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El nuevo gobernador del Banco de España, José Luis Escrivá tomo posesión de su cargo el pasado martes.

El nuevo gobernador del Banco de España, José Luis Escrivá, tomo posesión de su cargo el pasado martes.Lu Tolstova

La semana económica

La nueva y preocupante vuelta de tuerca de Escrivá en el Banco de España

El gobernador quita tareas clave a unos departamentos para dárselas a otros dirigidos por afines. La independencia, cada vez más en entredicho.

El Banco de España anunció el pasado martes, el mismo día en que José Luis Escrivá tomó posesión como nuevo gobernador, el nombramiento de Mayte Ledo como directora general de la nueva área de Estrategia, Personas y Datos.

La llegada de Mayte Ledo no ha sorprendido a nadie, pero es una vuelta de tuerca más en su toma de control. Trabajó con Escrivá en el Servicio de Estudios de BBVA y luego se la llevó como jefa de su gabinete al Ministerio de la Seguridad Social y al de Transformación Digital. Allí fue hasta el lunes secretaria de Estado de Digitalización e Inteligencia Artificial. Como ya contábamos en este artículo hace dos semanas, desde que llegó Escrivá al Banco de España todo el que le conoce se preguntaba cuándo y para qué puesto se traería a Mayte Ledo. El martes se confirmó todo.

La dirección general desde donde se elaboraban los informes de perspectivas, a menudo críticos con el Gobierno, ha visto reducidas sus funciones

Ledo es licenciada en Económicas por la Universidad de Valladolid e hizo estudios de posgrado en el Centro de Estudios Monetarios y Financieros (CEMFI). Antes de llegar al Ministerio de la Seguridad Social, fue responsable de costes e inversiones y ocupó diversos puestos de responsabilidad en el área financiera de BBVA. Dejó el BBVA, donde cobraba más, para irse al Ministerio. Ahora recibe la compensación de ir al Banco de España. Tiene fama de buena técnica, pero lo que llama la atención no es su currículum.

Entre la información que el Banco de España da sobre su nueva dirección general se sugiere que quitará funciones a otras. Integrará los tres departamentos de información del Banco de España: Información Financiera, Estadística y Sistemas de Información: «(...) todas las áreas relacionadas con la producción y gestión de datos de la institución (...)», y además la nueva Dirección «permitirá una mayor y más eficiente integración de los datos, aunar los requerimientos informativos que realiza el Banco y de sus canales de recepción (...)».

Economistas y otros profesionales del mundo financiero creen ver que con ello se quitan funciones a la hasta ahora Dirección General de Economía y Estadística, dirigida por Ángel Gavilán, que de hecho ha pasado a llamarse Dirección General de Economía a secas, con la misma persona al frente de ella.

En el ambiente se ve el futuro de Ángel Gavilán como uno de los termómetros que reflejará la actitud más o menos cercana a la independencia que tendrá el Banco de España en la nueva era Escrivá. Gavilán, un profesional brillante y de prestigio, ha sido en los últimos años el alma máter de los informes de perspectivas de la economía española que elabora el Banco y que no gustaban en exceso al Gobierno por sacarle los colores en determinados aspectos.

Nada más llegar Escrivá, el Banco de España ha mejorado sus previsiones sobre la economía española

Quizá por adelantarse a lo que podía pasar, hace una semana dimitía el director general de personal y contratación del Banco de España, Alejandro Álvarez, un profesional muy cercano al anterior gobernador, Pablo Hernández de Cos. ¿Se planteará lo mismo Ángel Gavilán, también nombrado por el anterior gobernador? Habrá que ver si Escrivá le deja actuar con libertad o si, como muchos temen, transfiere a otros su protagonismo para que se elaboren a partir de ahora unos informes de perspectivas más benignos con el Gobierno.

Como es lógico y ocurre en cualquier empresa, el nuevo jefe está colocando a personas de su confianza en los puestos clave. La inquietud reside en qué consecuencias tendrán estos nombramientos: si se traducirán en una mayor independencia y transparencia, como asegura Escrivá, o si ocurrirá todo lo contrario, como teme buena parte de los economistas consultados.

Parece difícil que se supere la independencia y el prestigio que ha recuperado la institución con el anterior gobernador, Pablo Hernández de Cos, como reconoce cualquier economista serio. En cualquier caso, es pronto para evaluarlo, pues el nuevo mandato acaba de empezar.

De entrada, lo que ha hecho el organismo es mejorar las previsiones de crecimiento de la economía española para los tres próximos años: hasta el 2,8 % para este año, cinco décimas más; hasta el 2,2 % en 2025, 0,3 puntos más, y hasta el 1,9 % en 2026, 0,2 puntos más. Puede que los cálculos estén bien hechos y sea para bien de la economía de nuestro país, pero después de la manipulación vista en otras instituciones como por ejemplo el CIS, el hecho de que el nuevo gobernador fuera ministro hace unos días hace temer lo peor a más de uno.

Escrivá no está mal visto en general a nivel técnico en el mundo financiero, pero su lado político se ha comido al técnico en su etapa en el Gobierno, y ha cometido errores de bulto, como los relacionados con la reforma de las pensiones, con la que no dio ningún paso positivo para su sostenibilidad. Los conocimientos técnicos pueden usarse para el bien de la sociedad o para dar lugar a una mayor manipulación, y ahora Escrivá, Mayte Ledo y su equipo tendrán que demostrar qué quieren hacer.

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