Los retos de Yolanda Díaz en 2025, un año clave para su supervivencia política
La ministra tiene pendiente la aplicación de la reducción de jornada, así como el endurecimiento del despido
Suenan tambores de guerra en 2025 en el mercado laboral. Con la reducción de la jornada a 37,5 horas todavía en el aire. El Ministerio quiere abordar el endurecimiento del despido, una medida que amenaza con provocar un nuevo enfrentamiento con la patronal.
Y es que la ministra Yolanda Díaz se juega mucho este año. Después de once meses de reuniones improductivas para abordar la reducción de la jornada laboral, el Ministerio decidió romper la mesa para aprobar unilateralmente un texto al que recortó todas las ayudas a empresas previamente ofrecidas a la patronal. Sin embargo, este acuerdo todavía tiene que pasar el trámite parlamentario, algo que a día de hoy es imposible por el rechazo de Junts.
Desde el PSOE prefieren retrasar la aplicación de la medida más allá de 2026 ante la falta de apoyos, algo que Díaz no está dispuesta a aceptar y ya ha advertido al Ministerio que dirige Carlos Cuerpo que, a 31 de diciembre de 2025, la jornada de 37,5 horas estará incluida en el Estatuto de los Trabajadores.
Más complicado será el blindaje del despido. Díaz se acoge al artículo 24 de la Carta Social Europea para encarecer el despido improcedente, aunque no ha entrado en detalles sobre las cuantías. «Uno de los problemas de la legislación española es que el despido no tiene carácter disuasorio porque el hecho de tener una indemnización prefijada de antemano no es acorde al Derecho. No es un problema de 33, 40 o 45 días, sino que el sentido de la lógica indemnizatoria que dice Europa es otro», ha explicado la ministra.
Así, Díaz quiere introducir un mecanismo de manera que la indemnización por despido improcedente se establezca según las circunstancias individuales. Además, quiere reforzar las causas del despido objetivo, que permite la rescisión de contratos con 20 días de salario por año trabajo.
«Todo lo que va vinculado a las causas, a los despidos objetivos, es necesario que reforcemos las causas. En las económicas se puede despedir sencillamente si una empresa no alcanza los niveles de beneficios que había previsto. No es que tenga pérdidas, sino lo que había previsto. Bueno, pues algunas cosas tendremos que cambiar», ha comentado Díaz al respecto.
Esta medida, sin embargo, no solo cuenta con el rechazo de la patronal, sino del propio PSOE. En respuesta parlamentaria a una interpelación de Vox sobre la conveniencia de impulsar alguna reforma al respecto, el Gobierno aseguró que la actual regulación «ya es coherente» con el artículo 24 de la Carta Social Europea que establece «una reparación adecuada a los trabajadores despedidos sin una razón válida».
Para el Ejecutivo, el marco actual es el «adecuado», ya que aporta «seguridad jurídica al sistema». «No se prevé una modificación de la regulación al respecto y, por consiguiente, no se estiman efectos particulares sobre colectivos vulnerables o sobre las pequeñas y medianas empresas», señaló en dicha respuesta parlamentaria
Salario mínimo
Más urgente es el nuevo salario mínimo interprofesional. El Ministerio tiene previsto reunirse con los agentes sociales este mismo mes de enero para que el incremento se incluya ya en la nómina de febrero. Como en años anteriores, todo apunta a que la subida se acordará entre Trabajo y sindicatos, sin la aquiescencia de la patronal.
Díaz explicó hace unas semanas que el «mandato» del comité de expertos que sugerirá el nuevo incremento es que no se produzca «pérdida de poder adquisitivo», por lo que el porcentaje de subida deberá tener en cuenta la inflación, que en el acumulado del año va por el 2,6 %. Además, y teniendo en cuenta que el incremento medio en los convenios ha sido del 3,8 %, se prevé que el aumento del SMI no esté en ningún caso por debajo del 4 %.