La inversión de Madrid supera en cuarenta puntos a la de Cataluña en los últimos veinte años

Este artículo quizás debiera empezar con un refrán español muy conocido: «A Dios rogando y con el mazo dando», porque realmente es lo que ha sucedido en Madrid y ha dejado de pasar en Cataluña.

Pero realmente, tengo que empezar explicando que es la Formación Bruta de Capital. Lo voy a hacer utilizando la Economipedia que dice «Se denomina formación bruta de capital fijo a la medición de los aumentos o disminuciones de la cantidad total de bienes duraderos en cierto territorio durante un tiempo en cuestión.» Y continúa: «Su importancia es grande a nivel de estudio económico, y más concretamente en el ámbito macroeconómico, debido a que la formación bruta de capital fijo es considerada como uno de los componentes principales de la inversión.»

En definitiva, cuando el INE en la Contabilidad Nacional nos habla de la Formación Bruta de Capital Fijo (FBCF), nos está hablando de la partida más importante que compone la Inversión y uno de los factores claves para calcular el PIB.

Hoy vamos a analizar qué ha pasado en Madrid y en Cataluña en el periodo del 2000 hasta el 2020.

En el año 2000, Cataluña generaba casi 31.000 millones de euros de FBCF, frente a Madrid que conseguía casi un 8 % menos. Recordemos que en aquella época el PIB de Cataluña era un 6.5 % superior al de Madrid

Vemos que Madrid sólo era superior a Cataluña en la Inversión en tres sectores, el Comercio (+23.2 %), la Información y comunicaciones (+38 %) y las Actividades artísticas (+21.9 %). Mientras, Cataluña, lo era en el resto de sectores incluido las Actividades financieras y seguros (+8.8 %) .

Veamos qué pasa 10 años después y como ha cambiado la foto.

Diez años después, nos encontramos que Madrid y Cataluña han empatado en la creación de Formación Bruta de Capital y para ello Madrid ha crecido casi un 38 % y Cataluña un 27 %.

Madrid se ha colocado por encima en 5 sectores: Comercio, Información y Comunicaciones, donde Madrid se disparado en crecimiento, ha dado el «sorpasso» en Actividades Financieras y seguros, en Actividades inmobiliarias y en Actividades profesionales. En cambio, Cataluña sigue siendo mejor en la inversión en Agricultura, Industria, Construcción, Administración Pública, donde Cataluña va a ser difícil de desbancar, y en Actividades Artísticas y recreativas.

Si damos un salto adelante en otros 10 años nos encontramos con lo siguiente:

Madrid ha sido capaz de generar una inversión de 55.000 millones de euros, frente a Cataluña que se ha quedado en menos de 48.000 millones.

Madrid crece con respecto al año 2000, un 94.2% en inversión cuando su PIB crecía un 89%. Cataluña sólo crece en Inversión un 54.4%, cuando su PIB crecía un 73.9%. En los últimos 10 años Madrid crece un 41%, frente al 21% de Cataluña.

¿Dónde está el secreto?

Debemos recordar que la inversión es una decisión empresarial, excepto en la Administración Pública, que en Madrid representa el 8.7% de la inversión y en Cataluña representa el 13.6%.

Los empresarios invierten en equipamiento, maquinaria, digitalización, inmuebles y en otras cosas más, cuando están seguros de que su inversión no se va a ver dañada por los políticos. Cuando encuentran facilidad para desarrollar sus inversiones, cuando saben que las condiciones no van a cambiar para que su inversión se convierta en beneficios para sus empresas y para sus accionistas.

Los empresarios no invierten cuando sus gobiernos locales consiguen crear desconfianza en que la inversión sea rentable, cuando con sus políticas hacen huir de sus regiones a muchos empresarios que se llevan sus inversiones a otros lugares.

Cómo digo muchas veces, que pena me da que Cataluña este gestionada por gente que ha perdido el norte y que se olvida de sus ciudadanos para tratar de conseguir sus objetivos personales. Me da mucha pena que, siendo una región histórica en emprendimiento y en desarrollo industrial y con una burguesía innovadora y capaz de crear riqueza para su región y para toda España, toda esa historia se haya perdido.

Pero, por otro lado, me da mucha alegría que haya sido Madrid la comunidad que ha decidido hacer propios esos valores de la burguesía catalana, adoptarlos y adaptarlos a su propia idiosincrasia para llegar a convertirse en el motor de España.

Hoy la presidenta de la Comunidad de Madrid y su equipo es el mayor exponente de ese cambio, de esa transformación y de saber crear a su alrededor el clima para que los empresarios inviertan, para que se desarrollen nuevas empresas, para que la riqueza se utilice para crear más riqueza y se haya convertido en el adalid de los principios liberales de la economía moderna.

Por lo tanto Sra. Ayuso, siga usted con el A Dios rogando pero con el mazo dando.