Pedro Sánchez y Nadia Calviño.
Fedea hace balance del Plan de Recuperación del Gobierno: «Está siendo muy decepcionante»
Esta institución critica que las medidas adoptadas están consiguiendo el efecto contrario al deseado
Un proceso «muy decepcionante» con normas que «apuntan en la dirección contraria a la que sería deseable». La Fundación de Estudios de Economía Aplicada (Fedea) ha publicado un durísimo informe sobre el seguimiento de las reformas del Plan de Recuperación, como la ley de pensiones, la de vivienda o la de familias.
En el boletín mensual de Fedea, firmado por su director Ángel de la Fuente, analiza el efecto de las reformas pactadas por el Gobierno con las autoridades comunitarias para la liberación de los recursos asignados en el Mecanismo de Recuperación y Resiliencia.
«Lamentablemente, el balance del proceso de reformas está siendo muy decepcionante. Algunas de las nuevas normas apuntan en la dirección contraria a la que sería deseable, mientras que otras están casi vacías de contenido o se quedan cortas en el despliegue de mejoras necesarias», señala el documento.
De la Fuente destaca especialmente la reforma del sistema de pensiones y la ley de vivienda, que han provocado un incremento del déficit público en el caso de los subsidios o un problema de escasez de oferta de los alquileres.
«El efecto previsible de la reforma [de pensiones] será un fuerte incremento del déficit básico del sistema de pensiones durante las próximas décadas cuya financiación absorberá buena parte de los ingresos tributarios del Estado, dejando poco margen para otras prioridades de gasto e inversión. Algo similar sucede con la ley de vivienda que, buscando en principio paliar el problema de escasez de oferta que padecemos en este ámbito, contribuirá seguramente a agravarlo a través del retraimiento de la oferta de alquiler ante una norma que reduce la rentabilidad e incrementa el riesgo de esta actividad», comenta.
Sobre la ley de viviendas, aunque reconoce que el balance es algo más positivo, el autor apunta a que «se alarga innecesariamente con un voluntarioso catálogo de buenos propósitos que, en muchos casos, carecen de contenido o resultan redundantes por tratarse de derechos ya garantizados en otras normas vigentes».
