La Seguridad Social: 193.000 millones de ingresos y 32.000 de déficit
Ver cómo cada mes las finanzas públicas se van deteriorando sin que nadie haga nada para evitar la debacle es preocupante
Se cojan por donde se cojan, los números de este Gobierno siempre salen al revés de lo que les gustaría a nuestros dirigentes y a cualquier que tenga sentido común. Ver cómo cada mes las finanzas públicas se van deteriorando sin que nadie haga nada para evitar la debacle es preocupante.
Nunca antes habían llegado la Agencia Tributaria y la Seguridad Social a la cifra de ingresos y de acumulado en un mes de noviembre. Algo que podría estar muy bien para la Administración –que no para el contribuyente– tendría que ser aliciente para reducir el déficit del Estado que se convierte en deuda.
En enero de este año, el déficit había crecido en 77.000 comparado con el mismo periodo del año anterior provocando un incremento de la deuda de 70.000 millones. Toda la deuda renovada ese mes se ha pagado un 188 % más cara que la del pasado año. Y ya no hablamos de que quizá nos cueste más a futuro, sino de que el Estado ha pagado por deuda a largo plazo renovada un 3,207 % cuando antes lo hacía a 1,115 %.
Cada vez que sumamos un millón más de gasto que de ingreso, añadimos la necesidad de financiarlo. Si en enero ha sido un 188 % más caro que en 2022 y todavía no había subido el tipo de interés del BCE al 3 %, en febrero nos va a costar bastante más renovar y financiar nueva deuda.
La Seguridad Social depende de las cotizaciones que pagan las empresas por su trabajadores, que ya superan el 35 % del salario bruto de cada empleado más el casi 6,5 % que pagan estos. Aun con tasas de desempleo del 12 %, el incremento de afiliados a la Seguridad Social le ha permitido superar los 20 millones de trabajadores y recaudar en cotizaciones sociales más de 14.000 millones en un solo mes.
¿Qué puede pasar con una economía congelada, una bajada de afiliación a la Seguridad Social y un paro que va por la senda de superar el 15 %? En noviembre, a pesar de recaudar 193.000 millones en ingresos, el Ministerio se ha visto obligado a mandar 2.062 millones más en trasferencias corrientes a la Seguridad Social para evitar entrar en déficit oficial.
Los ingresos de noviembre han aumentado en 16.446 millones gracias a los 14.373 millones de cotizaciones sociales y a los 2.062 enviados por 'papá Estado'. Los gastos, sin embargo, han crecido ese mes en 16.057 millones por los 15.016 millones de incremento de las prestaciones sociales.
A pesar de todo, la IGAE, muestra que el superávit a noviembre llega a 5.794 millones de euros, con un incremento del 7,2 %, equivalente a 389 millones de euros. Lo que la IGAE no cuenta es que en octubre el déficit real acumulado fue de 30.555 millones de euros y que en noviembre ha llegado a los 32.228 millones. Esto es un incremento del 5,5 %.
'Papá Estado' ha enviado 38.022 millones en transferencias corrientes para evitar la quiebra de la Seguridad Social o un endeudamiento que ya está en los 106.000 millones. Con un millón menos de afiliados, los ingresos anuales de la Seguridad Social caerían en 8.600 millones. Si a esto le sumamos el coste del paro en otros 12.000 millones, tenemos un gasto de 20.000 millones.
Este millón de afiliados menos se va a producir con seguridad hasta junio de 2023 y sus efectos se van a notar todos los meses. Son momentos de detener el gasto innecesario y político inútil, que no crea riqueza ni puestos de trabajo y solo alimenta la inflación.