La educación tira del empleo mientras el Gobierno 'saca' del paro a más de medio millón de fijos-discontinuos

Un 2023 con varias caras para el empleo. La primera, la oficial: el año cerró con un retroceso de 130.197 personas, un 4,6 % menos, según los datos publicados ayer por el Ministerio de Trabajo, alcanzando el paro registrado las 2.707.456 personas. Desde Trabajo se destacaba además que el año pasado «se ha firmado el menor número de contratos temporales de la serie»: 8.823.222, es decir, un 21,8 % menos que el año anterior, «y en torno a la mitad de los que se firmaban anualmente en el período 2015-2019».

Los economistas, sin embargo, cuestionan el balance triunfalista del Ejecutivo, empañado además por dos datos. Uno es el enfriamiento de la creación de empleo en diciembre, cuando salieron de las listas del paro 27.375 personas. Es un 62 % menos que en diciembre de 2022, en el peor registro en el último mes del año desde 2012 –con la excepción de 2020–. Y nada menos que 468.000 de los 530.000 empleos que se crearon el año pasado lo hicieron en los cinco primeros meses del año.

«Los datos de paro registrado y afiliación a la Seguridad Social de diciembre confirman el deterioro del mercado laboral», detalla el economista José María Rotellar, director del Observatorio Económico de la Universidad Francisco de Vitoria. En su análisis para El Debate, Rotellar considera que «la evolución del mercado laboral refleja, claramente, que la anestesia en la que ha vivido la economía –anestesia del gasto público– se está acabando y que el sostenimiento artificial de la economía tiene un recorrido muy corto».

Una «pérdida de dinamismo en el empleo» que también constata la CEOE, que llama además la atención sobre un detalle: «La cifra, pese a ser la más baja en un mes de diciembre desde 2007, continúa siendo la más elevada de los países de la Unión Europea , y ello sin tener en cuenta los desempleados con disponibilidad limitada o demanda de empleo específica». Desde la patronal empresarial cuestionan además la alta temporalidad del sector público, por encima del 30 %, «debiendo poner en valor el buen comportamiento del sector privado».

Por sectores destaca el crecimiento de la creación de empleo en educación, que generó 148.744 puestos de trabajo, un 13,7 % más. Este sector, donde abunda el empleo público, fue el que más creció en 2023, duplicando al siguiente, la hostelería, que incrementó sus afiliados en 75.646, un 5,9 % más. Cabe resaltar que el sector público sumó 97.000 afiliados en 2023, un 3,4 % más. Ello en un año en el que se aprobó la mayor oferta de empleo público de la historia, con 39.574 plazas, un 15,8 % más que en 2022. Pese a ello, el sector de la Administración Pública y Defensa perdió 68.178 cotizantes en 2023 (-5,6 %).

Polémica por los fijos-discontinuos

El año cerró con 864.000 empleados contratados como fijos-discontinuos, «un resultado significativamente superior al que había antes de la reforma pero que a lo largo de este año se ha estabilizado», admitía este miércoles el secretario de Estado de Seguridad Social, Borja Corujo.

Sin embargo, se sigue sin especificar cuántos son fijos-discontinuos inactivos, es decir, que no se encuentran trabajando y pueden cobrar una prestación por desempleo. Fuentes consultadas por este periódico sitúan la cifra por encima del medio millón que, de sumarse a las estadísticas de paro, las elevarían por encima de los 3.200.000 parados. El coordinador del área económica del PP, Juan Bravo, elevaba ayer la cifra a «unos 600.000 y 700.000 trabajadores».

La estimación «no está lo suficientemente contrastada para que podamos tener una radiografía precisa de su presencia en el mercado de trabajo», justificaban ayer desde el Ejecutivo para no desglosar su publicación. Algo que Yolanda Díaz se comprometió a hacer después de las elecciones municipales del pasado 28 de mayo.

«El paro no se comporta peor porque no se contabilizan como parados los temporales convertidos en fijos-discontinuos», resalta Rotellar, director del Observatorio de la UFV.

Rotellar pone como ejemplo diciembre, cuando el número de demandantes de empleo ocupados se incrementó en 39.819 personas, alcanzando 1.206.599. Es decir, 104.576 más que en diciembre del año pasado y 369.463 más desde septiembre de 2022.

En Baleares, donde se da una caída de la afiliación de 20.069 personas intermensual, el paro disminuye en 1.233 personas. «Parte se deberá a caída de la población activa, pero imposible que sea en 20.000 personas, de manera que gran parte tiene que ser por el artificio de los temporales convertidos en fijos-discontinuos», detalla Rotellar.

Así, en Baleares, los demandantes de empleo ocupados aumentan en 12.150, que se suman al incremento de 46.701 de noviembre. «Claramente, con el ejemplo de Baleares y con el aumento nacional de demandantes de empleo ocupados, se ve que el paro aumentaría por lo menos en otras 40.000 personas si no fuese por el artificio de los fijos discontinuos», considera el experto.

El Gobierno califica de «ruido» la polémica sobre los fijos-discontinuos y carga contra Fedea

Desde el Gobierno insistían ayer en calificar de «ruido» la polémica levantada sobre este tipo de contratos, que según Fedea «han demostrado ser eficaces en la reducción de la tasa de temporalidad 'contractual', pero no en la mitigación de la precariedad o inestabilidad laboral». Un organismo contra el que el secretario de Estado de Empleo, Joaquín Pérez Rey, aprovechó ayer para cargar por su estimación de que el nuevo subsidio de desempleo elevará el gasto en 2.500 millones.