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18 de septiembre de 2024

Skyline de Dubái

Skyline de Dubái.AFP

Por qué Dubái adelanta a Estados Unidos en la batalla global del talento, y España permanece en la cola

En nuestro país escasea la oferta de trabajo cualificado, y otros países europeos ofrecen oportunidades mejores

El semanario británico The Economist ha publicado un artículo muy interesante sobre cómo y por qué Dubái está ganando terreno a Estados Unidos en la captación de talento extranjero.

La clave está en la agilidad burocrática. Cualquier persona con un salario superior a un cierto umbral puede obtener un visado de trabajo en una semana en Dubái. Además, instalarse le resultará muy fácil: en pocos días, por medio de un sistema totalmente digitalizado, puede obtener un permiso de conducir o abrir una cuenta bancaria. Incluso se les facilita el visado de las niñeras, de modo que puedan venir dos personas talentosas si es el caso de un matrimonio. Medidas de este estilo, además de unos salarios muy elevados (algo que también ofrece Estados Unidos), han permitido a Dubái pasar de ser un desierto a un centro de negocios global.

Frente a estas facilidades, Estados Unidos cae a menudo en la trampa de la burocracia. Cuando una empresa solicita un visado de trabajo temporal para contratar a un trabajador altamente cualificado con una oferta de seis cifras, hay un 75 % de probabilidades de que se rechace. Además, no se hace rápidamente. La confirmación del rechazo puede llevar un año.

Si el empleado en cuestión quiere obtener la residencia permanente, tendrá dificultades si proviene de un país populoso como la India. Hay una regla de que no más del 7 % de las tarjetas de residencia permanente (Green Card) basadas en el trabajo pueden enviarse a un país cada año.

En Estados Unidos tienen claro que los extranjeros altamente cualificados son muy útiles para su país. Un estudio de Harvard determinó que la pérdida de un cerebro inmigrante reducía la productividad de los compañeros de trabajo (medida en patentes) casi el doble que la pérdida de un nativo. El estudio concluyó que, aunque los inmigrantes solo representaban el 14 % de la población de Estados Unidos, son responsables de un 36 % de la innovación.

A pesar de ello, y de que incluso Donald Trump se ha mostrado partidario de dar tarjetas de residencia permanentes a graduados con talento, hay dificultades para los profesionales cualificados en Estados Unidos. También en Gran Bretaña, que ha optado por contratar menos ingenieros extranjeros para primar a los nativos, o en China, donde su obsesión por la seguridad y la propiedad de lo que allí se investiga dificulta la vida de los inmigrantes.

Frente a estos casos de dificultad surgen otros que dan facilidades como Dubái, o Portugal, que en una década ha pasado de ser un lugar relativamente atrasado a un sitio atractivo para nómadas digitales.

¿Y España?

El problema de nuestro país es distinto. España es uno de los países con menos vacantes: 47 por cada 1.000 parados. Economías más grandes como la alemana tienen más puestos por cubrir que desempleados. Esta circunstancia hace que tengan que atraer a más inmigrantes cualificados para ocuparlos.

En España solo tiene una cualificación superior el 27 % de los inmigrantes de fuera de la UE de entre 25 y 64 años. Es una de las tasas más bajas de los Veintisiete, tan solo superior a la de Croacia, Italia, Grecia y Eslovenia, según los datos de Eurostat.

A cierre de 2023, la base media de cotización (remuneración total) a la Seguridad Social de los extranjeros extracomunitarios era de 1.570,68 euros, un 29,1 % menos que la de un español, que llega a los 2.216 euros. El 66 % de los cotizantes foráneos proviene de fuera de la UE (Marruecos, Colombia y Venezuela, fundamentalmente).

Estos datos confirmarían que España atrae mayoritariamente profesionales de menor nivel, mientras que los inmigrantes cualificados que ya están en España están sobrecualificados en un 56 %: más de la mitad trabaja en un puesto que está por debajo de la titulación que le correspondería (cuando encuentran empleo, porque su tasa de ocupación está doce puntos por debajo de la de los españoles).

En España escasea la oferta de trabajo cualificado, y otros países europeos ofrecen oportunidades mejores.

Suiza sigue dominando el mapa mundial del talento

Pese al avance de Dubái, el Índice Global de Competitividad del Talento que elabora anualmente la escuela de negocios Insead sigue dominado por Suiza, seguido de Singapur y Estados Unidos. España ocupa la posición 29, la 20 en Europa, por detrás de países como Eslovenia (28 en el índice global), Portugal (27), Malta (21), Irlanda (12) o Dinamarca (4), entre otros.

Suiza mantiene su primera posición desde hace diez años por su habilidad para crear y retener talento, el gran nivel de su formación profesional y su conexión con el mercado laboral y su capacidad para atraer talento. Además las multinacionales se ven atraídas por su cultura empresarial favorable a la estabilidad política y la transparencia jurídica, el compromiso con la protección de la propiedad intelectual y los principios del libre mercado.

Entre las categorías que mide el ranking, España ocupa posiciones especialmente negativas en atracción de talento extranjero (77 -aquí lideran Singapur, Suiza, Luxemburgo, Emiratos, Estados Unidos, Arabia Saudí y China-) y retención de talento (72 -aquí lideran Suiza, Estados Unidos y Emiratos-), y también algunas más económicas que se analizan en el ranking, como en la relación entre salario y productividad (puesto 116 -aquí Suiza, Estados Unidos y Emiratos Árabes son los tres mejores-) y la colaboración entre empleador y trabajadores (67).

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