Fundado en 1910
Análisis económicoJosé Ramón Riera

El Tesoro ha tenido que pedir hasta noviembre un cuarto de billón de euros

A «esto» solo nos ganan Estados Unidos y Francia, que todavía lo hacen peor

Actualizada 04:30

Estamos ya al borde del cierre del año y también cada día más cerca que nunca de conseguir una nueva medalla de oro y récord de España y medallista olímpico, posiblemente de bronce, porque a «esto» solo nos ganan Estados Unidos y Francia, que todavía lo hacen peor.

Y con «esto» me refiero a la emisión de deuda, para pagar deuda, para poder pagar los intereses de la deuda y para poder pagar todos los gastos del día a día.

Porque, como Javier Milei sabe muy bien, las «pelotas de nieve» son las más peligrosas. Y en España, aunque la nieve no es lo más habitual, las «pelotas» eran hace unos años el sistema que tenían algunas empresas que no podían acceder a créditos de forma sencilla, que se giraban letras entre sí para poder descontarlas. A este sistema se le llamaba «letra pelota», que servía si se la colabas al banco para poder financiarte y «tirar palante» un mes más.

El problema es que cuando entrabas en ese modelo, normalmente la empresa estaba condenada a su desaparición. Por eso los bancos empezaron también a controlar mucho las letras y estas terminaron desapareciendo, porque no servían para nada, y se pasó al pagaré como siguiente modelo, que hacía mucho más difícil generar la pelota.

En el caso de la deuda española, estamos claramente en un modelo de financiación «pelota», porque, de una forma habitual, lo que estamos haciendo es pedir prestado para devolver lo prestado que vence, para poder pagar los intereses de esa deuda que tenemos y también para poder seguir viviendo. Y el problema no está en pedir para poder seguir viviendo, sino en pedir para pagar intereses y vencimientos, que de otra manera no podríamos pagar.

Y aunque esto lo estén haciendo Estados Unidos y Francia, no significa que lo estén haciendo bien. Por eso ya hay varias agencias de rating que están empezando a pensarse en bajar la calificación crediticia de estos dos países, que además la tienen más alta que la nuestra. Estados Unidos la tiene, según Moody’s, en Aaa, Francia en Aa2 y España en Baa1.

Y el refranero español, que tanto me gusta por su riqueza en expresiones, dice claramente que cuando las barbas de tu vecino veas pelar, pon las tuyas a remojar.

Y para que lo veamos claro, he preparado este cuadro con los datos que acaba de publicar el Tesoro Público sobre la deuda en nuestro país:

En el primer trimestre del año, tuvimos que salir al mercado a que nos prestasen 84.420 millones, devolvimos 39.225 millones y, para poder pagar los gastos del día a día, tuvimos que pedir 45.195 millones. La explicación de esta barbaridad es muy sencilla: en el último trimestre, para no salir en los papeles de Bruselas, dejamos de pagar, dejamos de contabilizar y tiramos de la cuenta corriente del Banco de España, y la dejamos con telarañas y además en negativo, obligando al Banco de España a tirar del BCE.

En el segundo trimestre, y como en junio pasa lo mismo que en diciembre, pero es menos importante, tuvimos que pedir prestados 68.331 millones, para pagar 61.889 millones que vencían, y oficialmente solo tuvimos que endeudarnos en 6.432 millones.

En el tercer trimestre, y a pesar de que julio es muy bueno en recaudación, tuvimos que pedir 58.684 millones para devolver 39.509 y tuvimos que usar para vivir 19.175 millones.

Entre octubre y noviembre, hemos pedido ya 39.213 millones, para pagar 52.309, y ello es gracias al mes de octubre, en el que recaudamos 50.000 millones, gracias a que estamos retrasando pagos (la Administración General del Estado debe un 87 % más que en 2023 a cierre de octubre) y ya hemos iniciado el mismo proceso de tirar de las cuentas corrientes del Banco de España, aunque todavía no tengo los datos oficiales.

El proceso es el mismo que el de estos años atrás, en que ya debíamos reportar datos a Bruselas que no diesen miedo. Para ello, el gobierno utiliza el modelo de contabilizar menos gastos, pagar menos facturas, y por eso en el primer trimestre del año tenemos que pedir 45.000 millones de financiación neta, porque hay que ponerse al día en todo.

La realidad es que jugamos a un juego muy peligroso, que nos puede llevar a una situación como la de Grecia, que falseaba las cuentas y cuando tuvo que ser intervenida, lo fue con hombres de negro presenciales que autorizaban pagos y el dinero llegaba a cuentagotas.

Hemos tenido que pedir 250.648 millones, para pagar 192.942 millones y 57.706 millones para poder comer.

Aunque parezca que en el último trimestre las cosas van mejor, lo van porque, como ya he dicho, pagamos menos, debemos más y usamos el dinero del Banco de España.

comentarios
tracking