Automoción, ladrillo y turismo: Asia Central pone su mira en las empresas españolas

Este 25 de octubre, Kazajistán celebra el Día de la República, una fecha señalada para un país que intenta convertirse en uno de los principales actores de la región gracias a su privilegiada situación geográfica, como paso natural del comercio entre Europa y Asia, y sus abundantes recursos. Sin embargo, todavía son muchos los desafíos a los que enfrenta, ya sea por el desconocimiento como por su escasa población, apenas veinte millones de habitantes.

En sus más de tres décadas desde la independencia de la Unión Soviética, el país ha crecido exponencialmente hasta alcanzar un PIB superior a países como Nueva Zelanda o Grecia, pero ha sido en los dos últimos años cuando se ha centrado en reforzar sus estructuras políticas y sociales con el objetivo de atraer mayor inversión y oportunidades. Esa palabra, oportunidad, es la más repetida por el embajador kazajo en España, Danat Musayev, durante su entrevista con El Debate.

La Unión Europea es precisamente el mayor inversor en el país, con Países Bajos en cabeza, concentradas en la minería, las manufacturas y el comercio al por mayor. No obstante, el Gobierno kazajo quiere diversificar esas inversiones y ve a España como un importante socio comercial, especialmente por su fortaleza en el sector de la automoción, donde España es el segundo productor de Europa, y el ladrillo. «La construcción representa no menos del 6 % de nuestra economía y levantamos miles de millones de metros cuadrados al año, por lo que las empresas españolas pueden encontrar muchas oportunidades aquí», comenta Musayev.

También interesa el know how español en el agro. «Tenemos más de 200 millones de hectáreas dedicadas a la agricultura, de las cuales solo estamos aprovechando la mitad. Con el conocimiento y la tecnología de las empresas españolas vemos mucho potencial», agrega.

Por último, el embajador señala el turismo. Kazajistán es el noveno país por superficie, lo que brinda una oferta turística, ya sea de naturaleza o cultural, muy variada. Sin embargo, con una población de apenas veinte millones de personas y falta de infraestructuras, el Gobierno kazajo está ofreciendo importantes incentivos a las cadenas hoteleras que quieran construir en el país.

Desconfianza y reformas

No obstante, existe todavía cierto desconocimiento y desconfianza por parte de las empresas extranjeras tras las protestas de enero de 2022. Por ello, el Gobierno kazajo ha comenzado una serie de reformas con el objetivo de crear un escenario de estabilidad jurídica y fiscal que facilite la llegada de capital extranjero.

En estos dos años, el país ha adaptado centenares de leyes para ampliar los derechos sociales al tiempo que ha reforzado el Parlamento y el Tribunal Constitucional con la entrada de diputados independientes para garantizar su autonomía, y ha limitado el mandato presidencial como mecanismo de regeneración democrática. «Hemos conseguido mucho», señala. «Pero no solo política o económicamente, también a nivel cultural. Estamos en un proceso de cambio profundo y, lo que es más importante, de carácter irreversible», destaca Musayev.

Queremos una política exterior multivectorial por razones obvias, estamos donde estamos y queremos tener buenas razones con nuestros vecinos

Esos disturbios finalizaron con la entrada de militares rusos en el país, lo que generó ciertas suspicacias de la comunidad internacional ante una posible injerencia del Kremlin en la política kazaja, pero el embajador matiza que las fuerzas que entraron bajo petición del propio Ejecutivo y no eran solo rusos, sino que pertenecían a la Organización del Tratado de Seguridad Colectiva.

«Nosotros somos partidarios de una política exterior multivectorial por razones obvias. Estamos donde estamos y queremos tener buenas relaciones con nuestros vecinos. Rusia es un socio estratégico y compartimos asociaciones internacionales y regionales, algo que no es un secreto, al tiempo que mantenemos muy buenas relaciones con Ucrania. Esta multilateralidad nos ayuda nuestros intereses nacionales», explica.

Emisiones de carbono

Por otra parte, el aumento del tejido industrial había provocado un déficit energético, lo que ha llevado al país a construir su primera central nuclear con el objetivo de reducir su dependencia del carbón y alcanzar la eliminación de emisiones de carbono por completo en 2060.

«Es un paso lógico, ya que nuestra industria se ha desarrollado muy rápido y, siendo el primer productor de uranio del mundo, no teníamos una central en el país», comenta el embajador. «Para nuestro pueblo es un asunto muy delicado (se refiere al sitio de pruebas de la URSS en Semipalatinsk, actual Semey, donde se realizaron más de 500 explosiones nucleares) y había ciertas discusiones en la sociedad, por eso el presidente decidió votarlo en referéndum», añade.

Corredor Central

Otro asunto es el Corredor Central, la ruta multimodal que une Europa con China a través de Turquía, Georgia, Azerbaiyán y Kazajistán y que se ha convertido en una importante alternativa al Corredor Norte, que transita principalmente por Rusia. Un estudio del Banco Europeo de Reconstrucción y Desarrollo (BERD) demostró que es la ruta más eficaz, sin embargo, es todavía demasiado cara.

Por ello, Bruselas se ha comprometido a invertir 10.000 millones de euros en su desarrollo. «Hemos puesto en marcha con la UE la Plataforma Especial para fortalecer la cooperación para ampliar sus posibilidades, ya que consideramos que se podrían triplicar sus posibilidades», concluye Musayev. Solo el tiempo dirá.