Primer gran pacto de la legislatura
Sánchez llega a un pacto con el PP para renovar los órganos constitucionales al margen de Podemos
El acuerdo, alcanzado entre el ministro Bolaños y García Egea, excluye el CGPJ pero incluye el Tribunal Constitucional, el de Cuentas, el Defensor del Pueblo y la Agencia de Protección de Datos
Estaban Pedro Sánchez y Pablo Casado juntos en Cuacos de Yuste (Cáceres), asistiendo a la entrega de un premio a Angela Merkel, cuando sonaron las campanas. No las del Monasterio de Yuste, última morada de Carlos V, sino las del primer gran acuerdo de la legislatura entre el presidente del Gobierno y el líder de la oposición.
Uno para la renovación del Tribunal Constitucional, el de Cuentas, el Defensor del Pueblo y la Agencia de Protección de Datos. Solo queda al margen el CGPJ, que seguirá en funciones, como quería el PP.
La Secretaría de Estado de Comunicación y la Oficina de Comunicación del PP mandaron a la prensa idéntico comunicado, hasta en eso se han puesto de acuerdo esta vez. En él se especifica: «Las personas que formarán parte de estos órganos en la nueva etapa serán de reconocido prestigio y de consenso y se darán a conocer en los próximos días«. Así que de momento no hay nombres. La previsión es que en la semana del 25 de octubre el Congreso y el Senado refrenden los nombramientos.
A la hora de ese comunicado habían pasado 27 horas desde que Casado tendió la mano a Sánchez en la sesión de control al Gobierno en el Congreso. Al principio el presidente no reaccionó, descolocado. Pero después el ministro de la Presidencia, Félix Bolaños, llamó al secretario general de los populares, Teodoro García Egea, y quedaron en verse por la tarde.
En las últimas horas ha habido dos reuniones entre ambos, una el miércoles por la tarde y otra este jueves por la mañana. Ambas en terreno neutral, no en La Moncloa -donde Bolaños tiene su despacho-, según precisan fuentes populares a El Debate.
El pacto no es entre el Gobierno y el PP, sino entre Sánchez y el PP. Es decir, el presidente ha dejado totalmente al margen del mismo a su socio de coalición, Unidas Podemos, y habrá que ver cómo se lo toman los de Yolanda Díaz y Ione Belarra.
El acuerdo contribuye a mitigar las tensiones dentro de la Judicatura y además beneficia a ambas partes. A Sánchez le conviene porque escenifica que ha sido capaz de salir de su zona de confort, de su mayoría Frankenstein. Aunque sea por una vez y como excepción. Y a Casado para afianzar su perfil institucional en un momento en que lidera todas las encuestas y se ha convertido en una alternativa real al Gobierno.