La semana económica
La jugada de Moncloa para entrar en Naturgy facilitando la llegada de los árabes
La salvaguarda de la españolidad es la excusa perfecta para avanzar en la estrategia del Gobierno: tras la toma de las instituciones, progresa en la de las empresas
Fuentes conocedoras en primera línea de la operación de compra de Naturgy confirman cuál es, a día de hoy, la estrategia del Gobierno de Sánchez: facilitar la llegada de TAQA, el grupo de Emiratos Árabes Unidos que previsiblemente va a lanzar una oferta sobre el 100 % de Naturgy, con una condición, que es venderles entre un 10 % y un 15 % a un buen precio para que el Estado pueda estar presente en el accionariado de la gasista española. Si no lo hacen, vetarán la operación basándose en la legislación antiopas y en que Naturgy es una empresa estratégica.
Si TAQA lanza la oferta sobre el 100 % de Naturgy, algo que parece cada vez más probable, lo esperable es que la acepten y vendan su participación los dos fondos que figuran como segundo y tercer accionista (el británico CVC y el estadounidense GIP, que suman el 41 % de las acciones) y accionistas minoritarios a quienes les interese la oferta. No vendería CriteriaCaixa, que en la actualidad es el principal accionista con el 27,6 %, ni el fondo australiano IFM, que es el cuarto, con el 15 %.
Si esta operación saliera adelante, el equilibrio de fuerzas cambiaría. TAQA pasaría a ser el principal accionista y cabría esperar que se entendiera mejor con el Estado sentado en el Consejo de Administración. Esta empresa árabe tiene como principal accionista a una filial de una de las empresas de inversión estratégica propiedad del emirato de Abu Dabi. Un gobierno siempre preferirá entenderse con otro gobierno que con una empresa privada.
De este modo, la posición de CriteriaCaixa, que fue quien buscó al socio emiratí, podría quedar en un lugar peor. Vista la estrategia del Gobierno de entrar en Naturgy, se comprendería aún mejor que fueran ellos quienes filtraron la información que el principal accionista quería mantener en secreto, avisando solo a Moncloa, para ir avanzando a su ritmo, tal como adelantó El Debate. Una vez filtrada a la prensa, reconocida la veracidad de la información y quiénes están detrás de la operación, solo puede acelerarse, que es lo que más interesa al Gobierno para asegurar su entrada, y que sea cuanto antes.
Reminiscencias de Endesa
La operación recuerda en cierto modo a la de Endesa, la histórica eléctrica española que acabó en manos italianas en 2009 siendo presidente José Luis Rodríguez Zapatero y dirigiendo la compañía Borja Prado, el presidente en España de Mediobanca, el principal vehículo inversor del país transalpino. La toma de control se materializó al comprar Enel el 25 % que en Endesa tenía Acciona, la empresa que preside José Manuel Entrecanales.
El Gobierno ha dicho en los últimos días a través de su ministro de Economía y la ministra de Hacienda que empleará los medios legislativos a su alcance para salvaguardar la españolidad de la compañía por su carácter estratégico, pero los objetivos parecen ser otros. Podría frenar la entrada de la empresa emiratí simplemente vetándola con la legislación antiopas, sin necesidad de que el Estado español entre en el accionariado, pero el Gobierno de Sánchez quiere seguir avanzando en su presencia en las empresas, como se ha visto con Indra y se está viendo con Telefónica, Talgo o Naturgy.
Naturgy se dedica a un negocio especialmente delicado
El problema con Naturgy es que se dedica a un negocio especialmente delicado. Es el principal suministrador de gas en España, posee el 49 % de Medgaz, el gasoducto que conecta España con Argelia... Si sale adelante la oferta de los árabes sobre el 100 %, se convertirán en los accionistas mayoritarios de una empresa que controla una materia tan sensible en nuestro país, pero si a cambio se queda con un 10-15 %, al Gobierno parece no importarle.