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Análisis económicoJosé Ramón Riera

Uno de cada tres menores de 16 años está en riesgo de pobreza y exclusión social

Tenemos más de 3,5 millones de parados efectivos, solo el 46 % de los trabajadores tienen un buen contrato (indefinido a jornada completa)

Actualizada 04:30

La tasa AROPE (A Risk Of Poverty and social Exclusion) es la proporción de la población total que se encuentra en riesgo de pobreza o exclusión social y es el principal indicador para supervisar el objetivo de la UE para 2030 sobre pobreza y exclusión social y fue el indicador principal para supervisar el objetivo de pobreza.

Por lo tanto AROPE mide el riesgo de pobreza o exclusión social y corresponde al total de las personas que o bien están en riesgo de pobreza, o bien sufren privación material y social grave o viven en un hogar con una intensidad de trabajo muy baja. Esta tasa se calcula anualmente y Eurostat acaba de actualizar el último dato el 20 de febrero de 2024.

Hoy, en este artículo y dado que ya se han hecho eco varios medios de los resultados, he querido analizar, no el resultado total, sino los datos de la segmentación de menores de 16 años, que son, no todos los jóvenes, pero si los que de alguna manera son los más desvalidos y que más complejidades tienen para valerse por sí solos o con independencia del entorno familiar.

Los resultados no solo son descorazonadores, sino muy preocupantes para cualquiera que tenga un mínimo de sentimientos por lo que está pasando en nuestro país.

El Gobierno grita, a todo el que quiera oírlo, que son un gobierno progresista que lo que le preocupa la gente. Lo que no dice es que lo que realmente le preocupa es la gente que tiene alrededor y que está al lado del presidente, nadie más.

Todos los que están a su alrededor viven estupendamente incluso mucho de los podemitas que cayeron en desgracia y mantienen consejos de administración de los que se han llevado, hasta la fecha, más de medio millón de euros.

Pero los que no están en su entorno, están sufriendo, y mucho. Tenemos más de 3,5 millones de parados efectivos, solo el 46 % de los trabajadores tienen un buen contrato (indefinido a jornada completa), el gasto público se ha desmadrado y va a estar alrededor de 675.000 millones, pero poco o nada de ese dinero se dedica a sacar de la pobreza a la gente. Por otro lado, los impuestos rondarán los 610.000 millones, con una recaudación de 40.000 millones más en que en 2022, que pagan todos los españoles y el impuesto de los pobres, que es la inflación, no ha dejado de subir y los alimentos han subido otro 7,5 %, la energía y el gas otro 8 %.

Cuando se hizo este estudio, la alimentación se había disparado más del 20 % y muchas de las familias, tenían enormes dificultades para llegar a final del mes.

Veamos los datos y donde se encuentra España en el contexto de la Unión Europea:

La Unión Europea y los grandes países tienen un serio problema. El 2022 se ha cerrado con una UE con un 24,6 % de menores de 16 años en riesgo de pobreza y exclusión social. España ocupa la tercera posición detrás de Rumanía y Bulgaria, que tienen un 40,7 % y un 33,9 % y son la medalla de oro y la de plata. La de bronce, tiene el honor el presidente del Gobierno español, don Pedro Sánchez, con 1 de cada 3 jóvenes en esta situación.

Italia con 3,4 puntos menos que España ocupa la 4ª, Francia con 4,4 puntos menos, la 6ª, y Alemania con 7,8 puntos menos, la 7ª. De los otros 2 grandes de la UE, los Países Bajos ocupa la posición 24 muy por debajo de la media con solo un 13,5 % y Polonia la posición 22 con un 16 %.

Esto significa que somos el peor de los grandes, que solo nos ganan dos países que no son comparables con España, Rumanía y Bulgaria, que lo estamos haciendo francamente mal. Nuestra economía no es capaz de generar suficiente riqueza para tratar de paliar los efectos del socialismo o si lo queremos ver de otra manera, que el socialismo está consiguiendo su objetivo, que los pobres nunca dejen de serlo, porque dejarían de votarlos y que los que no lo eran pasen a serlo, porque los pobres siempre votan a la izquierda.

Menos mal que sabemos que de momento en Galicia no han comprado ese mensaje.

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