El turismo cierra un verano récord y supera por primera vez los 300.000 empleos en hoteles
Se dan por superados los peores tiempos del covid en entradas de turistas, gasto, ocupación de los establecimientos y empleo
El turismo ha cerrado un verano de récords en entradas de turistas extranjeros y con una evolución también muy positiva de los viajeros nacionales, que han permitido que el empleo en los hoteles se sitúe por primera vez en la historia por encima de los 300.000 trabajadores.
Las últimas cifras publicadas por el Instituto Nacional de Estadística (INE) dibujan la foto de un verano en el que se dan por superados los peores tiempos del covid en entradas de turistas, gasto, ocupación de los establecimientos y empleo, con los precios en constante crecimiento.
De continuar esta tónica, 2023 conseguirá mejorar los máximos de 2019 –la mejor marca hasta ahora en las grandes cifras– y hará que las empresas consoliden y aumenten las ganancias que ya registraron el año pasado, porque la fortaleza de la demanda les ha permitido trasladar a precios los incrementos de costes en un entorno de elevada inflación, tal como avanzó Exceltur antes del verano.
Según el INE, al cierre de agosto los hoteles españoles daban empleo a 302.000 personas, por lo que se trata de la primera vez desde que Estadística recoge datos en que se supera el listón de los 300.000 empleos.
Es una cifra superior en un 5,5 % al anterior máximo histórico, de agosto de 2019, cuando se registraron 286.262 puestos de trabajo en los hoteles.
Exceltur destacó en su último informe de coyuntura que la tasa de temporalidad en el conjunto del sector turístico se sitúa en mínimos históricos, concretamente en el 7,9 % (la mitad de la media de la economía española) al inicio de la temporada de verano, una evolución derivada de la reforma laboral.
Las cifras de afiliados a la Seguridad Social del pasado agosto reflejan que el sector turístico –incluyendo, además de los hoteles, la hostelería, el transporte, las agencias de viajes y determinadas actividades culturales y deportivas– da empleo a 2,759 millones de personas, el 5,1 % más que un año antes, por encima del 2,8 % de media en la economía española. Con todo, el mes de julio pasado fue algo mejor, con 2,807 millones de altas.
Más extranjeros que antes del covid
En julio y agosto pasados entraron en España 20,21 millones de turistas internacionales, algo más del 1 % sobre los 19,99 millones de esos meses de 2019, aunque las cifras acumuladas del año (57,7 millones) están todavía por debajo de entonces (58,11 millones).
Como ya ocurrió en 2022, las cifras mensuales de julio fueron algo mejores que las de agosto. Julio marcó récord histórico (10,13 millones de entradas), que en agosto quedaron en 10,07 millones y no consiguieron batir el máximo mensual, en este caso de ese mes de 2017 (10,49 millones).
El principal mercado emisor, el Reino Unido, sigue todavía por debajo de sus mejores registros, con 4,05 millones de turistas entre julio y agosto, menos que el máximo de 4,65 millones de esos dos meses de 2017.
Tampoco en términos acumulados los viajeros británicos que eligen España consiguen superar récords: en enero-agosto llegaron 11,80 millones, lejos de los 13,25 millones de 2017 y casi un millón por debajo de 2019.
Francia envió a 3,52 millones en julio-agosto pasados, su máximo, que también se registra en enero-agosto (8,38 millones, algo por encima de los 8,35 millones de 2017). De acuerdo con la estadística del INE, desde Alemania llegaron 2,32 millones en julio y agosto pasados, 400.000 menos que en ese mismo periodo de 2017.
Van también más rezagados en los ocho primeros meses del año: hasta agosto vinieron 7,176 millones, más de un millón por debajo de su máximo, de agosto de 2017 (8,195 millones).
Mientras, crecen con vigor sobre los valores precovid las entradas desde Estados Unidos (2,60 millones entre enero y agosto de este año frente a 2,26 millones en 2019); desde Italia (3,37 millones en 2023 y 3,18 millones en 2019), y Portugal, hasta superar los dos millones.
Faltan por incorporarse plenamente a los viajes dos colectivos con un volumen de gasto superior a la media: los turistas asiáticos, sobre todo los chinos –pese al buen ritmo de recuperación de la conectividad aérea– y los rusos, que redujeron sus movimientos a Europa a cifras testimoniales por las restricciones tras el inicio de la guerra de Ucrania.