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La herencia puede convertirse en una ruina. Conviene estar bien asesorado para gestionarla.

Imagen de la firma de una herenciaEduardo Parra - Europa Press

Herencias

Así funciona el fideicomiso, un método para controlar las herencias

Se utilizan para casos como la planificación patrimonial, la protección de activos, la gestión de inversiones o la transferencia de propiedad de manera controlada

Un fideicomiso es un acuerdo legal y financiero en el cual una persona o entidad (fiduciante) transfiere la propiedad de ciertos activos como propiedades, dinero o inversiones a otra persona o entidad (fiduciario), con el propósito de administrar y gestionar esos activos en beneficio de un tercero (llamado beneficiarios).

También hay otro actor llamado fideicomisario que es la persona que recibe los bienes fideicomitidos una vez extinguido el fideicomiso por cumplimiento del plazo o la condición.

El fiduciario tiene la responsabilidad de administrar los activos de acuerdo con los términos y condiciones establecidos en un acuerdo llamado de fideicomiso.

Este acuerdo se suele utilizar en el caso de que el fallecido busque controlar su herencia para que no se malgaste. Desde Heritae, la startup española dedicada a la gestión de herencias, explican que «los fideicomisos se utilizan para casos como la planificación patrimonial, la protección de activos, la gestión de inversiones o la transferencia de propiedad de manera controlada».

Los términos y condiciones del fideicomiso pueden variar según el propósito y las necesidades del fiduciante y los beneficiarios. Los abogados de Heritae detallan que «puede haber fideicomisos revocables, en los cuales el fiduciante puede modificar o revocar el fideicomiso en cualquier momento, y fideicomisos irrevocables, que no pueden ser modificados sin el consentimiento de todas las partes involucradas».

Esta figura puede provocar confusión a la hora de explicarla a quienes vayan a hacer su testamento y quieran tener el control de su legado. «Siempre ponemos ejemplos para que todo quede más claro, podemos pensar en un empresario con una gran masa económica que decide imponer un fideicomiso sobre su fortuna para que llegue con seguridad a otras generaciones. El interesado dejaría como fideicomitente de su legado a su hijo y después a su nieto hasta que llegue, por ejemplo, a su bisnieto no nacido en ese momento. Durante este proceso, el testador puede pedir que se haga inversiones o donaciones de parte de su herencia y, de ese modo, controlar su patrimonio».

Hay decenas de ejemplos donde se puede aplicar este tipo de herencia, pero la ley siempre fija que «todos los sustitutos estén vivos en el momento del fallecimiento o que se haga hasta el segundo grado en el caso de aquellos que no hayan nacido», aclaran desde Heritae.

Acudir a abogados profesionales, expertos en herencias en importante para que todo se haga con arreglo a la ley, se cumpla la voluntad del interesado y las partes queden satisfechas.

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