El 'modelo Málaga' corre el riesgo de morir de éxito

Málaga es la ciudad española de moda. Su apuesta por la transformación digital y la innovación tecnológica, unido a su calidad de vida, su clima privilegiado y a sus excelentes conexiones por tierra, mar y aire, han convencido a multinacionales de la talla de Google, Vodafone o Santander de instalar sus centros de innovación y ciberseguridad en el Silicon Valley del sur de Europa. No obstante, el éxito de la capital de la Costa del Sol, candidata a albergar la Expo de 2027, amenaza con acabar pasándole factura.

Un informe elaborado por el Observatorio de Medio Ambiente Urbano (OMAU), ente dependiente del Ayuntamiento de Málaga, ha alertado de la existencia de «dos mundos paralelos e independientes» en la ciudad. Por un lado, las familias que «tienen limitado su acceso a una parte importante de la oferta» del mercado de la vivienda, y por otra, los inversores que, al comprar, «ni siquiera hipotecan la vivienda», la adquieren «al contado».

Jóvenes y clase media, expulsados

El estudio explica que la subida en el precio del metro cuadrado –que ya alcanza los 3.673 euros, tras aumentar un 11 % en 2022– ha hecho que la mayor parte de la población que busca vivienda para vivir y desarrollar una familia tenga «claras dificultades» para hacerlo, no solo en Málaga, sino también en su área metropolitana.

La consecuencia de esto es que, mientras que «hasta hace no mucho tiempo había un importante arraigo por parte de la población en vivir en los barrios donde habían nacido o vivían sus padres», ahora los jóvenes «no tienen capacidad para comprar o alquilar una vivienda» allí, por lo que suelen tener que desplazarse a zonas periféricas como «Teatinos, La Cala o el Rincón (de la Victoria)».

El estudio del OMAU resalta que esta problemática no solo afecta al centro histórico y a los jóvenes, sino también a barrios con precios medios –ante la aparición de «torres de precios muy elevados», como las de Martiricos y La Térmica– y a «familias de clase media trabajadora», cuya capacidad económica «ha quedado fuera de la horquilla de precios del mercado inmobiliario».

Precios asumibles para inversores

El ente municipal señala que «una parte muy importante de la demanda de viviendas actuales no son adquiridas por el malagueño medio, si no por inversores externos a Málaga». El 34 % de las ventas de vivienda del tercer trimestre del año las realizaron «extranjeros», y en algunas de las nuevas promociones, los propietarios asentados en la ciudad andaluza «no superan el 20 % de los compradores».

El OMAU explica que el creciente interés de familias e inversores extranjeros de asentarse en Málaga se debe a su red de infraestructuras, sus condiciones climáticas privilegiadas y a fenómenos como la irrupción de los nómadas digitales ante la generalización del teletrabajo. Esto se une a que cuenta con un nivel de precios «relativamente asequible para personas o grupos de inversión con un nivel de renta muy superior a la media de los ciudadanos malagueños».

El ente llama al consistorio presidido por el popular Francisco de la Torre a apostar «de forma urgente» por la construcción masiva de Viviendas de Protección Oficial (VPO), y recuerda que si el interés mostrado «en algunos proyectos que están siendo fuertemente cuestionados, lo canalizara hacia una política innovadora de vivienda, posiblemente estaríamos en el camino de iniciar la solución».