Los malos cálculos de Escrivá: la edad media de jubilación en 2024 es de 61 años y 7 meses
Aumentar hasta los 65 años la edad dejaría prácticamente 3,5 años sin nuevos pensionistas, que permitiría tener tiempo para afrontar un plan serio de una reforma del sistema de financiación actual de la pensión
Yo también me he quedado obnubilado al ver el informe que publica todos los meses el Instituto Nacional de la Seguridad Social. En concreto, la Subdirección General de Gestión Económico- Presupuestaria y Estudios Económicos, con un fichero que tiene 123 pestañas.
Con la paciencia que da el Santo Job y durante mi tiempo libre, en lugar de dedicarme al dolce far niente, me he sumergido en ver qué había en cada uno de los 123 libros de información, con la mala suerte que hasta el 121 no he dado con lo que quería.
Lo que quería no era otra cosa que saber la edad media de jubilación de los pensionistas, porque el objetivo claro de este Gobierno es que se retrase lo máximo posible. Y con este tema está consiguiendo otro clamoroso desastre.
Desde que José Luis Escrivá presentó el 15 de marzo como su gran éxito al frente del Ministerio de Seguridad Social, Inclusión y Migraciones y envió a Bruselas, con gran boato como si la reforma fuese el mayor de los éxitos de un gobierno socialista, lo único que ha conseguido este Ejecutivo es que la edad de jubilación media pase de 61,6 años en 2023 a 61,7 años a cierre de mayo de 2024.
En España, según este informe del INSS, las personas que se han jubilado en lo que va de año ha sido a los 61 años y 7 meses, lo cual hace muy difícil entender que hay una ley que diga que hay que jubilares a los 65 años y tener cotizados 38 años para recibir la pensión completa.
Y lo vamos a entender peor cuando veamos el cuadro que he preparado ad hoc con lo que ha pasado en estos cinco primeros meses del año.
La pensión media, a cierre de mayo, es de 1.255 euros. Y lo primero que llama la atención es que con 62,5 de edad media se jubilan 48.183 trabajadores, pero con una pensión media de 1.402 euros. En febrero con menos edad, es decir con 61,3 años de media, se jubilan otros 42.174 trabajadores, con 2 euros por encima de la pensión media y 3,7 años menos que la obligatoriedad para recibir el 100 % de la pensión.
En marzo, por primera vez la pensión es menor que la media, pero solo 35 euros, se jubilan 39.185 trabajadores y todavía con menor edad, solo 61,2 años de media. En abril la pensión media percibida es 20 euros menos, a pesar de que se jubilan con 61,5 años. Y en mayo volvemos a la anormalidad de que los trabajadores se están jubilando con 61,5 años y con una pensión media de 1.308 euros, que son 53 euros más que la media.
En definitiva, los planes que puso en marcha José Luis Escrivá o estaban pensados con las posaderas o estaban mal calculados ya que en nuestro país no se jubila nadie a los 65 años o más.
Aseguro que para mí este dato ha sido una sorpresa totalmente inesperada, aunque sabía que antes de que llegase Sánchez la edad de jubilación estaba rondando los 60 años que concuerda con los datos oficiales del INSS que indica que los trabajadores que se jubilaron en el 2017 a los 60,4 años, en el 2018 a los 60,7 y en el 2019 a los 60,1.
Todos estos datos agravan, sin duda alguna, la situación de la Seguridad Social y el problema del coste de las pensiones, porque aumentar hasta los 65 años la edad dejaría prácticamente 3,5 años sin nuevos pensionistas, que permitiría tener tiempo para afrontar un plan serio de una reforma del sistema de financiación actual de la pensión.
Pero por desgracia estamos ante un Gobierno que solo sabe prometer cosas que nunca va a cumplir, como el famoso plan de construir 180.000 viviendas, que está en el limbo de los justos.