Empleo
Por qué los españoles no quieren trabajar en obras ni en bares
Uno de los grandes inconvenientes es el alto índice de paro juvenil, situado casi en el 30 %
«Cuando hay que contratar a alguien se nota que la juventud cada vez quiere trabajar menos», manifiesta Eusebio Ronda, un pequeño hostelero. «Los jóvenes pretenden tener horario de oficina, y no currar los fines de semana, y eso en este sector es casi imposible», agrega. Todo ello explica que Cepyme haya comunicado esta semana que hay 109.000 vacantes que las empresas no pueden cubrir.
Gerardo Cuerva, presidente de la patronal, ha explicado que las pequeñas y medianas empresas tienen cada vez más dificultades para conseguir y retener trabajo. Cuerva ha llegado a afirmar que la situación es un problema real «que no vale despejarlo como lo ha hecho en alguna ocasión la ministra de Trabajo».
Actualmente el paro juvenil en España se encuentra prácticamente en el 30 %, mientras que en la eurozona la tasa de desempleo de los menores de 25 años cerró el 2021 en el 14,9 %, es decir, menos de la mitad que en España.
Déficit en la construcción
Concha Santos, presidenta de ANCI, la asociación de las constructoras no cotizadas, subraya que: «Tras la crisis de 2008, que impactó muy duramente en la construcción, muchos trabajadores se fueron a otros sectores. Hoy en día falta mano de obra para ejecutar los proyectos, la edad media de los ocupados es elevada –dificultando el necesario relevo generacional–, y también faltan mujeres».
En ANCI, aludiendo al último informe de CNC, aseguran que: «El 65 % de las constructoras ve extremadamente difícil contratar encargados de obra, junto a otros perfiles como capataces, albañiles, encofradores y operarios de puesta en obra de hormigón, por ejemplo. El sector necesita superar prejuicios del pasado que pueden estar hoy frenando la incorporación de nuevos trabajadores. La digitalización, las nuevas formas de construcción y la implantación de las nuevas tecnologías han hecho que el sector no tenga nada que ver con el de hace años, y afrontamos nuevos retos».
El 65 % de las constructoras ve extremadamente difícil contratar encargados de obra
Asimismo, Santos sostiene que: «Desde ANCI, la asociación de las constructoras no cotizadas, nos sumamos a la petición que la Confederación Nacional de la Construcción ha hecho al Gobierno de un plan de choque para combatir el paro juvenil e impulsar la transición digital y ecológica con la incorporación de jóvenes –y mujeres, que hoy se encuentran infrarrepresentadas en el sector–, para llegar a los 700.000 puestos que necesita el sector en los próximos 5 años».
Uno de los principales problemas de la falta de mano de obra en la construcción es la conclusión de los fondos europeos, ya que 7 de cada 10 euros pasarán por este sector: «La situación actual dificulta de forma directa la ejecución de los fondos, al margen de los actuales retos de falta de suministros, el desorbitado incremento de los precios de las materias primas y el encarecimiento de la energía», expone la presidenta de ANCI.
El sector de la hostelería
De acuerdo con los datos aportados a El Debate por la patronal de hosteleros de Madrid, en el mes de marzo la contratación subió hasta alcanzar en torno a la cifra 1.500.000 empleos en España, pero todavía por debajo de los niveles prepandemia.
Juan José Blardony, director general de Hostelería Madrid, afirma que: «Los puestos más difíciles de cubrir ahora mismo en hostelería son sobre todo en el área de sala (camareros o barman) y de ello los puestos que requieren más cualificación y experiencia. En las causas de la falta de mano de obra concurren múltiples factores que tienen que ver con la evolución del mercado laboral y que afectan a muchos sectores económicos».
Además, desde Hostelería Madrid creen que: «La mejora de la cualificación de personal es necesaria. Necesitamos formar de manera más práctica y efectiva a los desempleados para que cubran las necesidades de las empresas. También tenemos que trabajar para hacer más atractivo el sector en las condiciones económicas y laborales, dentro de que el mismo tiene sus propias necesidades en cuanto a servicios en fines de semana o mayor volumen de trabajo en épocas estivales».
Sin embargo, el repunte del turismo –especialmente durante las temporadas vacacionales– ha provocado que se vean brotes verdes en el sector hostelero.
Blardony explica que: «El turismo es un gran motor de nuestras ciudades. En Madrid ya hemos recuperado el turismo nacional y estamos recuperando el turismo internacional. Sin embargo, es necesario entrar en una normalidad que ahora mismo pensamos que está amenazada por la disminución de la renta y por la subida de la inflación. En las empresas estamos viviendo en una montaña rusa desde hace dos años que aún no ha terminado».