La crisis de chips lleva a Seat a reducir una de sus líneas de producción en España

La disponibilidad de estos chips marca la intensidad con la que Seat aplica el ERTE (expediente de regulación temporal de empleo) acordado el pasado septiembre y que, hasta ahora, continúa afectando a un número de trabajadores inferior al previsto inicialmente.

La línea L1 (Ibiza y Arona) reduce su producción en medio turno (de los 2,5 a los dos) de manera estructural, mientras que la L3 (Audi A1) mantiene su planificación habitual de un turno, y es la L2 la que se va adaptando más a la disponibilidad en cada momento de semiconductores.

En el marco de este esquema, la L2 no trabajó ayer, lunes, y lo hará a dos turnos el resto de la semana, según ha confirmado la compañía.

La desconvocatoria de turnos de producción viene obligada por el desabastecimiento de semiconductores, que afecta a toda la industrial mundial del automóvil, aunque la demanda de modelos de Seat y Cupra se encuentra actualmente en niveles precovid.

El ERTE que aplica Seat desde el 27 de septiembre está previsto que afecte de manera diaria a un mínimo de 482 trabajadores y a un máximo de 1.276, en función de cuál sea el abastecimiento de estos suministros.

El expediente, que se extenderá hasta junio de 2022, impacta en todos los centros productivos de la compañía, pero la planta de Martorell (Barcelona) es la que nota más los efectos.

De momento, la falta de semiconductores ha llevado a Martorell a producir hasta ahora 80.000 unidades menos que el año pasado por estas fechas, una cifra que el comité de empresa cree que podría elevarse hasta las 100.000 a final de año.