
José Elías, presidente de Audax Renovables, no lo tuvo fácil para llegar a ser lo que es hoy
Empresario multimillonario
El motivo por el que José Elías no ayudará a su hijo a cumplir uno de sus sueños: «Me niego a pagárselo»
«No quiero criar a alguien que nunca entienda lo que cuesta ganarse las cosas. Ellos no han vivido lo que yo. Yo sé lo que es esforzarse para salir adelante», explica
José Elías ha demostrado ser un empresario multifacético con una visión de expansión en diversos sectores. Su capacidad para diversificar sus inversiones, abarcando áreas como el sector sanitario, telecomunicaciones y estructuras, le ha permitido fortalecer su posición financiera y continuar su ascenso en la lista de los más ricos de la Lista Forbes.
En distintas entrevistas, el empresario de Badalona explica cómo, a pesar de que el dinero no sea un problema y de contar con un avión privado para atender sus compromisos, no ha dejado de fijarse en el precio de las cosas. El hecho de cuestionarse qué necesita y en qué casos se trata de un gasto superficial o evitable, ha hecho que sus hijos también sean conscientes de ello.
A diferencia de él, han nacido en una casa donde todas sus necesidades y hasta su futuro están cubiertos, por lo que el empresario tiene claro que no les va a regalar nada en la vida a sus dos mellizos adolescentes y a su hija de siete años. Uno de los principales motivos de esto es que, si creen que la vida les dará todo sin un solo esfuerzo por su parte, no estará dándoles una buena educación.
«¿Puedo pagarlo? Sí. ¿Debería hacerlo? No»
«Mi hijo quiere correr en karts dos veces al mes (700€ en total). ¿Puedo pagarlo? Sí. ¿Debería hacerlo? No. Si hay algo por lo que lucho es porque mis hijos no crezcan creyendo que la vida es pedir y recibir», argumenta en una publicación en la red social X (antes Twitter). «Eso representa la mitad de un sueldo de alguien que trabaja todo el mes. Y me niego a pagárselo, aunque pueda», asegura el empresario.«Si les doy todo sin esfuerzo, les estaré haciendo un flaco favor. No quiero criar a alguien que nunca entienda lo que cuesta ganarse las cosas. Ellos no han vivido lo que yo. Yo sé lo que es esforzarse para salir adelante. Por eso, quiero que mis hijos aprendan a valorar el esfuerzo, el trabajo, a no dar por hecho lo que tienen», desarrolla.
Finalmente, concluye admitiendo que no quiere decir que su hijo se quede sin karts, ya que debe ganárselo trabajando durante sus vacaciones. «En verano vienen a la oficina y trabajan para costearse lo que ellos quieran. Educar en una familia acomodada es difícil. Y aunque sé que a veces puedo hacerlo mejor, seguiré intentando que mis hijos aprendan que la vida no es abrir la boca y recibir lo que quieren».