Sánchez solo gestiona el 2,3 % del presupuesto en Vivienda, pero se apropia de los avances de ayuntamientos y CC.AA.
El esfuerzo en gasto público destinado a vivienda por el Gobierno de Sánchez es mucho menor que el de las comunidades autónomas o ayuntamientos
El día 17 de marzo, a las 11:30 am, Pedro Sánchez publicó un tuit que merece la pena entrecomillarlo: «El Gobierno no parará hasta que el derecho a una vivienda digna sea el quinto pilar del Estado del Bienestar. En estos siete años, hemos multiplicado por ocho el presupuesto en políticas de vivienda y hemos aprobado la Ley de Vivienda».
Sin duda, el presidente del Gobierno tuvo una visión y se le aparecieron simultáneamente San José, patrón de los carpinteros, muy necesarios para la construcción de las viviendas; San Judas Tadeo, a quien se le reza para conseguir una vivienda; Santa Rita de Casi, considerada Santa de los casos imposibles, como la vivienda actualmente, y San Vicente Ferrer, patrón de los albañiles y arquitectos.
Esas apariciones han «iluminado» a nuestro presidente y le han hecho no ser un visionario, sino tener visiones y se ha confundido en sus palabras: no es que hayan multiplicado por 8 el presupuesto en viviendas; es que va a hacer otra promesa de las suyas de multiplicar por 8 el gasto en vivienda.
No es que hayan multiplicado por 8 el presupuesto en viviendas; es que va a hacer otra promesa de las suyas de multiplicar por 8 el gasto en vivienda
Claro, que hasta ahora cada vez que ha tomado un compromiso ha sido falso, pero afortunadamente al final la verdad sale a la luz.
Es absolutamente intolerable que el señor que está al frente del Gobierno diga que no va a parar hasta que el derecho a una vivienda digna sea el quinto pilar del Estado del Bienestar, porque hoy ocupa el puesto décimo de diez: es decir, el último en la Contabilidad Nacional, con el sistema contable COFOG (Clasificación Funcional del Gasto de las Administraciones Públicas). Por él se rigen todos los países que están en Naciones Unidas para saber en qué se gasta el dinero público dentro del Estado del Bienestar. Lo sé porque en mi último libro, El Ocaso del Estado del Bienestar, escrito con Ignacio Basco, lo explicamos con detalle.
En el año 2023, último año que existe de la Contabilidad Nacional estructurado mediante COFOG, la Vivienda, que es el Capítulo 6 del modelo de 10 capítulos que definió la ONU en 1960, que posteriormente adoptó el FMI, la OCDE y Eurostat, representa el 1,1 % del total del Gasto Público. Como a nuestro presidente le informan mal o no sabe de lo que habla, desconoce que para ser el quinto pilar del Estado del Bienestar en 2023 tendría que haberle dedicado 28.000 millones de euros todo el Estado español, cuando se le han dedicado 7.645 millones. Por lo tanto, habría que multiplicar no por 8 como dicen sus asesores, sino por algo menos de 4.
El Gobierno se apunta la inversión de las comunidades autónomas, ayuntamientos y diputaciones
Pero lo más interesante es que encima la Administración Central del Estado SOLO le ha dedicado a Vivienda 173 millones de euros, el 2,3 % del total dedicado a nivel nacional. Es decir, que se ha apuntado a su bolsillo lo que han dedicado las comunidades autónomas, ayuntamientos y diputaciones.
¿Qué no se lo creen ustedes?
Yo les entiendo, pero les recomiendo que se conecten al IGAE (Intervención General de la Administración del Estado) y que busquen dentro de su web los datos correspondientes a la Contabilidad Nacional según la Clasificación Funcional del Gasto de las Administraciones Públicas, COFOG, por sus siglas en inglés (Classification Of the Functions Of Government).
Utilizando esa información he construido el siguiente cuadro que desmonta el discurso del Iluminado Sánchez, de sus asesores, de su grupo económico y de todos los que viven de la sopa boba de los impuestos de los españoles.
En el año 2019, año completo del Gobierno de Sánchez, se dedicó al capítulo de Vivienda y Servicios Comunitarios 5.190 millones, de los cuales se destinaron a salarios, y por lo tanto nunca a vivienda, 1.050 millones, lo que dejó un neto para esta partida de 4.140 millones, que representó un 0,8 % del total del Gasto Público y solo un 0,3 % del PIB.
Cuatro años después le dedicamos 7.645 millones a esta partida, que si le quitamos los 1.220 millones dedicados a pagar funcionarios, nos dejan 6.425 millones netos para el Capítulo 6 que representan el 0,9 % del total del gasto Público y el 0,4 % del PIB.
Pero quien realmente hace el esfuerzo en este capítulo, que les recuerdo que es el último en importancia, es la Administración Local, que le dedica en el año 2019 el 62,3 % de todo el gasto, mientras que las comunidades autónomas le dedican el 36,6 % y Pedro Sánchez y su cohorte solo el 1,1 %.
En 2023, las cosas siguen muy parecidas: la Administración Local queda en un 58,9 %, las comunidades suben hasta el 38,8 % y el Gobierno de Sánchez, en un modelo «impecable» de esfuerzo en su gasto público, pasa a suponer el 2,3 % del total.
Por lo tanto, es falso que haya multiplicado por 8 las políticas de viviendas, y el esfuerzo económico realizado hasta 2023 por la Administración Central del Estado en políticas de vivienda ha llegado hasta 173 millones de euros.
El resto es mentira.