El sector financiero no para de destruir empleo

Hasta ahora no había escrito nunca sobre la Encuesta de Población Activa. No escribir no significa que no la haya estudiado y revisado por motivos personales y profesionales. Siempre he tenido dudas a la hora de comparar los datos: si hacerlo sobre el trimestre anterior o sobre el mismo trimestre del año anterior.

Hoy lo voy a hacer sobre los dos, porque creo que aporta más información y más claridad sobre los números y permite entender mejor lo que está pasando y lo que ha pasado.

El primer trimestre del año pasado estuvo tremendamente afectado por la variante Ómicron del COVID-19. Oficialmente produjo 1.267.813 contagios, entre enero y febrero, y 18.772 muertos por covid, a pesar de que la vacunación había llegado a más del 80 % de la población y redujo sensiblemente la actividad económica.

El primer trimestre de este año no hay problemas con el covid, pero ha aparecido la guerra de Rusia contra Ucrania, que desde luego está afectando a las expectativas empresariales. Pero sobre todo tiene bloqueado al Gobierno, que todavía no ha conseguido tomar una decisión ni implantar una solución con respecto a la factura eléctrica y acaba de aprobar una serie de medidas en el Congreso de los Diputados hace unos días y, por lo tanto, el empleo no ha podido verse afectado.

Después de esta puesta en antecedentes, podemos empezar a revisar qué ha pasado y analizar sus posibles consecuencias. Veamos el primer trimestre de los dos años para, a continuación, analizar el último del año 2021 con el primero de este año.

Con respecto al mismo trimestre del año 2021, tenemos una visión de un crecimiento muy importante del empleo, donde se puede comprobar la creación de 878.000 puestos de trabajo.

Todos los sectores de nuestra actividad económica están en positivo, a excepción de las Actividades financieras y seguros, que decrece un 5,3 %. Acaban de publicarse los resultados del Banco Santander del 2021, con un beneficio histórico de 8.124 millones de euros y un 25 % superior al 2019; los de CaixaBank, con 5.195 millones de beneficio y tres veces más que en 2020, y el BBVA, que declara 4.653 millones de euros de beneficio y reconoce que ha multiplicado por tres dichos beneficios.

La gran pregunta que podemos hacernos, y que debería ser el Ministerio de Asuntos Económicos quien se la hiciese, es qué está pasando en este sector para que de forma permanente esté destruyendo empleo, y si este tipo de beneficios es a costa de jubilaciones anticipadas, lo que producirá un incremento sustancial en el pago de las pensiones. El incremento de las pensiones entre 2019 y 2021 ha sido de 30.000 millones de euros, mientras que las cotizaciones sociales solo se han incrementado en 7.500 millones.

Los tres sectores que más crecen en este período de un año son el de la Información y las comunicaciones, que lo hace un 17,6 %, creando 110.000 puesto de trabajo, las Actividades artísticas y recreativas, que crecen un 7 % y crean 94.000 puestos de trabajo, y el Comercio, que crece un 6,2 %, generando casi 320.000 nuevos puestos.

Por desgracia, llega el primer trimestre del año y volvemos a la cruda realidad. Un primer trimestre con una inflación del 9,8 % y una huelga de transporte porque los precios de los carburantes en dos meses y medio habían subido un 35 %. Una huelga que produce un desabastecimiento de productos perecederos los mercados. Las flotas pesqueras se paran y muchos sectores productivos tienen que detener sus producciones.

El Gobierno entra en una espiral de problemas económicos, y dado que no sabe cómo resolverlos, los traslada al 29 de marzo. Muchos de ellos siguen sin resolverse.

Los resultados del primer trimestre comparado con el último del 2021 nos da que caemos en 100.000 puestos de trabajo; que cinco de los 10 sectores económicos destruyen empleo y que uno, la Administración Pública, se queda en cero, «ni frío ni calor», afortunadamente, y todavía quedan cuatro sectores que aguantan el devenir económico.

Las Actividades Inmobiliarias es el sector que más crece en empleo, con un 7,9 %, seguido de la Información y comunicaciones, que lo hace un 4,1 %, y las Actividades artísticas y recreativas, que lo hacen un 4 %.

El sector que mayor empleo ocupa, que es el Comercio, reduce en un 1,4 % el empleo, pero es de nuevo el sector financiero quien destruye en un trimestre un 8 %, reduciendo el número de empleados en tres meses en 39.500 empleos. La banca destruye el 40 % del empleo perdido en este trimestre.

La realidad es que, en este primer trimestre del año, perdemos 100.000 puestos de trabajo. La economía crece solo un 0,3 %. Las previsiones del Gobierno son una porquería: en el 2021 dijeron que creceríamos un 9,8 %; en abril bajaron al 6,5 % y solo crecimos un 5,1 %. Este año predijeron un 7 %, acaban de bajar a un 4,3 % y si crecemos un 3 % dirán que tenemos un crecimiento sólido y sostenido.

Tenemos un Gobierno exangüe, que se mancha las manos de sangre con pactos con asesinos de ETA, que es incapaz de marcar una línea económica coherente que nos saque de este pozo y que se enfanga en convencer a independentistas viejos y trasnochados que le sostengan el Gobierno.

Y si malos nos parecen estos resultados del primer trimestre, peor es lo que viene.