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El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, en el foro Spain Investors Day

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, en el foro Spain Investors Day.

La inversión extranjera en España se desploma un 40 % con Sánchez

El economista Daniel Lacalle recuerda además que buena parte de esa inversión proviene de Alemania y Francia, que atraviesan un mal momento económico

El Gobierno en pleno, desde su ministro de Economía, Carlos Cuerpo, al presidente, Pedro Sánchez, sostuvieron hace unos días en el Spain Investors Day que la inversión extranjera en España va muy bien, pero las cifras lo desmienten. En este semestre han sido nada menos que un 40 % inferiores al año en el que llegó Sánchez: 2018.

«La inversión extranjera se ha desplomado en el primer semestre del año 2024», señala el economista Daniel Lacalle. «Lo ha hecho en un entorno en el que debería ocupar un lugar preferente para atraer inversión», añade.

La lejanía de los conflictos, las a priori buenas condiciones de España para recibir inversión, no las estamos aprovechando. El problema es que la situación puede ir a peor: «Una parte gigantesca de la inversión que nos viene llega de Alemania y de Francia, que están estancados económicamente. En cualquier caso, estamos por debajo de los niveles en los que deberíamos estar por el peso de nuestra economía, el nivel de inversión previo y el histórico», apunta Lacalle.

¿A qué se debe esta mala situación? «A una creciente inseguridad regulatoria, una falta de respeto a los derechos de la propiedad, una fiscalidad absolutamente enloquecida y un marco institucional y político que invita a todo menos a recibir inversión extranjera», lamenta el economista Lorenzo Bernaldo de Quirós, presidente de la consultora Freemarket Corporate Intelligence. Recordemos que España supera incluso a Venezuela en impagos a los que hemos sido condenados en arbitrajes internacionales, especialmente relacionados con las primas a las renovables.

Uno de los ataques más recientes del Gobierno a la inversión extranjera ha sido la propuesta de Sánchez de un impuesto del 100 % a las compras de inmuebles realizadas por compradores de fuera de la UE y no residentes. La idea ha sentado muy mal fuera de nuestro país: «La información económica que se difunde sobre España tiene normalmente muy poca relevancia a nivel internacional, pero esta medida ha ocupado titulares en medios no solo económicos, sino también generalistas. Ha sido una forma absolutamente injustificada de presentar como malvados a los que vienen a nuestro país a comprarse una vivienda. Como no ha funcionado atacar a los fondos o a las élites, ahora van a por los extranjeros», comenta Daniel Lacalle.

La dificultad para comprar vivienda quita libertad y crea más dependientes

La inversión extranjera no pasa por su mejor momento, y la vivienda, tampoco. Las medidas anunciadas por el Gobierno y por el PP parecen a Lacalle «de cara a la galería, y con muy poco recorrido. Las del PP tienen más lógica». Sin embargo, «ninguna está realmente orientada al gravísimo problema que hay en España de liberación de suelo, de facilidades para construir y de facilidades para desarrollar proyectos inmobiliarios en España», añade.

«Si todas esas promesas que hace el Partido Socialista se empezasen a ejecutar hoy, se tardaría hasta el año 2030, al menos, en empezar a construir. El problema es la asfixia de la oferta, las trabas burocráticas... Las licencias son imposibles. La construcción es un problema gravísimo. Todo el mundo parece intentar dar medidas que suenen muy bien, pero luego no tienen un efecto real muy pequeño sobre la sobre el grave problema de la vivienda», señala.

Aun así, Lacalle quiere dejar claro que la ausencia de vivienda asequible para los ciudadanos «no es una casualidad, una fatalidad o un problema sobrevenido. Es una política para acabar con el modelo español de ciudadanos propietarios, que es lo que da libertad económica, seguridad, capacidad crítica y lo que te hace menos dependiente».

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