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El presidente de Correos, Juan Manuel Serrano.

El presidente de Correos, Juan Manuel Serrano.Correos

El amigo de Sánchez reorganiza la cúpula de Correos y acelera contratos ante la llegada de las elecciones

Entre los nuevos cargos se encuentran quienes vienen del PSOE o de Moncloa

La convocatoria de elecciones generales, los consiguientes posibles cambios en la dirección de Correos y la mala situación económica de la compañía están provocando modificaciones en la cúpula directiva y un acelerón llamativo en algunos contratos.

Por lo que se refiere a la cúpula directiva, en los últimos meses han llegado un nuevo director de Recursos Humanos, otro de Operaciones y otro Financiero. En principio los tres han sido enviados por la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI), principal accionista de la compañía, para tapar el agujero económico que ha sufrido: nada menos que 800 millones de pérdidas en los últimos cuatro años, los que lleva Juan Manuel Serrano al frente de Correos.

Serrano tenía tres cargos de confianza, pero ya solo le queda uno: el secretario general. Salieron el director financiero, tras un escándalo cuyo contenido se difundió por WhatsApp, y el director de Estrategia, que entre otras cosas había viajado con Serrano a Brasil para reunirse con Bolsonaro y su ministro del ramo con la idea de privatizar una empresa similar a Correos en aquel país; un auténtico disparate, teniendo en cuenta las pérdidas de la empresa española, y una gran paradoja, cuando se ha oído a Pedro Sánchez que las empresas públicas no deben ser privatizadas.

El relevo del director de Estrategia ha sorprendido en la compañía. Según fuentes internas, Enrique Cervera es amigo de la ministra de hacienda, María Jesús Montero, con quien trabajó en la Junta de Andalucía. Allí fue portavoz del Gobierno de Manuel Chaves entre los años 2002 y 2009. Los tres años siguientes fue director de Comunicación de Chaves cuando era ministro de Política Territorial con Zapatero. Cervera había sido últimamente director gerente de Efe, en donde fue relevado, y desde agosto es director de Estrategia de Correos, a pesar de que fuentes internas destacan su desconocimiento del sector. Según apuntan, su sueldo está entre los 160.000 y los 200.000 euros.

Además de Cervera, últimamente ha habido otros desembarcos en Correos relacionados con el PSOE o con Moncloa. Uno de ellos ha sido el de Leire Díez, que ha pasado de ser concejal socialista en Cantabria a ser directora de Filatelia, Museo Postal y Telegráfico de Correos. Su sueldo está alrededor de los 160.000 euros, según fuentes de la compañía.

También ha llegado Nuria Lera, que era directora del departamento de Asuntos Nacionales del Gabinete de la Presidencia del Gobierno, en Moncloa. En enero de 2023 fue contratada en Correos como directora de Relaciones Institucionales. Fuentes internas apuntan que es licenciada en Pedagogía, no tiene experiencia en logística y mensajería y su salario supera los 100.000 euros. «En 2018 Correos se gestionaba con 45 directivos. En la actualidad existen cerca de 180 puestos de trabajo fuera de convenio», indican fuentes internas.

El lío del voto por correo y otros contratos

Desde UGT comentan la situación sorprendente que se ha producido al hilo del voto por correo. Según explican, los sindicatos mayoritarios (UGT y CCOO) pidieron una reunión con el presidente para ver cómo abordaban el pico de trabajo, y afirman que Serrano la obstaculizó desoyendo al área de Recursos Humanos y a la propia SEPI. Señalan que boicoteó la posible reunión difundiendo en los medios de comunicación una huelga al parecer convocada por un sindicato minoritario (Sindicato Libre) dentro de la compañía.

Los sindicatos mayoritarios, que llevan cuatro años siendo críticos con la gestión de Serrano, desdeñaron la posibilidad de huelga por razones de responsabilidad habida cuenta de lo que se juega el Servicio Público Postal con esta campaña electoral.

Por otra parte, este diario ha realizado indagaciones en fuentes internas y solventes de Correos y ha sabido que, en el momento de producirse el anuncio de huelga, difundido con una amplitud inusual dada la poca representación del sindicato amenazante, no había presentada ninguna convocatoria legal de huelga ante el Ministerio de Trabajo y Correos, sino una simple declaración de intenciones verbal en una mesa del sindicato minoritario. Esta circunstancia ha hecho pensar a directivos y empleados que estaban ante la parodia de una huelga fantasma. Existen sospechas fundadas de que detrás de la operación mediática está el propio presidente de Correos. Prueba de ello es que Serrano montó una reunión bilateral y secreta con el citado sindicato minoritario (que este se encargó de divulgar internamente por WhatsApp) para darse un supuesto protagonismo que por su condición de minoritario no tiene.

En esa línea, y para realzar la huelga fantasma, Serrano emitió dos horas antes de la reunión sindical secreta una nota a todos los medios de comunicación sobre la creación de una oferta de empleo sin precedentes (sin dar datos) para reforzar la cobertura del voto por correo. Por otra parte, filtró a dos medios (El País y la Cadena SER) que serían 10.000 puestos de trabajo, para decir después a Radio Nacional que serían entre 7.500 y 12.000. RNE lo publicó en su cuenta de Twitter, aunque estas cifras no las conocía ni SEPI, ni el departamento de Recursos Humanos ni los sindicatos mayoritarios, según informan desde UGT.

La incertidumbre planea sobre la atención de un voto por correo que tendrá en esta ocasión mayor magnitud que en elecciones anteriores: solo en los diez primeros días se registraron mas de 700.000 solicitudes, triplicando los datos del año de mayor afluencia (1.500.000 en total en 2016), un hecho que hace pensar que, si sigue la tendencia, esta vez se pueden superar los tres millones. Finalmente la dirección de Recursos Humanos ha citado esta mañana del lunes a una representación de todos los sindicatos de Correos para tratar la cuestión de la campaña electoral. Al parecer ha sido la SEPI quien ha impuesto esta reunión.

Aparte de este lío, que demuestra la falta de entendimiento entre la empresa y los sindicatos mayoritarios, en los últimos meses se ha dado a conocer la convocatoria de algunos contratos que a los sindicatos le llaman la atención, teniendo en cuenta los más de 800 millones de euros perdidos por la compañía en los últimos cuatro años (la previsión es que en 2023 se rebasen los 1.000 millones). Entre ellos destacan los siguientes:

- 19,35 millones de euros para publicidad y medios de comunicación por dos años, algo que interpretan como un posible modo de agradecer favores cuando falta poco para las elecciones.

- 500.000 euros para seleccionar jefes de equipos, «como si el personal de Correos no fuera capaz de realizar este tipo de trabajos de gestión».

- 629.000 euros en consultoría de cultura corporativa.

- 58 millones de inversiones en tecnología o de 95 millones en transporte aéreo cuando Iberojet reclama 38 millones a Correos por el que denominan «fiasco» del negocio de aviones cargo.

Muchos directivos, y los propios sindicatos, se preguntan si este tipo de gastos es necesario cuando la situación económica de Correos es tan delicada.

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