Benito Berceruelo: «Los inversores internacionales reclaman que la Justicia española sea más rápida»
El presidente de Spain Investors Day, el evento de inversores y empresarios que se realiza esta semana, ve la lentitud de la burocracia como el principal obstáculo para la economía de un país como el nuestro, que a pesar de ello sigue siendo atractivo
Este miércoles y jueves se celebra en Madrid el Spain Investors Day, una macroreunión de empresarios e inversores de primer nivel que empezó a producirse hace quince años, justo el día en que la economía de Portugal era intervenida. Nuestro país tampoco pasaba entonces por un buen momento. Estábamos en el grupo de los PIGS (Portugal, Irlanda, Grecia y España), conocidos entonces por estar al borde de la quiebra, y el arranque del evento sirvió para mostrar a los inversores que no estábamos tan mal, especialmente nuestras empresas.
La experiencia de estos quince años ha servido al creador y presidente del Spain Investors Day, Benito Berceruelo, para conocer de cerca la percepción de los inversores internacionales sobre nuestro país, algo que nos interesa especialmente en este momento: «Ven España como un país democrático desarrollado en el que la Justicia funciona, pero lo hace muy lentamente. Lo que dicen es: oiga, si hago una inversión en España y tengo un problema, no puedo estar diez años esperando a que se resuelva». Las justicias anglosajonas son muchísimo más rápidas. Este factor nos resta competitividad frente a otros países.
Junto con este, los inversores transmiten a Berceruelo otros dos problemas importantes respecto a España: la falta de unidad de mercado, que se traduce en normas distintas en cada comunidad autónoma que dificultan el desarrollo de los negocios, y la tendencia a regular, a poner muchas leyes y normas: «Cuando entras en un país, sabes que tienes que cumplir sus normas y leyes. Lo que piden es que sean lo más claras y menos farragosas posible. El proceso es mucho más ágil en Estados Unidos o Reino Unido».
Regular menos e invertir más
En el contexto del Spain Investors Day, en el que participarán entre otros el Rey Felipe VI, Luis de Guindos, cinco ministros y 75 presidentes y consejeros delegados de grandes compañías, a Berceruelo le gusta incidir en dos temas. El primero es la necesidad que tiene Europa de regular menos e invertir más: «Hay una paradoja que a mí me parece ejemplar: Europa no ha inventado nada en inteligencia artificial, pero ha sido la primera en hacer una ley sobre ella. Nuestros grandes competidores mundiales van por delante en investigación, desarrollo y tecnología, y nosotros vamos por delante en hacer leyes y normas. Tenemos que investigar e invertir más y regular menos».
El segundo es el tamaño de las empresas: «España y Europa tienen compañías de tamaño muy pequeño para competir en el panorama internacional. Entre las cien mayores empresas del mundo, no hay ninguna europea. Si queremos competir en igualdad de condiciones con países como China, que es muy cerrado, y Estados Unidos, que con Trump va a cerrarse más, debemos tener empresas mayores. Tenemos que investigar más e intentar competir en igualdad de condiciones. España y Europa van muy por detrás».
Seguramente serán algunos de los temas que salgan en este evento, en el que se prevén tener entre 700 y 800 encuentros personalizados entre inversores y empresas y mesas redondas sobre diversos aspectos. Entre ellos estarán el papel que pueden jugar grandes inversores como Blackstone o LetterOne en el desarrollo de la economía española o la visión de directivos como el consejero delegado de ACS acerca de las infraestructuras en nuestro país.
Promete ser un evento interesante, en el que una de las mejores noticias es que España sigue despertando interés entre los inversores internacionales. Berceruelo lo basa en varias razones. Uno es que nuestro país tiene compañías relevantes y rentables en algunos sectores, bien gestionadas, que necesitan inversión para crecer y desarrollarse. Otro es que las compañías españolas que cotizan en Bolsa están entre las que más dividendos reparten del mundo. Estos motivos explican en buena medida que más del 50 % de la Bolsa española, actualmente de las más rentables globalmente, esté en manos de inversores internacionales. «España sigue manteniendo un interés sostenido y en algunos momentos creciente para los inversores internacionales, pero nuestra economía debe mejorar la rapidez de la burocracia: que los sistemas de aprobación, tanto para operaciones de inversión como para salidas a Bolsa, sean más rápidos», concluye Berceruelo.