Estas son las profesiones más vigiladas por Hacienda por su uso de dinero en efectivo

El intercambio de dinero en efectivo en lo laboral ha estado siempre asociado a multitud de actividades delictivas. El dinero no declarado impulsa la economía sumergida y ,como consecuencia, la evasión del pago de impuestos. Esto afecta negativamente a las arcas públicas y a la capacidad del gobierno de financiar determinados servicios públicos como la sanidad o la educación.

Por ello, Hacienda vigila muy de cerca el dinero que se mueve en España con el objetivo de reducir el fraude fiscal. La Agencia Tributaria se centrará en sectores específicos que usen mayoritariamente dinero en efectivo, ya que esto podría significar una mayor tendencia al fraude fiscal.

En su `Plan Anual de Control Tributario y Aduanero`, la Agencia Tributaria detalla que esto es uno de sus objetivos para este 2023. 'Establecer su presencia en aquellos sectores y modelos de negocio en los que se aprecie alto riesgo de existencia de economía sumergida, con especial atención al uso intensivo de efectivo o al empleo de métodos electrónicos de pago radicados en el extranjero y no sujetos, de hecho o de derecho, a las obligaciones de suministro de información'.

Este 2023, Hacienda se centrará en algunos sectores específicos cuyos patrones de actividad suponen una riesgo mayor por la relevancia de los pagos en efectivo. Aumentará las visitas a negocios del sector de la construcción inmobiliaria, 'especialmente en lo que se refiere a la rehabilitación y reformas'.

Precisamente en este sector, ocurren una serie de sucesos que favorecen albergar actividades delictivas. Los contribuyentes a los que se persigue son los siguientes:

• Contribuyentes cuyas muestras externas de riqueza, de patrimonio, de rentabilidad o de información financiera 'sean incoherentes o inconsistentes con respecto a las rentas declaradas'.
• Los contribuyentes que no admitan pagos por medios bancarios.
• Contribuyentes cuyas rentas se obtengan de la entrega de bienes o prestaciones de servicios realizados directamente al consumidor final, ya que se «incrementan los riesgos y la falta de control en cuanto a las formas de pago».