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Ilustración Yolanda Díaz Paro

Ilustración Yolanda Díaz ParoLu Tolstova

El paro real es de 3,9 millones de personas, un millón por encima de lo que dice el Gobierno

El Instituto Juan de Mariana calcula que la subida del SMI ha destruido 270.000 empleos desde 2019, y que bajar el desempleo de España a la media de la UE aportaría 93.000 millones al PIB

El Instituto Juan de Mariana ha publicado un informe exhaustivo titulado Las sombras del mercado laboral español. Paro privado, maquillaje estadístico y exclusión laboral. En él desmonta la visión triunfalista del Gobierno y desvela la cruda realidad de nuestro mercado de trabajo.

España ha superado a Grecia como el país de la Unión Europea con mayor tasa de paro. Nuestro desempleo real se sitúa un 40 % por encima de los niveles oficiales: «Una vez filtramos el maquillaje estadístico practicado con los fijos discontinuos y otras circunstancias, podemos encontrar que hay 3,9 millones de personas en una situación de paro efectivo, frente a los 2,8 millones que reconoce la Administración Sánchez en sus boletines de empleo. Frente a una tasa de paro oficial del 11,8 %, el desempleo efectivo es del 15,8 %», indican desde el Instituto.

Si el objetivo de la contrarreforma laboral de Yolanda Díaz era reducir la precariedad asociada a la corta duración de los contratos, la realidad dice que se está logrando lo contrario: «La duración media de los contratos de los asalariados privados ha bajado de 5,9 a 5,6 años en los últimos años, una caída del 5 % en los niveles de estabilidad contractual», añaden.

Aumento imparable del empleo público y del gasto

El ratio de asalariados públicos respecto a la cifra de ocupados en el sector privado ha bajado con fuerza bajo el Gobierno de Pedro Sánchez. Hemos pasado de 7 asalariados privados por cada empleado público a una relación de 6 a 1. La contratación pública aumenta de forma imparable durante la última década y, más especialmente en el último lustro. Antes, durante y después de la pandemia, las plantillas de las Administraciones no paran de crecer. Además, desde 2019 el aumento del empleo público es más rápido que el de la ocupación privada.

España gasta casi un 45 % más que Alemania en salarios de empleados públicos. Si gastáramos como ellos, ahorraríamos 49.000 millones

«España gasta un 15 % más que la Eurozona en salarios de empleados públicos. Si nos comparamos con Alemania, estamos casi un 45 % por delante. En el caso de que estos desembolsos fuesen similares a los observados en la Eurozona, el gasto público sería inferior en unos 21.000 millones de euros. Equiparando nuestros niveles a los de Alemania, el ahorro sería de 49.000 millones», indican.

El gasto público galopante, que ha subido del 42 al 47 % del PIB bajo gobierno de Pedro Sánchez, ha tenido un efecto negativo sobre el crecimiento y la actividad privada. Mientras nuestro país disparaba el peso del Estado, nuestra posición en el ranking mundial de PIB per cápita ha caído del puesto 32 al 37 de la lista. Además, los resultados cosechados por España en el Indicador de Gestión Económica del Instituto Juan de Mariana confirman que, a lo largo de este periodo de expansión del tamaño del Estado, nuestro país ha sido el socio de la UE con peor desempeño en base a criterios como el crecimiento, la creación de empleo, la evolución de los salarios, la contención de la presión fiscal o el endeudamiento público.

Productividad hundida y efectos letales del SMI

La productividad laboral cerró 2023 casi un 4 % por debajo de los niveles observados en 2018, el año en que Pedro Sánchez llegó al Gobierno. Bajo mandato del dirigente socialista, España es el país de la OCDE con peor desempeño de la productividad por ocupado. En cambio, los costes laborales no han parado de subir. Han aumentado de 2.555 a 2.985 euros entre 2018 y 2023. «Tenemos la peor situación posible para las empresas, con unos costes laborales disparados que contrastan con una productividad en caída libre», afirman desde el Instituto.

La subida del salario mínimo genera exclusión entre los trabajadores que desarrollan tareas más elementales

«Subir casi un 75 % el salario mínimo interprofesional mientras los precios experimentaban un aumento aproximado del 20 % ha hecho que el coste laboral básico golpee sobremanera a las empresas más humildes, las provincias menos desarrolladas y los trabajadores más vulnerables», añaden. Medido como porcentaje del PIB por ocupado, nuestro SMI es ya el segundo más caro de toda la UE. «Esta circunstancia influye negativamente en las cifras de ocupación y genera exclusión entre los trabajadores que desarrollan tareas más elementales. Este colectivo ha visto cómo se dejaron de crear 210.000 empleos desde 2019 hasta 2023. Por cada siete puestos de trabajo en los demás segmentos de actividad laboral, apenas se ha generado un empleo en empleos dedicados a labores elementales», afirman desde el Instituto.

Si ampliamos a 2024 nuestro análisis, se puede anticipar que el mercado laboral dejará de crear otros 60.000 empleos debido a la subida del SMI decretada por el gobierno. La cifra acumulada de 2019 a 2024 alcanzaría ya los 270.000 puestos de trabajo destruidos por esta vía.

El absentismo se dispara

En los últimos años se viene apreciando un fuerte crecimiento del absentismo. El dato para 2023 fue el segundo más alto de toda la serie histórica, solamente superado por las cifras alcanzadas en plena pandemia. A lo largo del pasado ejercicio, el 7 % de los asalariados con contrato no trabajó, con un coste de 77.000 millones para la economía española. Esta cifra podría reducirse hasta los 44.000 millones si el absentismo estuviese más supervisado y se mantuviese en los niveles más bajos de la serie histórica. En el Instituto piensan que «en España se habla mucho de armonización fiscal como mera excusa para subir impuestos. Lamentablemente se habla menos de armonización laboral para equiparar nuestros niveles de empleo y paro con los de Europa». Lograr esto último, indican, tendría consecuencias socioeconómicas muy positivas para España: bajar el paro al 6,5 % que se alcanza, en promedio, en la UE, tendría el efecto de elevar en 93.000 millones el PIB, generaría empleo para 1,3 millones de personas y contribuiría en casi 22.000 millones a la mejora de la recaudación tributaria sin necesidad de subir ningún impuesto.

Desde el Instituto apuntan que, a corto plazo, y a la espera de una reforma laboral integral que retire los elementos de rigidez introducidos por el gobierno de Pedro Sánchez, «parece recomendable priorizar tres áreas de mejora: reducir la cuña fiscal, que nos sitúa como el tercer país de la Unión Europea en el ranking que mide el peso de las cotizaciones sociales sobre el coste laboral; reducir el impacto negativo del SMI incorporando mecanismos correctores como los aplicados por los demás países de nuestro entorno; y terminar con los incentivos perversos que originan las crecientes pagas y ayudas públicas».

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