Montero no controla ni un paso de cebra un domingo de invierno a medianoche
Hacía tiempo que no se promocionaba tanto a un incompetente como en este caso
En Estados Unidos, a la hora de las salidas de los colegios, al menos en el estado de Florida, hay siempre policía protegiendo los pasos cebras, para que los alumnos no tengan ningún problema en cruzar, acompañados de un adulto con una señal de STOP. Obviamente para los coches no es bueno pasar por delante de un colegio a esa hora porque pierden todas las prioridades.
Si a la ministra de Hacienda la pusieran a controlar un paso cebra un domingo a medianoche un día de frío invernal, seguro que se produciría un colapso total en la circulación. Hacía tiempo que no se promocionaba tanto a un incompetente como en este caso.
La bailarina de sevillanas acaba de ser nombrada Vicepresidente 1º del gobierno de Pedro Sánchez y todo ha sido porque de Hacienda no sabe nada, pero debe de saber de otras cosas. Como dice un amigo mío de «Txiqui», no sabemos cuáles son sus virtudes, pero ahí la tienes en la cresta de la ola.
La incompetencia de esta señora fue manifiesta en la Junta de Andalucía y aquí con ella se ha cumplido el principio de Peter, ha subido hasta llegar a su máximo nivel de incompetencia.
Si miramos a los grandes odiados ministros de Hacienda de este país, Carlos Solchaga y Cristóbal Montoro, los dos eran unos grandes técnicos, pero apretaron en exceso la clavija de los impuestos, el primero para ejecutar las órdenes de su jefe y el segundo porque disfrutaba, sabiéndose odiado y hacía lo posible por que aquello sucediese.
La actual ministra y VP 1ª en conocimiento técnico tiene un cero patatero, pero como le gusta meterse en todos los charcos, casi siempre salimos escaldados los españoles. No ponerse seria en obligar a deflactar los baremos del IRPF, ha sido como ponerse en la calle y cada vez que ves un ciego ponerte a robarle la cartera.
En este caso, nos la ha robado a todos los españoles, pero en especial a los que menos ganan, que son los más ciegos y más votan al socialismo, porque en porcentaje se les ha quitado una mayor parte de sus ingresos.
Pero si al menos supiese ponerse en su sitio y evitar que los gastos de este año se hayan disparado a noviembre un 17,4% con respecto del año pasado, habría hecho su trabajo.
Pero no, los gastos se han ido de madre, los no financieros crecen un 7,1 % y los financieros un 42,5 %, para entre los dos hacer crecer el gasto total en un 17,4 % en los 11 primeros meses del 2023, que es lo mismo que decir que en todo el año.
La gran pregunta que le deberíamos hacer es como ha permitido que las operaciones financieras de la Administración General hayan crecido sobre 2022 ese 42,5 %, que suponen 37.234 millones de endeudamiento mayor.
Pero veamos como las operaciones no financieras suben un 7,1 % y las financieras un 42,5 %:
En un artículo anterior comentaba que tenía que haber un retraso en la contabilización de los gastos corrientes y aquí queda claro porque es una partida que decrece en 851 millones de euros, cuando no se ha tomado ningún tipo de medida para reducir espacios, alquileres o gastos generales, al revés, estos han subido a causa de la inflación, menos en la Administración General del Estado, que raro.
Los gastos de personal suben un 4,8 % y fijémonos como la partida de Gastos Financieros está creciendo en un 10,0 % y ya nos podemos preparar para la que se nos viene encima para el año 2024, en que además de la deuda nueva se han renegociado 185.000 millones, que han vencido y al no poder pagarlos, los hemos renovado a tipos de interés muy superiores.
Mientras que las Transferencias corrientes suben un 8,9 %, debido sobre todo a pensiones.
Así tenemos que las operaciones corrientes suben un 7,8 % en los 11 primeros meses del año, mucho más del doble de lo que crece la inflación que lo hace a noviembre un 3,2 %.
Por la parte de las operaciones de capital, que son las únicas que producen riqueza auténtica al país, estas solo crecen un 3,2 % al mismo nivel que la inflación, sobre todo a causa de que las transferencias de capital bajan un 1,6 %.
Así tenemos que todas las operaciones no financieras, bajo el control y la supervisión del ministerio de Montero, crecen un 7,1 % equivalente a 15.202 millones de euros.
Pero donde se pone tremendamente interesante es que en los Activos Financieros (préstamos), crecemos un 39,8 % hasta llegar a los 27.401 millones de euros, pero en los Pasivos Financieros (deuda), crecemos un 43,2 % hasta llegar a los 97.520 millones, todo para poder financiar Fondos de Liquidez Autonómica y que Cataluña no deje de pagar sus más de 80.000 millones de euros de gasto.
Esto nos lleva a que llevamos gastados 52.436 millones más que en el año 2022 y que esto supone un descontrol del 17,4 %.
Dejar la Hacienda Pública en manos de alguien que no entiende lo que se lleva entre manos, por muy amiga que sea del Presidente del Gobierno, por muy socialista que sea y porque nunca le lleve la contraria al jefe, nos lleva a que, a punto de cerrar el ejercicio 2023, la Administración General del Estado lleva un incremento en gasto no financiero demasiado alto, un 7,1 % a pesar de que hay dos partidas importantes en bajada y en las operaciones financieras un desmadre generalizado.