
Cuerva y Garamendi.
Celos, poder y traición: qué hay detrás del conflicto en la patronal de las pymes
Las maniobras de la CEOE para hacerse con el control de Cepyme provocan un cisma entre las organizaciones empresariales
La patronal española está totalmente dividida. Todavía quedan dos meses para las elecciones en Cepyme y varias organizaciones regionales ya se han posicionado a favor de la candidata de Antonio Garamendi, una postura que no ha sentado bien entre los empresarios por considerarlo una traición contra el actual presidente, Gerardo Cuerva.
«Algunos vicepresidentes le han dado la espalda, lo cual me parece muy grave porque son los mismos que, durante su mandato, han reconocido la buena gestión de Cuerva. Ahora, de repente, lo abandonan, lo cual es una falta de lealtad y, en algunos casos, incluso un acto de cobardía». Quien habla es José Manuel de Riva, vicepresidente de Cepyme y uno de los pesos pesados del empresariado español.
Este ingeniero segoviano intentó sin éxito pedir explicaciones a la CEOE sobre el tema en la junta que esta organización celebró el pasado 19 de febrero, pero fue interrumpido por el propio Garamendi, quien sí permitió por ejemplo la intervención del líder de los empresarios madrileños, Miguel Garrido, que calificó la decisión de Cuerva de limitar el voto delegado de «ilegal».
De Riva tiene claro que esto es resultado de los celos profesionales de Garamendi. «Aunque ha tenido discrepancias en algunos momentos, Cuerva ha sido leal con la CEOE y nunca ha aspirado a la presidencia. Pero ahora Garamendi lo ha visto como una amenaza y está utilizando toda la estructura de la organización para presionar a los miembros de Cepyme, incluso con amenazas a empleados», añade.Todo el patrimonio de la patronal está a nombre de la CEOE, que lo cede a las distintas agrupaciones, y algunas organizaciones territoriales habían denunciado «coacciones económicas» por parte del equipo de Garamendi. Es decir, las amenazó con dejarlas en la calle. Esto llegó a oídos de Cuerva, que decidió aprobar la limitación de la polémica delegación de voto. Sin embargo, y a pesar de contar con un informe jurídico favorable firmado por la expresidenta del Constitucional María Emilia Casas, finalmente dio marcha atrás, lo que da cierto margen a la candidata de Garamendi, Ángela de Miguel.
De Miguel se ha presentado como una persona cercana a las pymes, aunque poco se conoce de ella y no todos en la patronal castellanoleonesa la apoyan. «De Miguel ha sido miembro del comité directivo de Cepyme durante toda la etapa de Cuerva, pero nunca ha aparecido por allí», comenta De Riva. De hecho, esta empresaria vallisoletana todavía no ha dado a conocer su equipo y solo se sabe que ha puesto su comunicación en manos de LLyC. «Sus intervenciones no han tenido relevancia y no tiene un vínculo fuerte con el mundo empresarial. Ha estado apoyando a Cuerva durante años y ahora dice que se tiene que ir porque no ha cumplido. No tiene un pase», añade el empresario.
Lo cierto es que la patronal perdería, con la salida de Cuerva, a uno de sus dirigentes más combativos con el Gobierno. Desde la formación del Ejecutivo de coalición, el salario mínimo se ha revalorizado más de un 60 % y se ha reducido la jornada laboral. Además, Yolanda Díaz está maniobrando para colocar a una patronal cercana, Conpymes, dentro del diálogo social, reduciendo la participación del resto de organizaciones, y quiere aprobar el blindaje del despido en esta legislatura.
En esta tesitura, y con la productividad bajo mínimos, algunos empresarios se preguntan si la CEOE debería endurecer el tono con el Gobierno. El 20 de mayo tendrán respuesta.