Milei, un año de esperanza para la economía de Argentina no exento de sufrimiento
El ajuste del gasto desmedido de la época del peronismo kirchnerista ha provocado una contracción en el corto plazo, como ya había adelantado Milei, que siempre fue muy claro en que el ajuste conllevaría un cierto sufrimiento, pero que era necesario
Hoy, martes diez de diciembre, se cumple el primer aniversario de la toma de posesión de Javier Milei como presidente de Argentina. En este año, el presidente está enderezando la economía argentina, poco a poco, con grandes dificultades, debido a la pésima herencia recibida, tras ocho décadas de peronismo, especialmente malos los últimos, pero hay signos claros de ello.
En marzo de este año realizó un ajuste del gasto público primario de 35 puntos sobre el mismo mes del año anterior, que si lo comparamos con el mes de octubre de 2023, previo a la segunda vuelta de las presidenciales argentinas en noviembre, cuando el peronismo trató de captar voluntades electorales con dinero público, que incrementó un 6 %, el recorte respecto a marzo de 2024, cuando se produjo, como digo, el gran recorte de gasto, fue de 47 puntos y que en el acumulado del año llega a casi 30 puntos de recorte, que muestra la determinación en la reducción del gasto público para equilibrar el presupuesto.
Eso nos lleva a un resultado positivo en el saldo fiscal, con diez meses consecutivos de superávit.
Así, el saldo financiero es de un superávit del 0,5 % del PIB, mientras que el saldo primario es de un 1,7 % del PIB.
Todo ese ajuste del gasto desmedido de la época del peronismo kirchnerista ha provocado una contracción en el corto plazo de la actividad económica, como ya había adelantado Milei, que siempre fue muy claro en que el ajuste conllevaría un cierto sufrimiento, pero que era necesario para enderezar y estabilizar la economía argentina y crear las bases para un crecimiento sólido y estable en el medio y largo plazo. De hecho, tras este año de ajuste, distintos organismos prevén un fuerte crecimiento real de la economía argentina: el FMI estima un 5 % en términos constantes para 2025, y BBVA Research contempla algo más, un 6 %.
Ese ajuste del gasto, junto con la estabilización de la base monetaria, para la que actualmente su único crecimiento se debe a la decisión de desmontar las letras del Tesoro en poder de los bancos, reemplazando los pases pasivos, con lo que está aplicando una emisión monetaria cero sin que los bancos comerciales colapsen, sustituyendo los pases pasivos por letras del Tesoro. Poco a poco, ha de ir desmontando la intervención cambiaria, una vez consiga estabilizar la economía, tanto por el lado de la política fiscal como de la política monetaria.
Esta gestión ortodoxa de la base monetaria está consiguiendo reducir muchísimo el crecimiento mensual de los precios. Así, la inflación en octubre –último dato disponible– rebajó su crecimiento al 2,7 % mensual, la cifra más baja en tres años.
Igualmente, desde el veinticinco de noviembre de este año ha reducido un 95 % el impuesto-país, abaratando las importaciones, impuesto que se eliminará por completo el próximo veintitrés de diciembre. En este sentido, apuesta por la bajada de impuestos como elemento con el que ganar competitividad en lugar de recurrir a la devaluación, bajada de impuestos más extensa que pretende realizar a lo largo de su primer mandato.
Todo ello, envía una señal de confianza, certidumbre y seguridad a los mercados e inversores, que premian a dicha disciplina con la exigencia de menores rentabilidades, que hace que la prima de riesgo argentina se desplome desde que Milei es presidente. Así, desde que fue elegido en segunda vuelta la prima de riesgo ha descendido 1646 puntos básicos (un 68,67 %) y 1184 puntos básicos (un 61,19 %) desde que Milei tomó posesión hace un año.
En resumen, Milei se encontró un país arruinado tras ocho décadas de peronismo, especialmente en la etapa del kirchnerismo. Hizo campaña denunciando los excesos y mala gestión peronista. Para captar la atención, tuvo que sobreactuar, pero al llegar a la presidencia ha ido rebajando el tono más frívolo, dejando paso a una serie de decisiones de buen gestor, basado en unos principios de gasto limitado, impuestos bajos y reformas profundas, que constituyen la esperanza para Argentina. Le falta apoyo parlamentario, pero está creando las bases para conseguir transformar la economía argentina en este primer mandato. Con la renovación parcial del parlamento en 2025 aspira a contar con más fuerza, que podrá incrementar todavía en la renovación total, con vistas a un segundo mandato donde culminar todas las reformas que por ausencia de fuerza parlamentaria no pueda ejecutar.
Milei se mantiene firme en sus principios, no siente complejo frente a la izquierda, sino que demuestra que los principios del liberalismo clásico o europeo, que el liberal-conservadurismo otorga mejores resultados, y los aplica. Lucha por las ideas y las lleva al campo de la gestión. El resultado está ahí: reducción del gasto, menos impuestos, reformas estructurales, ortodoxia monetaria, reducción del crecimiento de la inflación, buenas expectativas de crecimiento y disminución de la prima de riesgo por confianza de los inversores. Milei ha dado esperanza a los argentinos para volver a ser la gran economía que fue hace más de ochenta años. Es un país que tiene ingentes recursos naturales y que solo necesita una buena gestión para despuntar, cosa que Milei, de momento, está logrando. Queda mucho por hacer, pero este primer año de Milei como presidente ha sido el de la esperanza para la economía argentina. Ojalá que pueda culminar todas las reformas para que Argentina vuelva a deslumbrar al mundo.
- José María Rotellar es profesor de Economía y director del Observatorio Económico de la Universidad Francisco de Vitoria