
Imagen de recurso de un aula vacía
Una profesora a una menor con síndrome de Down: «Te voy a quitar la sordera de un guantazo»
Este lunes comienza el juicio contra dos profesoras que trataron de forma degradante a varios menores y que fueron descubiertas gracias a una grabadora oculta en un osito de peluche
Los hechos se remontan al año 2019. Unos padres detectan que su hija suplica cada mañana no ir al colegio. Por las noches sufre de pesadillas y terrores nocturnos. Cuando amanece, vomita y tiene episodios de ansiedad. Los padres empiezan a extrañarse de su comportamiento, le preguntan si le pasa algo, pero ella no responde. Cuando lo piensan, se dan cuenta de que, por ejemplo, lleva tiempo haciéndose pis de nuevo en la cama y que ha desaprendido muchas cosas que ya sabía hacer.
Se les ocurre que quizá en el colegio, de la Fundación Gil Gayarre, pudiera estar pasando algo malo. Cuelgan un osito de una de las cremalleras de la mochila de su hija. En el interior, una grabadora oculta. Así lograron averiguar el origen de los males de su hija. Dos profesoras de educación especial, las que cuidaban de sus hija, y siete menores más de entre ocho y diez años, le dicen de todo.
«Gilipollas»; «atontados»; «sois unos mierdas»; «bobos»; «alelaos», son algunas expresiones de las que se encontraron al escuchar las grabaciones. Incluso cosas mucho más duras: «Qué asco me das»; «Te voy a quitar la sordera de un guantazo»; «Qué ganas tengo de darte una hostia»; «Me dan ganas de matarte».
Otra de las transcripciones que ponen los pelos de punta es la siguiente: «No se puede ser tan inútil. Lo que hace es el gilipollas. ¿A que sí? ¿Te haces el tonto del culo? Pues más tonta del culo voy a ser yo contigo. ¡Te voy a amargar la vida!».Las profesoras llegaban a mantener conversaciones entre ellas muy degradantes para los menores: «Este niño es como un mueble»; «Dan ganas de darle con la mano abierta». A lo que la otra docente, contesta: «Yo le daba uno (se entiende que un guantazo) de ida y otro de vuelta». La lista de expresiones absolutamente censurables es interminable: «No tienes ni idea de comer»; «Que no me mires con esa cara»; «Dame la agenda, 'boboncio'»; «¿Que te machaque te gusta? Pues te machaco un poco».
También se metían con el físico de las menores: «Déjala que está muy gorda»; «Le he sacado a empujones al patio y le he hecho dar siete vueltas corriendo». Los policías que escucharon y transcribieron los audios afirman que muchas veces las profesoras gritaban.
Las dos profesoras, en principio, no niegan los hechos. Lo que han tratado es de anular las grabaciones, su validez en un juicio. No lo han conseguido, al menos, en esta primera instancia. Les piden más de dos años de prisión. Quizá se pueda llegar a una acuerdo si pagan la indemnización y son inhabilitadas para ser docentes durante una buena temporada. Que no puedan humillar a los niños durante el día y, al salir a la puerta a dárselos a sus padres, sonrían.