Enrique Sanz: «Es un reto concretar los valores cristianos en una sociedad tan distinta como la nuestra»

Desde hace casi un año, Enrique Sanz Giménez-Rico es el rector de la Universidad Pontificia Comillas.

Especialista en teología del Pentateuco y teología del Salterio, así como en espiritualidad del Antiguo Testamento, es profesor de la Facultad de Teología de Comillas desde 2001. Ha sido también director del Departamento de Sagrada Escritura e Historia de la Iglesia, vicedecano de la facultad de Teología, y director de la revista de teología pastoral Sal Terrae.

Esta semana ha visitado la redacción de El Debate para conversar sobre los retos a los que se enfrenta la Universidad en un momento tan complejo como el actual.

–¿Qué balance hace después de casi un año como rector?

–Nuestros estudiantes y las personas que trabajan en la Universidad manifiestan su contentamiento en una situación como la actual que no es fácil a todos los niveles –y más en el ámbito universitario–. Tenemos proyectos de futuro, tanto en lo que respecta al ámbito académico como al ámbito de investigación. Además, estamos estableciendo más relaciones internacionales a través de las redes que tenemos, por lo que una mayor internacionalización será un eje importante de nuestra actividad en el futuro.

–¿Cuáles son los retos de la Universidad?

–Mantener la calidad de la oferta que tenemos, que es muy variada en función de necesidades concretas y muy transversal. Además, queremos responder a nuevas demandas que nos vienen de la sociedad más y menos cercana. Antes hablaba de la apertura a la dimensión internacional y esta es la que también nos va a marcar el futuro.

Otro reto importante es abrir la universidad a nuevos destinatarios: la sociedad, las empresas y quizás también la Administración pública demandan más formación y la Universidad puede ser ese lugar que acoja nuevas ofertas de información.

La relación universidad-sociedad-empresa en el ámbito de la generación del conocimiento está todavía por desarrollar

Desde el punto de vista de la investigación, la relación universidad-sociedad-empresa en el ámbito de la generación del conocimiento está todavía por desarrollar mucho más. En Comillas tenemos un campo amplio en ámbitos como la energía, las migraciones, la protección del menor, familia, ciencia y religión…

–Ley Castells, Ley de Convivencia Universitaria, Ley Celaá... ¿Son malos tiempos para ser rector?

–Esa pregunta me la he hecho yo también. Es un momento lleno de retos, de dificultades y de interrogantes, pero un buen momento. Es menos cómodo que otros, por las leyes que mencionas y los debates que generan. Es verdad que supone más trabajo, más paciencia y más mano izquierda, pero en el conjunto lo valoraría como algo positivo.

–En un momento de crisis de valores como el que vivimos, ¿qué puede aportar el humanismo cristiano en la formación universitaria?

–El valor de la memoria el primero. Para responder a los retos de hoy tenemos que conocer muy bien de dónde venimos y lo que hemos ido haciendo. No hablo de la parte más negativa, sino también de los grandes hitos. El cristianismo también puede subrayar el valor de la dignidad de la persona en un momento en el que la inteligencia artificial cobra un peso importante.

Es un reto saber entender cómo los valores cristianos se pueden concretar en una sociedad tan distinta como la nuestra

Y luego todo el ámbito que tiene que ver con relaciones personales en un sentido amplio de la palabra: relaciones familiares, situaciones límite de la vida... Es un reto para la tradición cristiana saber entender cómo esos valores se pueden concretar en una sociedad tan distinta como la nuestra.