El salto de Extremadura: del impuesto de patrimonio «más alto del mundo» a disparar su competitividad fiscal
La región que preside María Guardiola escala ocho posiciones en un solo año en el índice que elabora la Tax Foundation estadounidense
Sánchez subirá de nuevo los impuestos pese a que los españoles ya sufren un esfuerzo fiscal un 20 % mayor al de la UE
Madrid se mantiene como la región española más competitiva fiscalmente, según el ranking que difunde anualmente la Tax Foundation norteamericana y elabora la economista Cristina Enache. Pese a ello, afronta el rápido avance de Extremadura, que escala en un solo ejercicio ocho posiciones, de la 15 a la séptima. Cataluña, por su parte, cierra el listado al gravar a sus ciudadanos y empresas con el doble de impuestos que el resto de autonomías
La clave del salto cualitativo de Extremadura está, según la Tax Foundation, en varias reformas de calado introducidas a finales de 2023. En concreto, se derogó el impuesto sobre las viviendas vacías a los grandes tenedores que se iba a aplicar desde 2024 y se bonificó al 100 % el impuesto sobre el patrimonio.
Además, en el Impuesto sobre la Renta se redujeron los tipos de gravamen en los dos primeros tramos en 1,5 puntos porcentuales (hasta 20.200 euros), mientras que se elevaron los tipos de los tres siguientes tramos en 0,5 puntos (hasta rentas de 60.000 euros). Adicionalmente, para 2024 se ha elevado la deducción en sucesiones hasta 500.000 euros para los grupos I y II.
«Extremadura, siendo la comunidad más pobre, llegó a tener el impuesto de patrimonio más alto del mundo», destaca Cristina Enache en conversación con El Debate, recordando que bajo el anterior gobierno socialista llegó a alcanzar el 3,75 %. Este tributo, abunda, solo se mantiene en un puñado de lugares además de España: los cantones suizos, Noruega y Colombia, situándose en nuestro país muy por encima del resto. «Las comunidades autónomas no sólo compiten entre sí, sino que lo hacen también contra otros países», afirma.
El denominado Índice Autonómico de Competitividad Fiscal (IACF), que se presentará este lunes en el Senado con presencia de los consejeros autonómicos de Madrid, Andalucía, Extremadura y La Rioja, constata un ligero empeoramiento de la posición de Madrid. Desde la Tax Foundation aconsejan a la comunidad reducir el tipo impositivo del primer tramo de la renta hasta el 8 %, al igual que Extremadura y La Rioja. A este respecto, la consejera de Economía y Hacienda, Rocío Albert, afirmó recientemente que considera que «hay margen para seguir bajando los impuestos» a lo largo de la legislatura, tras conocerse que la recaudación por IRPF se situó en 2022 en 897 millones de euros, un 7,2 % más.
El indicador, explica Enache, se elabora mediante el análisis de hasta 60 variables agrupadas en cinco índices clave: renta, patrimonio, sucesiones, impuestos a las transmisiones patrimoniales e impuestos autonómicos propios. «Todo ello se agrupa para elaborar un ranking que da una imagen fiel de la política fiscal de los diferentes gobiernos autonómicos», detalla.
Tras Madrid, las siguientes posiciones quedan copadas por las tres provincias vascas, impulsadas por el modelo foral, con mínimas diferencias entre ellas motivadas por la aplicación del Impuesto sobre el Patrimonio. «La regulación de este último en Álava es peor que en Vizcaya, mientras que la situación en Guipúzcoa es más deficiente aún», afirman desde la Tax Foundation
El cupo catalán, «desastroso para España»
Por su parte, Andalucía mantiene la quinta posición aunque reduce su puntuación en 0,13 puntos, tras modificar, a finales de 2023, la aplicación del impuesto de solidaridad de las grandes fortunas a raíz de una sentencia del Tribunal Constitucional. «Andalucía podría mejorar más si eliminara la mayor parte de los impuestos autonómicos y reordena el impuesto sobre Sucesiones y Donaciones», considera la Tax Foundation.
En el furgón de cola la organización sitúa, además de a Cataluña, a Asturias –que baja de la posición 17 a la 18 «por falta de reformas importantes»–; Aragón, que introdujo dos nuevos impuestos medioambientales, uno a parques eólicos y otro a fotovoltaicos; y la Comunidad Valenciana, que pese a subir dos puestos –por modificar los tributos de Patrimonio y Sucesiones– «sigue necesitada de medidas fiscales de calado en cada una de las áreas analizadas, dado que tiene uno de los sistemas más gravosos en términos de Renta, Patrimonio, Transmisiones Patrimoniales y Actos Jurídicos Documentados.
¿Serviría el hipotético cupo fiscal catalán para mejorar la posición de Cataluña en el ranking? «Tener un régimen especial no hace que seas más competitiva», responde Enache. «Cataluña ya ha demostrado que su senda es subir impuestos. Cada ez que se instala una nueva actividad allí, crean un impuesto específico. Ahora tienen 11 impuestos autonómicos propios, y llegaron a tener 15, cuando la media autonómica está en 5. Por otro lado, tiene una baja puntuación en renta, patrimonio y sucesiones y no parece que esto vaya a cambiar. (El cupo catalán) en cambio sí va a impactar en la solidaridad común porque tiene muchos más habitantes que Navarra o País Vasco. Sería desastroso para España», concluye.