un lugar mucho mejor. Cuando veo esos vídeos [perdiendo el control] es como si estuviese en una vida anterior. Ya no soy yo. Estaba tomando pastillas antidepresivas y no me ayudaban en absoluto. Al final dije: 'No quiero tomar nada más'. Dejé todas las pastillas y Marat Safin me ayudó mucho en la conversación», explicó Rublev.
Ahora, con todo ya en el recuerdo, Rublev espera vivir un 2025 mucho más estable y volver a ser ese tenista capaz de ganar torneos importantes y, sobre todo, llegar lejos en los Grand Slam, su asignatura pendiente estos últimos años.