Daniel Lacalle: «Las empresas españolas no deben temer por la victoria de Trump. Todo lo contrario»
La opinión del economista jefe de Tressis contrasta con la del también economista Santiago Carbó, que prevé un efecto negativo del proteccionismo
La victoria de Donald Trump en las elecciones de Estados Unidos ha levantado de inmediato la pregunta de cómo afectará a las empresas españolas. Especialistas como el economista Daniel Lacalle no tienen ninguna duda: «Ninguna empresa española debe temer a Trump. Ningún sector español debe hacerlo si el Gobierno español negocia como lo hicieron el Gobierno italiano, el griego o el portugués, que consiguieron que les eliminaran los aranceles. Los aranceles serán un arma del gobierno americano para negociar unas condiciones más equilibradas para las empresas de su país en otros mercados».
Lacalle recalca que el anuncio de aranceles por parte de Trump no tiene otra razón de ser que ejercer como contraprestación a las barreras regulatorias, legislativas o medioambientales que se levantan por el mundo contra las empresas estadounidenses, en lo que califica como «una política comercial antiamericana»: «Los mercados más proteccionistas son la Unión Europea y China. Seguramente la Unión Europea va a quejarse ahora de los aranceles de Trump, pero seguro que no va a reconocer que el problema de la política económica de la UE son las trabas al comercio que existen detrás de las medidas de supuesto apoyo al medio ambiente, que en realidad son medidas arancelarias, mientras subvenciona a las empresas y sectores de Argelia, Marruecos o el norte de África. Las restricciones burocráticas y medioambientales al sector del automóvil estadounidense son tan severas que no pueden plantearse establecerse en Europa».
La victoria de Trump es «positiva para las empresas españolas. No hay más que ver el éxito que tuvieron en su legislatura anterior. Son muy bienvenidas, y si producen allí, no van a tener aranceles y los impuestos van a ser mucho más bajos», argumenta Lacalle. En su opinión se abren ahora grandes oportunidades para, entre otros, el sector petrolero, en el que está Repsol, ya que van a abrirse nuevas licencias de exploración y producción petrolífera en Estados Unidos; el de las energías renovables, en el que se encuentran Iberdrola o Acciona, entre otras, pues se va a invertir más en hidráulica, eólica o solar en aras de una mayor independencia energética, y por supuesto en el sector financiero, en donde bancos españoles como el Santander ya están poniendo el foco con insistencia.
Otros no son tan optimistas
El catedrático de la Universidad de Valencia, Santiago Carbó, no transmite tanto optimismo por su temor a algunos riesgos asociados a la llegada de Trump, que piensa que afectarán a España. El primero es el aumento del proteccionismo, que estima que se va a producir sin ninguna duda: «Aunque se note más en China, se percibirá en todo el mundo, también en Europa. Los efectos colaterales del proteccionismo al final recaen en todo, no solo en las exportaciones; también en la actividad económica de los países. La vuelta al proteccionismo, a que intente proteger la industria americana, no es buena para el comercio mundial».
La segunda cuestión que afirma que afectará a España será un previsible aumento del gasto importante en Defensa en Europa: «Lo va a exigir si queremos que Estados Unidos siga en la OTAN. Se ha hecho algo, pero se va a tener que hacer mucho más, de modo que se van a tener que alterar los Presupuestos europeos y españoles».
La vuelta al proteccionismo, aunque se note más en China, se percibirá también en EuropaCatedrático de la Universidad de Valencia
El tercer aspecto de impacto para España sería «que Estados Unidos se fuera de los acuerdos climáticos. Dejaría en standby los acuerdos, pues el principal contaminador, junto con China, no estaría. Europa quedaría muy descolocada. Nuestro continente respetaría los acuerdos, pero la competitividad se puede resentir».
Carbó considera que sería negativo para las inversiones globales que Estados Unidos opte por el unilateralismo, por las tensiones y la incertidumbre que podría generar. Al mismo tiempo estima que es pronto para adivinar qué ocurrirá, pues una cosa es lo que se dice en las elecciones y otra es hacerlo.
Bueno para la economía americana
Lacalle no tiene ninguna duda de que el triunfo de Trump será positivo para la economía de Estados Unidos, entre otras cosas porque irá en la línea de su primera legislatura: fortalecer el sector privado, y que sea él el que tire del crecimiento, frente a la apuesta de Biden y Kamala Harris de incrementar el déficit y el gasto público.
Para que el plan de Trump salga, este economista ve importante que lleve a cabo rápido sus puntos clave: bajar los impuestos, desregular la economía y reducir de manera drástica el gasto discrecional, algo que llevará a cabo la oficina que dirigirá Elon Musk.
Frente a la opinión vertida en algunos medios de comunicación, Lacalle niega que los aranceles vayan a provocar una subida de la inflación: «La inflación solo sube si se aumenta el gasto público y se imprime moneda, algo que Trump va a evitar».