El informe del Banco de España sobre las proyecciones económicas es demoledor
Creo que el único interés que tiene este Gobierno en proponer escenarios que sabe que no se van a cumplir es tratar de «colar» un déficit a Bruselas que sabe perfectamente que no va a cumplir
El pasado 19 de diciembre de 2023, el Banco de España publicó un informe firmado por Ángel Gavilán, director general de Economía y Estadística, que es absolutamente demoledor sobre las proyecciones económicas que tiene presentado el Gobierno con Nadia Calviño todavía en el Ministerio de Economía.
Los resultados que publique el Instituto Nacional de Estadística deberán tener mucho cuidado, porque el Banco de España es posiblemente la última institución económica con autoridad todavía no tomada por el Gobierno, junto con la AIReF.
El Informe, entre otras muchas cosas, dice que «los indicadores disponibles para el cuarto trimestre sugieren que la actividad habría mantenido un dinamismo similar al registrado en el trimestre anterior y que el PIB avanzaría un 0,3 % intertrimestral». Esto supondría un crecimiento del 1,6 % en este año, frente a las previsiones que mandó Calviño de cerrar el 2023 con un crecimiento del 2,4 %.
Y si miramos trimestre a trimestre lo que ha pasado en 2023 con respecto a lo que paso en 2022, vemos que la economía española desde el segundo trimestre va hacia abajo, como era de esperar por todos, menos para Calviño. Y el motivo es muy sencillo, todas las medidas monetarias tomadas por el Banco Central Europeo eran para frenar la inflación y la subida de los tipos de interés lo ha conseguido en la Zona Euro, donde la inflación a cierre de noviembre era del 2,4 %.
Excepto en el primer trimestre de 2023 que crecemos un 0,6 %, es el único en que estamos por encima de 2022. En el segundo trimestre la caída es muy profunda, pero es cuando España empieza notar las medidas del BCE. En el tercer trimestre crecimos dos décimas menos y lo que el Banco de España prevé es que en el cuarto trimestre crezcamos de nuevo dos décimas menos que en 2022.
Las razones que da para que el crecimiento se estanque y se quede en el 0,3 %, son que el dinamismo del empleo se ha parado, que la Encuesta a las empresas española de sus actividades económicas indican una estabilización de la facturación empresarial en el cuarto trimestre y que todos los indicadores de coyuntura muestran una situación casi calcada a la del tercer trimestre.
Todo lo que presenta el Banco de España es lo que estamos notando todos los economistas que estamos viendo cómo evolucionan todos los indicadores de coyuntura. Lo preocupante no es que crezcamos un 0,3 %, que comparado con la Eurozona, no es un mal resultado, sino el empecinamiento de decir que vamos a crecer un 1,1 % en este trimestre, para poder sostener que nuestro déficit no se va a disparar al 3,8 % o incluso más, cuando en septiembre hemos presentado un 1,6 %, que sabemos que es más falso que un billete de 2 euros.
Pero el informe, después de destrozar las estimaciones del gobierno, sin mencionar obviamente a nadie para no hacer sangre, continua con el análisis del 2024 a 2026.
Uno de los puntos más significativos para justificar que en estos momentos el Banco de España calcula que el PIB solo crecerá un 1,6 % en 2024 y no un 2,0% como dice Calviño, porque «se prevé una aceleración 'modesta y gradual' de la actividad económica española a lo largo de los próximos trimestres, favorecida por una mejora paulatina del contexto europeo y global, el despliegue del programa NGEU, el aumento de las rentas reales, la recuperación de la confianza y, de cara a 2025-2026, el menor impacto macroeconómico del endurecimiento de la política monetaria»
El Banco de España, que estima que nuestra economía crecerá simplemente un 1,6 %, piensa que los Fondos Next Generation por fin tendrán un efecto en la economía española, hay que ser optimistas sabiendo los resultados hasta ahora.
Pero, afortunadamente, termina con que «en cualquier caso, el ritmo de avance del PIB en 2024-2026 será sensiblemente inferior al observado en 2023, toda vez que ya se han superado los niveles de actividad prepandemia» y además sentencia «el crecimiento del PIB se revisa ligeramente a la baja en 2024 y 2025 con respecto al contemplado en el ejercicio de proyecciones de septiembre, entre otros factores, por unas perspectivas menos favorables en cuanto a la evolución futura del consumo de los hogares –si bien este seguirá siendo el principal motor del crecimiento español durante todo el horizonte de proyección–».
Esperemos que sea así y que el consumo de los hogares siga siendo el principal motor del crecimiento español, porque el consumo hoy, como demuestra la recaudación del IVA que en noviembre ha vuelto a caer, que está parado.
Y vuelvo a repetir, creo que el único interés que tiene este Gobierno en proponer escenarios que sabe que no se van a cumplir es tratar de «colar» un déficit a Bruselas que sabe perfectamente que no va a cumplir, que no le importa no cumplirlo y que lo único que quiere es que se lo traguen para poder hacer de la economía española su tabla para gastar, despilfarrar, pagar a asesinos y a independentistas y demás compromisos que ha tomado para mantenerse en el poder.
Los riesgos a posteriori son menores riesgos, entre otras cosas porque nadie sabe qué puede pasar en este tiempo y si algún nuevo incidente mundial le salva la cara y si no se la salva, como cuando le quieran llamar la atención serán nuevos en los cargos, podrá intentar volver a engañarlos.