Herencias
Los testamentos vitales se disparan en España ante la cultura de la muerte del Gobierno
La Ley de la Eutanasia disparó este tipo de legados en 2022 y han aumentado casi un 40 % en diez años
El testamento vital es un documento mediante el cual la persona dispone de su cuerpo. Se le conoce también como Documento de Instrucciones Previas o Testamento de Voluntades Anticipadas. Desde Heritae, una startup dedicada a la gestión de herencias, explican que «permite a una persona dejar constancia de su voluntad en relación a los tratamientos médicos a los que desea someterse o no en un momento dado».
Dos momentos
Hay dos momentos en los que este testamento se activa. Uno es cuando hay una enfermedad y el testador ha dejado constancia de a cuántos tratamientos quiere someterse. Otro es, una vez fallecido, qué destino tomará su cuerpo o sus órganos.
El testamento vital no puede incluir nada contrario a la ley, a la ética o al criterio del profesional sanitario
Andalucía marca un hito en este tipo de legados. En 2013 apenas llegaban a 20.000 inscripciones en el Registro Oficial de Testamentos Vitales. En 2023 la cifra es cercana a los 50.000, solo superada por Cataluña.
En el resto de España, el Registro Nacional de Instrucciones Previas publica datos en los que se pasa de 145.775 testamentos vitales en 2013 a 402.761 en 2023.
Este aumento en el último año coincide con la aprobación de la Ley de Eutanasia del Gobierno español que atenta contra la vida, la libertad y la dignidad de las personas.
Comunicado de la Asociación Católica de Propagandistas
La ACdP rechaza la nueva legislación que atenta contra la vida, la libertad y la dignidad de las personas
Los abogados de Heritae comentan que «el documento es una especie de hoja de ruta asistencial donde el paciente exonera a los médicos y otros profesionales de la medicina de cualquier responsabilidad ante sus familiares y ante la Justicia».
Eutanasia activa
En una época donde hay legislación expresa sobre la eutanasia en España, hay que recordar que «el documento vital no puede incluir nada contrario a la ley, a la ética o al criterio del profesional sanitario». Mucho menos el permiso para practicar la eutanasia activa para poner fin a la vida del paciente de manera deliberada.
Este tipo de testamentos lo pueden hacer mayores de 18 años, o de 16 si están emancipados. También debe realizarse ante notario, personal designado por la Consejería de Sanidad o tres testigos mayores de edad de los cuales, «dos no deben tener parentesco hasta el segundo grado ni estar vinculados por relación patrimonial u otro vínculo».