Un tercio de las importaciones españolas de gas sigue llegando de Rusia pese a la presión de Bruselas

España se mantiene como uno de los principales destinatarios del gas natural licuado (GNL) ruso. Pese a los esfuerzos de Bruselas para poner coto a las importaciones desde la invasión rusa de Ucrania, en el primer semestre del año un tercio de las importaciones de GNL procedieron de Moscú, que fue nuestro principal proveedor, por delante de Estados Unidos (fuente del 31 % de las importaciones), Argelia (12 %) y Nigeria (11 %).

Entre enero y junio de este año España importó el 14 % del GNL ruso que entró en territorio comunitario, según datos del Instituto para la Economía de la Energía y el Análisis Financiero (Iefa). La demanda de GNL ruso se mantuvo estable, pese a que la demanda general de este combustible fósil por parte de España cayó un 23 %. Ello frente al retroceso del 58 % que registró el Reino Unido y el incremento del 110 % de Francia. Este último país fue precisamente el que más gas ruso ha importado en lo que va de año.

«A pesar de la promesa de acabar con la dependencia de los combustibles fósiles, Europa ha incrementado sus importaciones de gas ruso un 11 % en el primer semestre del año», afirman desde el Ieefa. La investigadora de este instituto, Ana Maria Jaller-Makarewicz, ya apuntó a El Debate que el motivo de la dependencia de España del gas ruso es doble. Por un lado, se debe a los contratos ya firmados con anterioridad a la invasión. También al cierre del grifo por parte de Argelia, explican a El Debate desde el Ieefa.

En una respuesta parlamentaria al eurodiputado popular Juan Ignacio Zoido, la Comisión insistió en que pide a los Estados miembro y a las empresas que dejen de comprar GNL ruso y que no firmen nuevos contratos. De hecho, el último paquete de sanciones del bloque comunitario (el número 14) afecta por primera vez a este combustible, prohibiendo su reexportación aunque no su entrada a los puertos europeos.

«El paquete de medidas sobre los mercados del hidrógeno y de los gases descarbonizados, aprobado en mayo de 2024, introduce un mecanismo que permite a los Estados miembros restringir las solicitudes de capacidad de acceso a la red y terminales de GNL para el gas natural y el GNL procedentes de Rusia y Bielorrusia. Este mecanismo proporcionará a los Estados miembros una herramienta para combatir los flujos rusos de GNL. La Comisión ha instado firmemente a los Estados miembros a que apliquen esta medida sin demora», explica la Comisión Europea.

«Naturgy tiene un contrato firmado con Yamal LNG –una joint venture energética rusa participada mayoritariamente por Novatek junto a la francesa Total y las chinas CNPC y Silk Road Fund– para importar 2,5 millones de toneladas al año de GNL hasta 2038», según Jaller-Makarewicz. «A su vez Naturgy tiene contratos en cartera con Endesa, con la Autoridad de Energía Eléctrica de Puerto Rico (AEE) y con Repsol», detalla.

«El pico del gas puede haber pasado»

Desde el Ieefa llaman también la atención sobre la creciente infrautilización de las infraestructuras de GNL en Europa, muchas de ellas erigidas precisamente a raíz de la invasión rusa. En España, el puerto de Huelva apenas está usando el 27 % de su capacidad, Cartagena y Sagunto el 21 % y Barcelona, el 11 %, siendo el gran puerto europeo con mayor infrautilización de sus instalaciones.

«Las terminales de importación de GNL de la Unión Europea (UE) estuvieron inactivas durante la mayor parte del primer semestre de 2024, ya que la demanda del combustible continúa disminuyendo en todo el continente», apuntan desde el Ieefa.

Mientras que en 2023 el consumo de gas alcanzó un mínimo de diez años, en el primer semestre de 2024 se ha recortado un 5,4 % adicional, y un 3 % en la UE. «Es probable que el continente ya haya superado el pico de consumo máximo de GNL», según el instituto, que pronostica una caída adicional del 37% para 2030.