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El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez.

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez.EFE

La tarifa de Pedro Sánchez: la deuda pública aumenta casi ocho millones de euros a la hora

Se dispara en el segundo trimestre hasta los 1,626 billones de euros a pesar del incremento del PIB

Pedro Sánchez está muy cerca de convertirse en el presidente que más les ha costado a los españoles. Desde su llegada a Moncloa, la deuda pública ha aumentado en 413.065,97 millones de euros y va camino de superar al Ejecutivo de Mariano Rajoy, en cuyo mandato se rozó la quiebra tras la crisis financiera.

La última revisión del PIB por parte del Instituto Nacional de Estadística (INE) de Elena Manzanera ha permitido reducir la ratio de deuda pública al 105,3 % en el segundo trimestre del año. Pero esta bajada no esconde que el monto total ya asciende a los 1,626 billones de euros y que, en solo seis meses, ha aumentado en 52.311,5 millones de euros.

La mayor parte se encuentra en manos de la Administración Central (1,485 billones), que este creció en el segundo trimestre en 8.9781,138 millones; y de las comunidades (337.474,11 millones), que lo hicieron en 8.534 millones. Diputaciones y ayuntamientos mantienen un debe de 23.524,78 millones y el agujero de la Seguridad Social es de 116.170,52 millones de euros, especialmente preocupante porque el Ejecutivo ha sido incapaz de reducirla pese a la reforma realizada por el actual gobernador del Banco de España, José Luis Escrivá.

De continuar así, a finales de este año, Sánchez podría superar sin dificultad a Rajoy como el presidente que más ha endeudado a nuestro país. De momento, ha añadido en 413.065,97 millones al pasivo, frente a los 459.815,67 del gallego, en 2.251 días al frente del Gobierno. Lo que es lo mismo, 183,5 millones al día, 7,65 millones a la hora.

Además, la reducción de la ratio se ha producido en un contexto excepcional, con unos ingresos por turismo nunca vistos, así como un inesperado incremento de población por la llegada de inmigrantes. Si a pesar de este contexto estamos todavía endeudándonos un 5,3 % por encima de todo lo que producimos en bienes y servicios, es que la situación es crítica.

Esto se debe principalmente al ingente gasto público que no se ve equilibrado por la persistente presión fiscal al que se ven sometidos los ciudadanos. Desde 2018 hasta principios de 2024 se han aplicado 59 medidas dedicadas a aumentar la presión sobre familias y empresas, lo que ha provocado que en nuestro país el esfuerzo fiscal se sitúe un 17,8 % por encima de la media de la Unión Europea. A pesar de ello, el déficit público aumentó en julio hasta el 2,34 %.

Límite de margen

Durante años, los tipos de interés fueron significativamente inferiores a las tasas de crecimiento, por lo que esta dinámica de endeudamiento era relativamente aceptable. Con los tipos a niveles similares a los anteriores a la crisis financiera, los altos niveles de deuda pública ejercen presión sobre el costo de financiación y limitan el margen fiscal para impulsos adicionales.

El propio Banco de España publicó antes de la llegada de José Luis Escrivá un demoledor informe sobre el futuro de la deuda española y la necesidad de un plan de consolidación fiscal que incluye tanto la reducción del gasto público como aumento de ingresos, pero con la llegada del manchego, ha quedado en papel mojado.

Los altos niveles de deuda pública pueden afectar a la inversión en servicios clave para los ciudadanos como sanidad o educación. De hecho, desde el comienzo de la crisis financiera, la inversión en infraestructuras ha estado literalmente parada hasta la llegada de fondos europeos que habrá que devolver. Es decir, el crecimiento de España se está sustentando en más endeudamiento.

Las contradicciones europeas

A pesar del riesgo que suponen estos niveles de deuda pública, algunas de las principales economías de la Unión Europea están acudiendo a ella para financiar su desmedido gasto público. Grecia registraba en el primer trimestre de este año un pasivo del 159,8 % del PIB, si bien ya mostraba una tasa bastante alta (103,7 %) en el primer trimestre de 2008, justo antes de la crisis financiera. Lo mismo ocurría en Italia y Bélgica, países que todavía ahora superan el 100 %.

Francia y Portugal, también por encima del 100 %, partían de un endeudamiento antes de la crisis del 67 % y 71,6 % respectivamente. En el caso de España, pasó de un 35 % al 108,9 % en ese periodo, 73,9 puntos porcentuales.

La UE, sin embargo, muestra una actitud contradictoria. Al mismo tiempo que la Comisión Europea ha recuperado las reglas fiscales y aboga por limitar la deuda pública al 60 % del PIB y el déficit al 3 %, arropa el plan de Mario Draghi para impulsar las economías europeas a cambio de endeudamiento por valor de 800.000 millones.

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