¿Para qué sirven los cables negros que cruzan las carreteras de lado a lado y qué pasa si los pisas?

Hace ya años que los cables negros que cruzan longitudinalmente las carreteras se han hecho extremadamente habituales para los conductores, pese a que algunos conductores siguen insistiendo en que se trata de radares o algo similar, realmente no tiene nada que ver con eso, sino que se trata de simples medidores del volumen de tráfico en las carreteras.

Muy sencillos

Su funcionamiento es extremadamente sencillo, estos cables que tienen unos dos centímetros de grosor están realmente rellenos de aire, de manera que cada vez que un coche pasa por encima y hace subir la presión envían una señal a la centralita, que está ubicada siempre en uno de los laterales de la carretera, que es la encargada de llevar la contabilidad y enviar los datos hasta la central de tráfico donde se procesan.

Se trata de un procedimiento extremadamente sencillo que lleva décadas en funcionamiento y gracias al cual el ministerio de Transporte elabora mapas de densidad de tráfico interactivos, lo cual es muy útil a la hora de encontrar puntos negros, atascos y en general lugares conflictivos de la Red Nacional de Carreteras.

Mapa interactivo

Actualmente la Red Nacional de Carreteras tiene más de 3.370 estaciones de aforo, que es como se llaman técnicamente, con los que se controla más del 52 % del tráfico ligero en las carreteras españolas y más del 60 % del tráfico pesado.

Hay que tener en cuenta que España lleva recogiendo este tipo de información desde los años 60, aunque los procedimientos han evolucionado hasta ser mucho más precisos cada vez.

Aunque la leyenda popular cuenta que estos cables pueden medir la velocidad de los coches, la realidad es que aunque podrían hacerlo no es esta su misión, por lo que podemos pisarlos tranquilamente sin miedo a sanciones ni nada por el estilo.

Aunque lo que sí es cierto es que ya existen dispositivos bajo el asfalto que pueden medir la velocidad de los coches que pasan por encima.